Hay muy pocas berlinas de altas prestaciones que tengan una historia tan destacada como la del BMW M5 2024. Tras cuatro décadas a sus espaldas durante nada menos que siete generaciones llegó el momento de cambiar el paradigma del modelo. Recibe por primera vez la electrificación y se presenta como un híbrido enchufable que se centra en el rendimiento. Mejora prácticamente en todos los aspectos y es más utilizable que nunca. Además, mantiene esa parte de combustión que tantas alegrías le ha dado a la firma bávara.
Porque bajo el capó del nuevo M5 sigue estando el motor V8 biturbo de 4.4 litros como bloque principal. Simplemente, ahora se le ha sumado el sistema M Hybrid de la marca, con un motor eléctrico que está integrado en la transmisión automática M Steptronic de ocho velocidades. También se le integra una batería de 18,6 kWh capacidad que le permiten alcanzar una autonomía eléctrica de 69 kilómetros. La carga se hace a 7,4 kW en corriente alterna, pero seguro que la mayoría encontrarán más interesantes otros datos.
Y es que el BMW M5 uniendo combustión (585 CV) y electricidad (145 kW) consigue una potencia combinada de 727 CV y 1.000 Nm de par, un récord para el modelo en su historia. También consigue unas prestaciones sobresalientes gracias a ese aumento de potencia y a la tracción M xDrive. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, de 0 a 200 km/h en 10,9 segundos y tiene una velocidad máxima de hasta 305 km/h con el M Driver’s Package (limitado a 140 km/h en modo puramente eléctrico).
A pesar de ser un híbrido enchufable, quiere mantener su carácter con un sistema de escape deportivo que mejora la experiencia sonora. Cuando va en modo eléctrico, tiene un sonido simulado que va acompasado con lo que serían las revoluciones. Como ya hacía en el anterior, su tracción total tiene los modos 4WD Sport y 2WD para conseguir un comportamiento más deportivo e incluso poder derivar toda la potencia al eje trasero. Además, presume de una puesta a punto del chasis específica.
El BMW M5 cuenta con un extra de rigidez torsional y de la precisión que le aportan la suspensión adaptativa M con amortiguadores controlados electrónicamente y la dirección activa integral. Es un vehículo pesado, que llega hasta los 2.435 kg y que supone un incremento de casi 600 kg respecto al M5 F90 anterior. Probablemente esa sea la asignatura pendiente de este modelo, que también ha optado por mejorar el sistema de frenado, tanto los frenos M Compound de serie como los frenos carbocerámicos M Carbon opcionales.
En cuanto a los modos de conducción, integra el nuevo botón M Hybrid para elegir entre un modo Hybrid que combina motor de combustión y el motor eléctrico; además de un modo totalmente eléctrico. Suma el eControl, que mantiene la carga de la batería a un nivel constante. Además, están los modos Dynamic y Dynamic Plus para mantener la potencia a un nivel alto constante o generar breves ráfagas de potencia máxima durante la conducción en circuito.
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