Muchas partes del mundo se enfrentan a temperaturas anormalmente altas en verano. Es el momento de los ventiladores en los salones y las ganas de un chapuzón fresquito, y somos muchos los ansiosos por coger unos días de vacaciones. Con esto en mente, este es el mejor momento para recordar de los peligros que conlleva dejar a un niño o a una mascota en el interior de un coche al sol, incluso por apenas unos pocos minutos. Y para tenerlo siempre en mente, Ford nos hace una demostración muy gráfica.
Cada año, son muchos los niños vulnerables y las mascotas familiares que mueren a causa de un golpe de calor (hipertermia) después de ser dejados dentro de un vehículo caliente. Según KidsandCars.org, el cuerpo de un infante se sobrecalienta de tres a cinco veces más que el de un adulto. Los animales también están en riesgo, pues un perro puede tardar solo seis minutos en morir en un coche candente, de acuerdo con la organización de caridad que promueve el bienestar de los animales RSPCA Australia.
Para poner de manifiesto los peligros de los coches calientes, Ford encargó a un escultor de hielo la creación de un “bebé” y un “perro”, y los colocó en el interior de un vehículo en sus instalaciones de climatología (“Weather Factory”) de Colonia, Alemania. En el exterior del coche, la temperatura se fijó en 35 °C. Pero, en 19 minutos, la temperatura en el interior del mismo había subido a 50 °C. Las esculturas de hielo empezaron a derretirse inmediatamente en consecuencia, y siendo honestos, no tardaron demasiado.
Para el clip, el escultor de hielo profesional gestó una réplica de un bebé de 12 meses, con su chupete y un juguete, y la de un perro labrador de tamaño natural, con su collar y dentro de una caja de mascotas en la parte trasera de un Ford Focus Sportbreak. Finalmente, las pruebas realizadas en las instalaciones de la marca demostraron cómo el efecto invernadero puede afectar a bordo de los vehículos. La radiación de onda corta entra por las ventanillas, rebota en los asientos y el salpicadero, y calienta el habitáculo.
Muchos fabricantes, incluido Ford, ahora ofrecen algún tipo de alerta para los ocupantes del asiento trasero que puede recordar a los conductores si hay un niño o un perro ahí. Pero es una opción relativamente nueva en el ámbito automotriz, y con una edad media del parque automovilístico de más de una década, la mayoría de los vehículos no ofrecen este segundo nivel de seguridad. Eso significa que nos corresponde a nosotros no olvidar a nuestros seres queridos en la parte de atrás (o dejarlos allí intencionalmente).
Fuente: Ford
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