Siempre pensamos en los coches eléctricos como el futuro del mundo de la automoción. Está claro que tiene muchas ventajas a nivel medioambiental, sobre todo por las reducidas emisiones, pero hay que tener en cuenta desventajas como el reciclaje de las baterías. Ese proceso todavía no está considerado por todos los fabricantes y podría ser altamente contaminante. A no ser que se hagan acciones como darles una segunda vida a las baterías de los Nissan Leaf usándolas en los AGV de las fábricas.
Para quien no esté familiarizado con el término AGV, responde a las siglas de «automated guided vehicle» y son una especie de vehículos automatizados que sirven en las plantas de producción de la mayoría de fabricantes. Son aquellos que van llevando todo tipo de componentes a los diferentes puestos siguiendo unas bandas magnéticas que hay en el suelo. Sin ir más lejos, en la fábrica de Nissan de Oppama (Japón) hay más de 700 AGV ayudando a los trabajadores. Serían más de 4.000 si sumamos todas las instalaciones de la marca japonesa a nivel mundial.
Estos vehículos automatizados se mueven mediante energía eléctrica, así que en Nissan pensaron que podrían reutilizar en ellos las baterías de los Leaf de primera generación que hubieran terminado su vida útil. Estos modelos contaban con una batería de iones de litio de 24 kWh formada por 48 módulos. Para darles un nuevo uso, decidieron coger tres de estos módulos y adaptarlos para entrar en un AGV, que hasta el momento se movían mediante baterías de baterías de plomo-ácido nuevas.
Se dieron cuenta de que las baterías que no servían ya para alimentar un Nissan Leaf, conseguían hacerlo a la perfección con los pequeños vehículos en las fábricas. Además, suponía la ventaja adicional de cargarse en menos tiempo, pues los trabajadores ya no tenían que sacar las baterías de los AGV para cargarlas. Ahora los vehículos se detienen en una estación de carga situada a lo largo de su ruta y se recargan automáticamente.
Este cambio se traduce en un ahorro de tiempo, pero también en un impacto medioambiental mucho menor. Hay que tener en cuenta que se está reutilizando baterías ya usadas por coches y que durarán en los AGV otros siete u ocho años más. Las anteriores baterías de plomo-ácido que usaban había que cambiarlas cada uno o dos años. Esta medida ha sido hecha con la ayuda del especialista 4R Energy y acerca un poco más a Nissan a la neutralidad en carbono en su producción.