Uno de los grandes quebraderos de cabeza de la movilidad es cómo inrtroducir un sistema de trasnporte personal en el centro de las grandes ciudades, más allá del transporte público. Ojo a Halfgrid, una propuesta de unos diseñadores de un estudio de diseño de transporte con sede en Bulgaria. Se trata de cápsulas individuales, poco mayores del tamaño de una persona que se mueven por la ciudad a través de cables suspendidos y funcionan con inteligencia artificial.
La idea no es nueva, se trata de transportar a una persona a su destino en un nivel distinto del suelo, para no aumentar la congestión de las calles. Nada que no hayamos visto con metros o incluso teleféricos: un sistema donde son las vainas las que se desplazaran a lo largo esos cables de acero tensado.
Esta perspectiva es clave, ya que significa que cada cápsula puede dirigirse a diferentes destinos, a diferencia de un teleférico tradicional, donde hay un único punto de salida y de llegada. Cada cápsula podrá transportar a una persona o a un paquete de cierto tamaño… y se puede programar para llegar a donde necesitan llegar.
Los pasajeros pueden programar todo a través de la aplicación y elegir un punto de recogida y un destino. Básicamente, es como reservar un Uber, salvo que viajará en una cápsula en la superficie. El mismo sistema se puede utilizar para las entregas de mercancías. La idea es que todo el sistema se diseñe para ser «prácticamente silencioso», por lo que aportará contaminación acústica a la que ya crea la congestión vial.
No es un sistema apto para personas con vértigo, desde luego, pero podría ser un sistema que pudiera funcionar en zonas que quieran peatonalizarse. ¿El siguiente paso? Pues crear un prototipo, un socio financiero… y una ciudad piloto que esté dispuesta a probarlo.
Fuente: Half Company