La resistencia al avance es la fuerza que se opone a que un vehículo avance a una velocidad constante. Afecta directamente al rendimiento, desde la velocidad que alcanza al consumo de combustible, pasando por el agarre en curva o la distancia de frenada.
El motor mueve las ruedas mediante la transmisión pero hay diferente factores los que generan esa resistencia al avance de tu coche. Analicémoslas de manera somera:
Resistencia a la rodadura
La resistencia a la rodadura es la que se produce por la deformación del neumático cuando se produce el avance en línea recta en una superficie plana. También ofrece resistencia por deformación del terreno por donde se circula. Se le conoce también por rozamiento de rodadura.
El coeficiente de resistencia a la rodadura tiene en cuenta distintas variables: desde la velocidad a la que se circula al peso del vehículo, pasando por la adherencia de la superficie o características de la rueda como su radio, material y presión.
¿Se puede evitar? No, pero sí reducirse.
- Elegir un tipo de neumático con baja resistencia a la rodadura, que minimizan el efecto al circular sobre asfalto (muy comunes en coches eléctricos) Eso sí, no tendrán un agarre tan bueno en curva como otros convencionales.
- También es vital tener una presión de los neumáticos correcta. Con un bajo inflado aumenta esa resistencia a la rodadura y, si bien con un sobreinflado se reduce, también genera menor agarre del neumático al tener menos superficie de contacto con el suelo y la goma dura menos al no desgastarse de manera uniforme.
- Otro aspecto a vigilar es el estado de las ruedas. Hace tiempo realizamos una guía para saber cuánto cambiar neumáticos.
Resistencia del rozamiento mecánico
La resistencia del rozamiento mecánico es la que provocan las piezas del motor y de la transmisión.
¿Se puede evitar? No, pero sí reducirse:
- Es vital que el motor cuente con una correcta lubricación en todo momento. Has de saber bien cómo medir el nivel de aceite y actuar en consecuencia si este baja del nivel mínimo.
Resistencia aerodinámica
La resistencia aerodinámica es la fuerza que ejerce el aire –en sentido opuesto– cuando tu coche está en movimiento. No es fija: depende del tamaño y la forma exterior del vehículo, la velocidad a la que se circula, la densidad del aire y también de la dirección y fuerza del viento.
¿Se puede evitar? No, pero sí reducirse:
- Eligiendo un coche bajo de formas más aerodinámicas. Fíjate en el el coeficiente aerodinámico de los distintos modelos de coche (se sitúa entre 0,20 y 0,40, varía mucho en función de la carrocería del coche. Por lo general, las formas más cuadradas (SUV y monovolúmenes). Y, si lo que quieres es gastar poco combustible, evita las pick-up. Los vehículos con una caja de carga abierta pueden tener hasta un 30% más un consumo de combustible comparado con otros con carga cerrada.
- Interesante saber conducir un coche con viento. Sobre todo cuando sufras ráfagas de viento en y conduces carrocerías altas, con mayor superficie lateral.
Resistencia de la inercia
La inercia es la propiedad que tiene un cuerpo –también los coches- de permanecer en su estado, bien sea en reposo o movimiento. Cuando circulas a una determinada velocidad y quieres acelerar, a fuerza generada por el motor debe vencer a la resistencia de la inercia.
¿Se puede evitar? No, pero sí reducirse:
- Anticipación: Para incrementar la velocidad en poco tiempo debes que pisar el acelerador con más ímpetu… que cuando estás incrementando la velocidad de forma más progresiva. Y ocurre lo mismo al frenar. Anticipándote a estas situaciones siempre que sea posible gastarás menos, como indicamos en nuestros consejos para gastar menos combustible.
Resistencia por pendiente
La pendiente que llega cuando te desplazas en tu coche cuesta arriba genera una fuerza opuesta directamente proporcional al peso del vehículo –incluida la carga que lleva– y el ángulo de la pendiente.
¿Se puede evitar? No, pero sí reducirse:
- Cuando circules por pendientes pronunciadas, asegúrate de engranar una marcha adecuada con la suficiente anticipación para evitar que el motor se ahogue, como indicamos en nuestros consejos para subir y bajar puertos de montaña. Evita cambiar de marchas con demasiada frecuencia, salvo que el ángulo de la pendiente también varíe.