Este nuevo modelo de Jaguar surge como la reinterpretación familiar de la berlina XF que ya había sido “puesta al día” para este año 2012, con importantes modificaciones tanto en el exterior como en el habitáculo.
Para los más sibaritas existen, como complemento adicional, dos paquetes que personalizan aun más el exterior del familiar británico: Aero Pack (equipado de serie en el modelo “S”) y Black Pack. El primero de ellos incluye un paragolpes delantero de nuevo diseño, faldillas laterales y paragolpes trasero, así como un spoiler posterior más atractivo. Por su parte el segundo paquete destaca por la decoración en negro brillante de diversos elementos, incluidas las llantas.
Al igual que ocurre en el exterior, en el interior de este Jaguar XF Sportbrake se conjugan a la perfección aspectos tales como el lujo y deportividad, típicamente británicos, con la practicidad anteriormente mencionada, de tal forma que una familia media se sienta totalmente a gusto a bordo, sin necesidad de tener que recurrir a un “mastodóntico” monovolumen o un “aparatoso” SUV. Se pueden encontrar elementos tales como aluminio o madera que conviven perfectamente con la última tecnología de los sistemas de “infotaintment” para crear un conjunto de lo más vistoso y atractivo.
A pesar de compartir batalla con la berlina (2.909 mm), ofrece una mayor practicidad gracias a la optimización del espacio interior y, sobre todo, al mayor volumen de su maletero, con unos excelentes 550 litros. A ello hay que añadir la posibilidad de abatir los asientos traseros (en una proporción 60/40), con lo que su capacidad se ve ampliada hasta los 1.675 litros.
Dispone, también, de unos raíles en el suelo del mismo que resultan muy útiles, ya que permiten regular un sistema de barras con el que compartimentar de la forma más adecuada la carga, y de esta manera transportar los palos de golf o los esquís sin que resulten un “engorro”. El portón trasero puede disponer, opcionalmente, de un sistema de apertura y cierre eléctrico.
Jaguar XF Sportbrake 2012. Motores
En lo que al aspecto dinámico se refiere, este modelo de la marca de Coventry está convenientemente motorizado, ya que se ofrecen diversas opciones, todas ellas destinadas a alcanzar unas prestaciones acordes con la prestancia del vehículo:
Por un lado nos encontramos con un propulsor diésel de 4 cilindros y 2,2 litros de cilindrada que entrega una potencia de 190 CV, y un par motor de 450 Nm. Con esta motorización se permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 8,5 segundos o alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h. El consumo medio en ciclo combinado es de 5,4 litros cada 100 km y las emisiones de CO2 se quedan en unos más que aceptables 149 gr/km.
Inmediatamente más arriba en la “cadena evolutiva” se ofertan dos versiones del motor V6 diésel de 3 litros de cilindrada con una potencia de 240 y 275 CV, dotados ambos de un sistema de turbos en paralelo, con funcionamiento secuencial, que garantizan una respuesta siempre inmediata. El par motor es de 500 Nm y 600 Nm, alcanzan en 7,1 segundos y 6,4 segundos, respectivamente, los 100 km/h, y la velocidad máxima fluctúa entre los 240 y 250 km/h (en función de la potencia), con un consumo medio de 6,3 litros cada 100 km y unas emisiones de 169 gr/km.
Cualquiera de estos motores puede equipar una avanzada transmisión automática de 8 velocidades, con levas detrás del volante.
Jaguar XF Sportbrake 2012. Equipamientos
Todos los Jaguar XF Sportbrake equipan, de serie, un sistema de suspensión neumática autonivelante en el eje trasero en lugar de los muelles helicoidales empleados en la berlina, para no perder el dinamismo de ésta pero, a la vez, mantener la altura necesaria respecto al asfalto, aunque se encuentre plenamente cargado.
Opcionalmente, además, es posible adquirir el sistema Adaptive Dynamics que regula de forma continua la suspensión y ajusta los tarados de los amortiguadores hasta ¡500 veces por segundo! en función del tipo de asfalto que nos encontremos.
Fuente: Jaguar
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