Viajar es una de las actividades preferidas por el ser humano. Salir de la rutina y conocer lugares nuevos es algo que le gusta a todo el mundo. Las vacaciones son el momento ideal para emprender un viaje y de los momentos del año más señalados son las navidades, la Semana Santa o el verano. Durante estas jornadas clave, denominadas como ‘operación salida’ (o retorno), aumenta la concentración de vehículos en las carreteras y por lo tanto las probabilidades de tener accidentes. Por eso te dejamos algunos errores que no deberías cometer al irte de viaje en coche y consejos para subsanarlos.
Conducir con fatiga y en horas críticas
La fatiga al volante es uno de los enemigos principales que nos viene a visitar durante el viaje. Está demostrado que la somnolencia aumenta la probabilidad de tener un accidente, debido a que incrementa las distracciones y reduce el tiempo de reacción. Por no hablar de las consecuencias de quedarse totalmente dormido mientras se conduce. Al mínimo síntoma de sueño lo mejor es parar a descansar o hacer un cambio de conductor.
Para evitar que la fatiga sea mayor hay que intentar no viajar en las horas más criticas. Nos referimos a ese tiempo después de la comida y también durante la noche. También hay que tener en cuenta el no bajar la guardia en los últimos kilómetros del trayecto. En este apartado hay una serie de consejos para evitar la fatiga durante la conducción.
No planificar la ruta
En los días previos al viaje conviene planificar la ruta a seguir, tener en cuenta que puede haber imprevistos y prepararnos para que no nos cojan desprevenidos. Es recomendable hacer una evaluación de los kilómetros a recorrer e incluso fijar puntos aproximados para las paradas. No hay que medir la ruta en tiempo, pues siempre pueden surgir inconvenientes (por el tráfico por ejemplo). Además, la sensación de que no se van a cumplir las previsiones puede causar cierta inquietud al volante.
Ponerse nervioso
Estar nervioso afecta negativamente a nuestro cerebro y hace que surjan distracciones al volante. El estrés causado por agentes externos (como un atasco), altera la inquietud y consigue reducir la atención. También hay que evitar las distracciones causadas por los propios acompañantes. El conductor tiene que estar en una atmósfera de calma y hay que evitar discusiones y cualquier tipo de comportamiento que pueda alterarle.
No distribuir bien la carga
Las familias españolas son las que más equipaje llevan y en este apartado surge un problema, que no todo el mundo sabe como distribuir correctamente la carga en el vehículo. Siempre hay que evitar tener el equipaje en el maletero, todos los bultos deben estar colocados en el compartimento de carga, con los objetos más pesados centrados y en la parte inferior. También es importante que los objetos más pequeños que van en el habitáculo vayan fijados, pues en caso de accidente pueden convertirse en proyectiles.
Viajar en caravana
Otra costumbre bastante extendida cuando se emprende un viaje con más gente, es salir desde el mismo sitio y recorrer juntos el trayecto. De esta forma se forma un pequeño convoy o caravana, que no suele ser positivo para la circulación. El estar pendiente de esos vehículos que nos acompañan hace que perdamos la atención del resto y aparecen los riesgos. Es más recomendable marcar un ritmo similar pero sin ir seguidos, sino reagrupándose en algún punto establecido.