Hay coches que destacan por su fiabilidad, por sus prestaciones. Coches que se recuerdan por su estética, por lo duros que eran… Pero solo algunos consiguen convertirse en un verdadero icono, un símbolo de una época o de una forma de vida. Este es el caso de la Bulli, la mítica furgoneta de Volkswagen que celebra sus 70 años.
Sus más de 13 millones de unidades vendidas atestiguan que esta furgo no es una más. Es imposible no pensar en ella como en un símbolo del movimiento hippy, pero es mucho más que ello. Eso solo fue un capítulo de una larga historia que alcanza ya los 70 años. Vehículo de transporte de mercancías, de pasajeros, coche familiar, camper… cada Bulli encierra su propia historia desde que en 1950 en Wolfsburgo se creara uno de los vehículos más icónicos y queridos de la historia.
70 años desde el nacimiento de la furgoneta Volkswagen
Para conocer la historia de la Volkswagen Transporter hay que remontarse al Wolfsburgo de 1947. En la fábrica de Volkswagen ya se producía el Beetle, conocido entonces como Tipo 1.
Para llevar las piezas de un lado a otro de la fábrica se utilizaba un vehículo con una plataforma, algo que llamó la atención de Ben Pop. Este era el propietario de la empresa que se encargaba de importar los vehículos de la marca en Países Bajos, y no dudó en coger papel y lápiz y realizar un primer boceto de la furgoneta allí mismo. Tres años después, su idea se había hecho realidad.
El Volkswagen Tipo 2 o Transporter se lanzó como un vehículo para transporte de pasajeros. Con dos filas de asientos traseros abatibles, podía ser empleado como microbus con ocho asientos. Cargándolo de mercancías, llegaba a permitir hasta 750 kilos. Su motor y caja de cambios provenían del Beetle.
Sus primeras versiones no pasaban de los 80 km/h, lo que hacía que fuera perfecto para ir con calma mirando el paisaje. Quizás por eso fue perfecta cuando llegó el movimiento hippy y la vida se empezó a tomar con más tranquilidad.
También es curiosa la elección de su nombre. La mítica Bulli no se pudo llamar oficialmente así porque su nombre ya estaba registrado. Eso llevó a que se buscara otro, decantándose por el descriptivo Transporter. Sin embargo, a los trabajadores de la fábrica les gustó tanto la primera propuesta que la siguieron llamando así, llegando a hacerla conocida por ese nombre. Bulli, del alemán Bullig, significa «robusto».
La primera furgoneta sigue en ruta
Hace 70 años, en la fábrica de Wolfsburgo se produjo la primera furgoneta Volkswagen, un vehículo que perdura hasta nuestros días literalmente. El chasis 20-1880, el primero en la línea de producción, salió de la factoría para dedicarse al transporte de mercancías el 5 de agosto de 1950.
A este trabajo se enfocó, con gran éxito, durante sus primeros 23 años de vida por las calles de Hildesheim, en la Baja Sajonia. Los nuevos avances en el mundo de la automoción habían dejado desfasada a esta Bulli primigenia. Sin embargo, eso ni mucho menos supuso el final de su vida. Tras ser vendida a un particular, la Bulli desapareció del mapa durante casi 20 años, pasando de garaje en garaje de distintos coleccionistas de la marca alemana.
Pero, en 1992, su suerte cambió. Cayó en manos de Dane Tonny, un fanático de este vehículo, que decidió llevársela a Dinamarca y cambiar todo lo necesario de su interior para que volviera a funcionar. Y tanto que lo hizo. Cuando su propietario se puso al volante ya no lo quiso soltar.
En el año 2000, la furgoneta pasó otra vez por rehabilitación para restaurarla por completo. Tras este pequeño parón, la Bulli acudió al evento Bad Camberg y en los años siguientes no se perdió ninguna celebración, acumulando 20.000 kilómetros por toda Europa. La furgoneta estaba en plena forma, no como Tonny que ya no se veía con la fuerza necesaria para seguir en la carretera.
Por ello, decidió venderla. Pero como quería que siguiera en funcionamiento y no se quedara parada en el garaje de cualquiera, emprendió una búsqueda del propietario perfecto. De nuevo una visita extranjera cambió la historia. El príncipe de Dinamarca se encontraba de visita en la fábrica de Volkswagen de Hannover cuando mencionó que en su país se encontraba el primer modelo fabricado de la Bulli y que, además, ¡estaba en venta!
La furgoneta volvía a su casa, donde sigue siendo la reina de la fiesta allá donde va. En algún evento al que acuda se encontrará con la e-Bulli o la ID. Buzz y podrá desearles suerte en el camino que van a empezar, un camino en el que la furgoneta de Volkswagen lleva ya 70 años circulando y sin intención de dejar de hacerlo.