Muy lejos de la extravagante y dudosa originalidad de los coches propuestos para el actual presidente de los Estados Unidos, estos coches presidenciales han pasado a la historia por su elegancia y potencial. A lo largo de la historia su aspecto ha variado mucho pero sin dejar de lado la elegancia que supone una limusina en la que viaja una de las personas más importantes del planeta. Hacemos un repaso de los mejores vehículos según la revista Gear Patrol.
1909 White Model M Steamer
Fue el vehículo del vigésimo séptimo presidente William Taft de 1909 a 19013. El único de los presidentes en serlo también del Tribunal Supremo. Taft nombró su coche particular como el coche presidencial y convirtió los establos de la Casa Blanca en su garaje. Era el fin de la historia del carro de caballos en la avenida de Pensilvania 1600, a partir de entonces, el presidente abría una veda de coches presidenciales y paseos gloriosos a lo largo y ancho del país en ellos.
1939 Packard Twelve
El presidente Franklin Delano Roosevelt, del año 1933 a 1945, también era un hombre de buen gusto y llevaba este Packard Twelve por el puerto. Gran parte de su carrera se desarrolló en el mundo jerárquico de la marina, llegando a ostentar el puesto de secretario de Marina. Tras un periodo fuera del mando tras sufrir la polio, llegó a gobernar el estado de Nueva York y, más tarde, llegar a presidente del país.
El coche del presidente Roosevelt fue el primer coche presidencial en contar con un cristal a prueba de balas. Pese a las recomendaciones de su cuerpo de seguridad, mantuvo la estética de techo abierto, el trágico incidente de Kennedy cambiaría esta política de la peor manera.
1939 Lincoln K-series “Sunshine Special”
El mismo Rooselvet tuvo otro coche presidencial de nuevo blindado, con ventanas antibalas y placas de blindaje. Además, también incluía espacio para el servicio secreto y luces y sirenas. Se trata del Lincoln K-series, una joya histórica.
1950 Lincoln Cosmopolitan
Sin duda, uno de los coches más venerados por los presidentes estadounidenses. Fue el vehículo de tres mandatarios: Truman, Eisenhower y Kennedy. La petición del cambio del Sunshine Special de Rooselvet vino por parte de Truman quien consideraba que ya era hora de renovar. Realizó la petición del Lincoln Cosmopolitan Convetible para luego colocar una especie de «mampara de cristal» para su protección situada en la parte trasera, había que complicar los posibles disparos por la espalda. Obviamente no era el coche que estaba utilizando Kennedy el día de su asesinato.
1961 Lincoln Continental SS-100-X
Esta sí era la limusina que estaba utilizando Kennedy el día de su muerte. Lamentablemente, el Lincoln Continental SS-100-X no contaba con la pieza antibalas que se colocó posteriormente. Tras la muerte de Kennedy, Johnson y Nixon mantuvieron el coche en servicio tras añadir la protección contra balas.
1970-72 Lincoln Continental
Carter y Reagen aprendieron del tráfico incidente ocurrido a JFK y el nuevo vehículo vino con un techo antibalas desde el principio. Se colocaron unas ventanillas en el techo para que los presidentes pudieran saludar al público en sus trayecto, actividad que el servicio secreto estadounidense, como se puede entender, no aplaudía.
1983 Cadillac Fleetwood Brougham
Los intentos de asesinato de Ford y Reagan, los techos abiertos quedaron completamente eliminados de los vehículos presidenciales. El coche oficial de Reagan fue un Cadillac equipado con ventanas antibalas que permitían ver al presidente desde fuera pero que a la vez le mantenía a salvo.
2009 Cadillac One, “The Beast”
La bestia es un buen nombre para la limusina del ya retirado presidente Barack Obama. Lo que hace memorable a este vehículo es que no se basa en ningún otro coche. Es una limusina construida desde cero pese a que se parezca al Cadillac DTS. Se piensa que está construido sobre una plataforma de Kodiac General Motors.
Además de contar con las ventanas blindadas, cuenta con un inhibidor de minas y puede expulsar humo y granadas en defensa, todo un tanque presidencial. Pero no se queda ahí la cosa, los americanos han aprendido la lección de lo peligroso que es tener un país donde se pueden comprar armas y todo presidente está en peligro, más aún los que generan cambios, «La bestia» cuenta con unos bombonas de oxígeno a bordo para poder ser utilizados en caso de ataque químico.
Vía: Gear Patrol