Que una marca nos ofrezca en 2023 un catálogo completo de opciones sería lo más normal. Aquí cuando decimos opciones decimos motores (de todos los colores) y acabados (de todos los sabores). Esto sería lo normal, pero como sabemos la electrificación pura es la opción a futuro de muchas marcas de nuestro mercado. Vaya por delante que esto no está mal, tiene su sentido, pero cuando analizamos el caso concreto de Škoda, nos sale la sonrisa nerviosa.
De aquí a 2030, el mercado va a cambiar. Mucho. Como decimos algunas marcas irán por la electrificación pura y otras seguirán apostando por el abanico de motores y acabados y esto es precisamente lo que vivimos en la experiencia RS de Škoda; una propuesta de futuro que no va a prescindir de un motor de 245 CV gasolina en detrimento de uno eléctrico.
Škoda, apuesta por esta convivencia de motorizaciones y así nos lo hizo saber probando cuatro modelos distintos en cuatro tesituras distintas. Una tarde con la gama RS de Škoda que nos supo a poco y que nos dejó con ganas de más.
La importancia de la gama RS de Škoda
Desde que la insignia RS llegó por primera vez a un vehículo Škoda en 2001 ha llovido bastante pero su esencia se mantiene intacta en los modelos que pudimos probar. Siempre sinónimo de alto rendimiento durante más de 50 años, los valores y motivaciones que inundaban a los primeros modelos de rallye Škoda se palpan e impregnan el interior de los Octavia, Kodiaq o Enyaq de las últimas generaciones.
Podemos decir que desde que llegase al mercado el Kodiaq en su versión RS de 2018 hasta el presente 2023, los datos de venta de Škoda en este menester han ido creciendo como los adeptos a este «acabado». Por daros un dato de la importancia de la gama RS en la propia Škoda, en 2013 se vendieron en nuestro país 110 coches con apellido RS. A fecha de noviembre de 2023; solo en este año, se han vendido 5.700 unidades con apellido RS.
Esto, que en términos absolutos supone un aumento del 25% se traduce en insights de mercado que nos siguen diciendo (y seguimos diciendo) que nos gustan los coches de rendimiento. Que nos gusta que un shooting brake, Combi en este caso, sea un coche familiar con carácter e incluso, que un SUV sea divertido si le damos un buen apellido como el RS.
Y por supuesto, que aunque nos gusten los coches eléctricos, en el mercado caben todas las motorizaciones. Y parece que Škoda, piensa igual. Veámoslos uno a uno:
Kodiaq RS
Presente desde 2018, el Kodiaq RS fue el primer SUV de la línea RS de Škoda. Equipado con un motor diésel biturbo que entregaba una potencia de 176 kW (240 CV). En ese momento, el vehículo destacó por sus aspiraciones deportivas al establecer un récord de vuelta para SUV de siete plazas en el icónico circuito Nürburgring-Nordschleife. Tras la modernización de la tecnología de su gran SUV en 2021, el Kodiaq RS se presenta aún más deportivo y eficiente. Su actual motor de gasolina 2.0 TSI cuenta con una potencia de 180 kW (245 CV) y pesa 60 kilogramos menos que su predecesor.
En la toma de contacto con el Kodiaq evitamos la autopista y fuimos directo al circuito de pruebas 4×4 a darlo todo y a ver como se comportaba este SUV (sobre el papel) en un terreno más inhóspito. Digo sobre el papel porque en el primer giro de curva, el Kodiaq hizo gala de su tracción total sin más asistencia que nuestro instructor para solventar una salida a dos ruedas, para muestra un botón:
El resto de la prueba pudimos ver el desempeño del asistente «Hill descent control» en subida y bajada en ambos sentidos. Marcha atrás y directa. Este Kodiaq infunde seguridad y rompe con el sambenito de SUV siendo un 4×4 muy capaz, capaz de enamorar al purista 4×4 de la sala.
Enyaq RS
Los modelos Enyaq y Enyaq Coupé RS lideran el actual portfolio de vehículos de Škoda, destacándose por su amplio equipamiento desde la versión de salida. Incluyen el distintivo Crystal Face, resplandeciente con 131 luces LED que iluminan las nervaduras verticales de la parrilla de Škoda, junto con una franja luminosa horizontal. Ambos modelos, están impulsados por dos motores eléctricos que alimentan las cuatro ruedas, logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 6,5 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 180 km/h.
Como podéis intuir tras este dato, nuestra prueba con el Enyaq Coupé RS consistía en una Drag Race que acababa en una «drag frenada» de emergencia. Llevar el coche al máximo para luego frenar dentro de un espacio igual de grande que el coche es una tarea bastante complicada, al menos para mi. De tres intentos, mi mejor resultado fue mover el cono final 2 centímetros, fue un fracaso absoluto. No me escondo.
En esta prueba pudimos testar la tracción total y la capacidad de entrega de potencia en un SUV eléctrico que entrega en su pico 341 CV (250 kW), la aceleración tiene un toque de suavidad en los metros iniciales pero tiene una curva de entrega que cuando llega a su crecimiento máximo te das cuenta de lo rápido que vas y de cómo pasa de una linealidad más comedida a una entrega más revolucionaria.
