Se espera que la nueva generación del Audi A3 haga su debut en el Salón de Ginebra, que abrirá sus puertas en marzo. Lo cierto es que hay pocos datos sobre el compacto de la marca de los cuatro aros, pero ahora se desvela un detalle curioso que no podíamos dejar de lado. La sostenibilidad es un valor que cada vez se busca más en el desarrollo de los coches. Por esto, veremos un A3 con tapicería hecha con botellas de plástico.
El 89 % del tejido empleado en el interior de este modelo se compone de botellas recicladas de polietileno (PET), que mediante un proceso se transforma en hilo. A pesar de su condición, el nuevo material llega a los mismos niveles de calidad y tacto que otras tapicerías textiles convencionales. Habrá tres opciones de tapicería, la Torsion (material gris-acero con costuras en amarillo), la Puls (acabado S line con tonos plata y negro y costuras en contraste) y más adelante habrá otra combinando los colores rojo y negro.
Para llegar a esas tapicerías las botellas sigue un proceso bastante habitual. Son comprimidas para facilitar el transporte y en la planta de reciclaje son clasificadas y separadas de materiales ajenos. Posteriormente se trituran para obtener unas láminas que son lavadas, secadas y fundidas. De esa masa resultante se obtienen las toberas, que conforman un hilo continuo y después se reducen a pequeños fragmentos por extrusión. A partir de ahí se va formando un hilo que se enrolla en bobinas y se utiliza en las tapicerías.
Si nos centramos en la cuarta generación del Audi A3, se emplean hasta 45 botellas de 1,5 litros para los asientos. A eso hay que sumar otras 62 botellas para la moqueta que recubre el piso. Otros componentes también se hacen con materiales reciclados, como las alfombrillas o los paneles del maletero. El objetivo es que, en un futuro, la tapicería se confeccione enteramente con materiales sostenibles, no solamente en este modelo sino en todos los ejemplares que conforman la gama.