Hace unos meses, las 250 bicicletas públicas de Londres, denominadas Santander Cycles en honor al patrocinio del banco español, fueron equipadas con un innovador sistema llamado Blaze Laserlight. El sistema, pionero hasta el momento, proyecta en el suelo la imagen de una bicicleta a cinco metros de distancia, con el objetivo de que estas sean reconocidas con mayor facilidad por un conductor y evitar una posible colisión.
El éxito ha sido tal que el Ayuntamiento de la ciudad ha decidido equipar a todas con este sistema, en total unas 11.500 bicicletas. El sistema de luces será instalado en el cuadro de la bici y se encenderán de forma automática, por lo que el ciclista no tiene que preocuparse al respecto.
Instalar Blaze Laserlight en todas las bicicletas supondrá una inversión de 860.000 libras (1,1 millones de euros) de los cuales la mayor parte, unos 950.000 euros, serán aportados directamente por el Banco Santander. El resto de la inversión lo asumirá el presupuesto dedicado a la mejora de la seguridad de los ciclistas del departamento de transporte londinense.
Este invento fue desarrollado por una estudiante de fisica, Emily Booke, que consiguió la financiación para el proyecto gracias a una campaña de Kickstarter con la que buscaba recaudar 25.000 euros y consiguió rápidamente más de 50.000. Parece mentira que ahora su invento vaya a inundar las calles de una de las ciudades más históricas e importantes del mundo.
La iniciativa de instalarlas en las bicicletas publicas surgió en la ciudad como respuesta al elevado numero de accidentes en los que un ciclista estaba involucrado. El debate sigue en la calle, pues muchos afirman que lo que de verdad se necesita son carriles bici segregados del resto de la circulación. Hay ya propuestas para ello sobre la mesa (incluso de hacer carriles subterráneos), pero mientras no lleguen a buen puerto, estas luces serán las protagonistas de las calles londinenses:
Vía: Ciclosfera