Hay pocos escándalos en el sector de la automoción tan grandes como el de los airbag Takata. Millones de coches salieron con estos componentes defectuosos que hacían peligrar la seguridad de los usuarios que los condujesen. Tanto es así, que sigue afectando a muchos vehículos y que, de cuando en cuando, vemos llamadas a revisión masiva. La última la protagonizan los Citroën C3 y DS 3 fabricados durante la pasada década. Stellantis ha instado a los propietarios de los coches afectados que dejen de conducirlos y vayan directos al taller.
En España son nada menos que 66.000 unidades de estos dos modelos los que podrían presentar esos problemas de deterioro en los airbags. Se habla de que son aquellas unidades que fueron fabricadas entre 2009 y 2019, siendo alrededor de 60.000 los Citroën C3 afectados y unos 6.000 unidades del DS 3. Hay que tener en cuenta que ambos son prácticamente el mismo modelo, pues justo coincidió con la época en la que salió el Citroën DS3 y después se creó la submarca para que hubiera una mayor diferenciación.
Estos modelos se suman a las más de 500.000 unidades afectadas en nuestra zona y la marca no quiere que haya consecuencias. Por eso insta a los conductores a «que dejen de conducir estos vehículos de inmediato» y a «realizar las reparaciones necesarias lo antes posible». Ya se ha habilitado una web para que los usuarios comprueben si sus coches están entre los afectados, al tiempo que se ha enviado una carta a todos los clientes. Por supuesto, el reemplazo del airbag será de forma gratuita y se darán facilidades.
Citroën y DS hablan de opciones de movilidad alternativas, si fuera necesario, para que puedan seguir moviéndose durante la reparación. En todo caso, se supone que es algo sencillo que se podría hacer en unas horas. Al final consiste en sustituir el airbag defectuoso de Takata por otro operativo. El riesgo de mantener ese componente consiste en un posible deterioro de algunos productos químicos presentes en el sistema de inflado de estos airbags. En caso de accidente, la bolsa podría desplegarse con demasiada fuerza, lo que podría causar lesiones graves o incluso la muerte en los usuarios.