Aunque no lo parezca, General Motors (GM) era un jugador de peso en el mercado europeo. Si que es verdad que no a través de la marca Chevrolet o Cadillac, pero sí con Opel. Tras casi 90 años de propiedad, el gigante estadounidense se deshizo de la firma del rayo en 2017 para ser adquirida por PSA (ahora Stellantis). Desde entonces, la presencia de GM en Europa ha sido cuanto menos testimonial, aunque parece que eso está cerca de cambiar.
Con el auge de los coches eléctricos, el más grande del trío de Detroit cree que puede intentar un nuevo asalto en el Viejo Continente, y esta vez ser exitoso de verdad. Europa es uno de los mercados automotrices más grandes del mundo y, en general, los vehículos eléctricos se están volviendo extremadamente populares (y serán impuestos a partir de 2035). Es por eso por lo que GM podría ingresar de nuevo al terreno europeo como una marca totalmente eléctrica, tal y como ha defendido últimamente su CEO.
“Hace unos cinco años, vendimos el negocio de Opel a lo que ahora es Stellantis, y no tenemos remordimientos de vendedor por un negocio de combustión interna. Pero estamos viendo la oportunidad de crecimiento que tenemos ahora, porque podemos volver a entrar en Europa como un jugador de vehículos eléctricos. Estoy deseando que llegue ese día”, dijo la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, en una entrevista con The Detroit Free Press en el centro técnico de la empresa en Warren, al norte de Detroit.
De por sí, GM planea ser una marca completamente eléctrica de cara a 2035, y Barra quiere aprovechar la oportunidad para apropiarse de una porción de este lucrativo pastel. Porque GM se deshizo de Opel por 2.200 millones de dólares para sufragar el desarrollo de vehículos para América del Norte y China, así como liberar dinero para desarrollar vehículos eléctricos. Tanto Opel como la filial inglesa Vauxhallhabían estado perdiendo dinero durante 16 años seguidos, por lo que su venta fue una decisión lógica.
Además de acabar con las marcas no rentables, la salida del conglomerado estadounidense de Europa también tuvo unos efectos a largo plazo que ahora se están materializando después de la pandemia. Con casi ninguna presencia en el continente, GM es inmune a los problemas que enfrentan los fabricantes aquí, como los altos precios de la gasolina, el conflicto en Ucrania por la invasión ruda o las costosas materias primas. Sin embargo, su presencia en Europa es vital si GM quiere optar a ser el mayor fabricante del mundo.
Si bien Barra no ha especificado un cronograma o boceto del plan de regreso de GM a Europa o qué vehículos eléctricos podrían estar en oferta, si sigue adelante con el plan, solo tendría sentido hacerlo con los productos más convencionales, que serán más atractivos para los clientes, como la última –y próxima– oleada de SUV eléctricos capitaneada por el Cadillac Lyriq. A estos se deberían de sumar modelos de Chevrolet más económicos, y tal vez y solo tal vez, podamos disfrutar de nuevo de un nuevo Camaro, aunque eléctrico.
Fuente: Insideevs