Uno se jubila y normalmente (estoy pensando en mi padre) dedica su tiempo libre a descansar, al ocio y a hacer algo de bricolaje. Este último punto se le fue algo de las manos a Dan Hryhorcoff, de Pensilvania (EE.UU). Su jubilación tiene poco que ver con momentos de asueto. Entonces decidió empezar a construir vehículos extraordinarios que desafiasen cualquier convencionalismo.
Tras trabajar en un submarino y otros proyectos, la pandemia supuso para Dan embarcarse en un diseño realmente rompedor, un coche de choque gigante, más del doble de uno normal, con el que fuese legal circular por la carretera. Comenzó haciendo una réplica de un coche a pedales, con fibra de vidrio, una material que aprendió a modelar en su trabajo del submarino.
El resultado, este coche de choque, inspirado en un modelo de 1953 (que vio en el parque de atracciones Knoebels en Elysburg (Pensilvania). Que es enorme. Mide casi 4 metros de longitud (3.962 mm) por 2.133 mm de ancho y 1.676 mm de altura).
La estética recuerda a las pick-up que Chevrolet vendía en los años 50 del siglo pasado. Tras investigar y recopilar información del coche de choque antiguo para replicar cada detalle tomó piezas de un Chevrolet Aveo para la parte motriz y una única rueda de motocicleta en la parte delantera para que pudiese ser funcional…. y pudiese girar más rápido. Eso sí, homologar algo así para circular en carretera abierta solamente es posible en América.Eaquí en Europa no tendría cabida
Dan Hryhorcoff empezó a manejar un torno con 13 años y estuvo varios años en la Marina de Estados Unidos reparando aviones, antes de estudiar ingeniería mecánica. Con toda esa experiencia y una empresa de maquinaria propia (Justus Machine), no nos extrañaría que este jubilado siguiera sorprendiendo con más creaciones.
Vía: Popular Science