Hay muchas denominaciones famosas en el mundo del motor. La mayoría representan la deportividad de cada fabricante, relacionadas con algún momento clave de su historia. Sin embargo, pocos que estén a la altura de Bugatti Super Sport. Para encontrar por primera vez hay que retroceder 90 años atrás en el tiempo, a la época en la que Ettore Bugatti seguía como mandamás de la compañía dos décadas después de fundarla. Con esa denominación quiso buscar la máxima velocidad sin renunciar a la comodidad en marcha
Bugatti Type 55 Super Sport (1931-1935)
El primer Super Sport de la historia apareció en el Salón del Automóvil de París de 1931, justo hace 90 años. Se trató del Bugatti Type 55 Super Sport, una versión especial de ese gran turismo descapotable que ya marcaba época. El motor de ocho cilindros en línea de 2.3 litros recibió una sobrealimentación mediante compresor, consiguiendo llegar hasta los 160 CV de potencia, cifra muy destacada en ese momento. Mantenía su agilidad y equilibrio, pero además logró una velocidad máxima de 180 km/h. Apenas se hicieron 38 unidades antes de que finalizase su producción en 1935.
Bugatti EB 110 Super Sport (1993-1995)
Para el siguiente en la saga hubo que esperar casi seis décadas. El Bugatti EB 110 Super Sport llegó como una edición especial de aquel superdeportivo que devolvía al fabricante a la vida en los años 90 de la mano de Romano Artioli. Este modelo fue el primero de producción con carrocería de fibra de carbono (parcialmente) y destacaba por un monocasco del mismo material que pesaba apenas 125 kg.
El Bugatti EB 110 Super Sport montaba una mecánica V12 de 3.5 litros con cuatro turbos que desarrollaba 610 CV. Gracias a ello conseguía acelerar de 0 a 100 km/h en 3,26 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 351 km/h. Solamente se hicieron 39 unidades entre 1993 y 1995, por lo que están muy cotizados.
Bugatti Veyron 16.4 Super Sport (2010-2015)
Dos décadas después y ya bajo el paraguas del Grupo Volkswagen se decidió mantener la saga. Se hizo con el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, el ejemplar con el que se rompió el récord de velocidad en 2010 y que pasaría bastante tiempo inscrito en el Libro Guinness de los Récords gracias a esos 431,2 km/h que marcó. No era de extrañar, pues el Veyron por aquel entonces ya se trataba de un superdeportivo que venía de otro tiempo y en esta versión mejoró aún más.
La aerodinámica fue modificada generosamente para favorecer el flujo del aire con esas entrada tipo NACA o cubriendo la parte del motor parcialmente. La mecánica es ese prodigio de la ingeniería que a día de hoy sigue vivo: el W16 de cuatro turbos y 8.0 litros. Aunque inicialmente tenía 1.001 CV, en esta ocasión se hicieron modificaciones para llegar a la cifra de 1.200 CV (y 1.500 Nm de par) y catapultar al Veyron 16.4 Super Sport de 0 a 200 km/h en 6,7 segundos. La velocidad máxima quedaba regulada a 415 km/h en las 48 unidades que se vendieron de este modelo.
Bugatti Chiron Super Sport (2021-)
En 2019 la historia se repetía con el Bugatti Chiron Super Sport 300+, un ejemplar especial que buscaba batir un récord de velocidad. Consiguió marcar nada menos que 490,484 km/h, superando holgadamente a sus antecesores y quedando cerca de esa barrera de los 500 km/h. Estaba limitado a 30 unidades con un diseño similar al de la unidad que consiguió ese récord, con una zaga extendida 25 cm y modificaciones para favorecer esa velocidad máxima que siempre han buscado.
Y ahora en 2021 ha llegado el Bugatti Chiron Super Sport, una versión más lógica de dicho ejemplar, que busca mantener las altas velocidades sin renunciar al confort. Mantiene ese W16 de cuatro turbos y 8.0 litros de capacidad con una potencia de 1.600 CV y 1.600 Nm de par (100 CV más que otras versiones) y perdiendo algo de peso. Por ello, pasa de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos y de 0 a 300 km/h en 12,1 segundos; con una velocidad máxima limitada a 440 km/h.