Sobre la frenada, que decir de un grupo de frenos que es capaz de frenar un SUV eléctrico de 2.119 kilos en cuestión de metros. La prueba necesitaba de cierta pericia para ganar, pero cuando le pides a estos frenos una capacidad de adaptación me quedé muy sorprendido de cómo responden al «pisotón» y como son capaces de detener semejante masa eléctrica. En el segundo intento sí que note como yendo de menos a más el coche responde inmediato a las necesidades de una frenada más sostenida pero que necesita de un golpe final para evitar el accidente.
En una frenada más de emergencia, de esas que necesitas parar si o sí, tengo que decir que este coche es fantástico. Si bien no le hice mucho caso al instructor, la frenada más seca me sirvió para escribirte estas líneas. En este punto y antes de avanzar, nunca es tarde para agradecer la paciencia y dedicación a los instructores en las pruebas de Škoda; gracias mil.
Octavia RS y Octavia Combi RS
La cuarta generación del Octavia RS, en circulación desde 2020, presenta el motor 2.0 TSI basado en el Octavia RS 245 de la generación anterior. El desarrollo se enfocó en mantener las características dinámicas y una potencia máxima de 180 kW (245 CV), al mismo tiempo que se mejoraba la eficiencia. Este hito se logró mediante el aumento de la presión de la inyección de combustible a 350 bares, la implementación de coronas de pistón con una nueva forma y un nuevo retén del cigüeñal para reducir la fricción y, en consecuencia, el consumo de combustible. Además, los ingenieros de Škoda realizaron modificaciones en la salida de gases de escape y el sistema de ignición para darle un poco más de magia a este sedán y combi tan especial.
Empezando por el sedán, nuestra pericia de frenada se iba a ver reflejada en el circuito de carreras. Los que conozcáis algo del submundo de los circuitos de Madrid sabréis que el del INTA es de lo más ratonero. Cortito, virado y con una recta con curva que puedes gastar gas si te apetece.
Tres vueltas, tres. Las suficientes para darlo todo (siguiendo instrucciones) y llevar al Octavia al límite de lo que daba la pista. Aceleración, dirección y frenada, la terna mágica del RS entrando y saliendo de cada curva.
En aceleración, los 245 caballos y el par de 370 Nm son como un regalo de navidad en un mundo de berlinas de conveniencia. Son un pequeño toque de realidad de rendimiento que sabes que están ahí y que te alegras de poder conducirlas de vez en cuando. Si sumamos a esta potencia una dirección firme, de tacto comunicativo y ágil las sensaciones Rally Sport se multiplican. Aquí llevas al Octavia RS al terreno reservado para coches puristas. Para acabar, decir que la frenada, cuando está en su punto de calor justo es una delicia. Firme, precisa y contundente cuando lo necesitas. ç
3 vueltas, 3. Que en mi haber de vueltas rápidas se cuelan en el top de sensaciones. A la altura de otros coches más caros y de otros circuitos más míticos.
Una vez nos despedimos del circuito vimos como un Octavia Combi RS azul se quedaba disponible para el tramo de ruta antes de acabar la experiencia. Que me perdonen el resto de compañeros pero hubo una vez quise comprar ese coche y me decanté por otro, así que me lancé de lleno a por él soltando todas mis cosas en el asiento antes de hacerle un par de fotos.
Quería sí o sí darme el placer de conducir un rato ese coche, por dos motivos. El primero por no haberme decidido en su momento y segundo porque llevo un tiempo viendo coches para un amigo que busca un shooting brake, combi en este caso, como siguiente coche.
Os adelanto que los audios de WhatsApp que le mandé a mi amigo siendo yo el copiloto fueron de lo más sinceros, no os hago una transcripción literal pero iban por este estilo.
En autopista tenemos una dinámica sostenida, muy cómoda a esos 100-120 Km/h con consumos de entre 7-8 litros. Amigos, amigas no olvidemos que llevamos un motor de 245 caballos y que este combi suma 1.528 kilos, aún así este consumo no es nada comparado a la ruta en tramo de rally por la cabrera.
En los treinta y pico kilómetros de autopista donde poco más puedes hacer que ir cómodo mi compañero y yo fuimos admirando la construcción interior del Combi RS. Nota media 9. Es un coche muy bien terminado, con buenos materiales y buen sistema de infoentretenimiento, con un techo solar panorámico tan eterno como el legado de Škoda en competición. Los asientos recogen bien y son muy confortables con reglajes muy completos. Como digo, treinta y pico kilómetros que fueron cómodos y solventes.
Salimos de autopista y esos 7-8 litros se convirtieron en 9,5. Un tramo de ascenso muy veloz y virado por la Sierra de la Cabrera donde puedes arrear con cabeza y que el RS saque su modo sport. Es un coche que entra en curvas con un aplomo mejor que el de mi coche, las cosas como son. Esos 1.528 kilos de peso no se notan en exceso y por ser un poco más castizo: no le pesa el culo. Es un Combi que se desenvuelve muy bien entre curvas y parece diseñado para ello.
La terna mágica de los RS que vimos en circuito se adapta perfectamente al tramo de Rally de la mítica sierra de Madrid. Un ascenso que se me hizo muy corto por lo bonito del paraje y lo bonito del coche.
Hicimos cambio de piloto, pero hubiera seguido unos pocos kilómetros más. El Škoda Octavia Combi RS parte de los 42.800€, sinceramente pocos euros me parecen para un coche familiar de este calado. Ahora me quedará la duda de si realmente me lo tendría que haber comprado…
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