Si a principios de esta misma semana hablabamos del récord de velocidad del Hennessey Venom GT, a principios de la que viene veremos en el Salón de Ginebra 2014 al coche que podría quitarle la marca. Se trata de la creación más radical jamás creada por el fabricante sueco Koenigsegg. Con 1.341 CV, apenas pesa 1.341 kilos, lo que lo deja con una relación peso/potencia de 1 kilo por cada caballo de potencia. De ahí su nombre Koenigsegg One:1.
Desarrollado a partir del Koenigsegg Agera R, solamente se fabricarán seis unidades del Koenigsegg One:1… y ya se han vendido todas. Han volado tan rápido como las velocidades que alcanzará este peso ligero. Su carrocería se ha fabricado fibra de carbono. Y de entre todos los aditivos aerodinámicos destaca su alerón posterior, capaz de variar el ángulo de incidencia entre -6º y +25º para adecuarse a la velocidad a la que circula. El objetivo es que pueda servir de aerofreno o que incremente o disminuiya el efecto suelo en función de la velocidad.
Para lograr ese peso ligero (114 kg menos de los que pesa un Porsche 911 Carrera) se ha utilizado de forma masiva la fibra de carbono incluso en sus llantas, que son de 19 pulgadas en el eje delantero y de 20 pulgadas en el trasero. En ellas se calzan neumáticos desarrollados por Michelin homologados para rodar hasta los 440 km/h. Como ves, lo de crear el vehículo de producción más rápido del mundo no era un farol.
El encargado de mover esta escasa tonelada sobre ruedas será un imponente motor 5.0 V8 sobrealimentado que puede ofrecer hasta de 1.341 CV, con un par máximo es de 1.371 Nm (una barbaridad, pues un Bugatti Veyron «solamente» llega a los 1.250 Nm). Más potente que un McLaren P1, el LaFerrari y el Porsche 918 Spyder, por citar las tres últimas joyas de la automoción. Semejante potencial se traslada a sus neumáticos traseros por medio de una caja de cambios automática de doble embrague con 7 velocidades, y también cuenta con un diferencial trasero activo. Podrá alimentarse con gasolina sin plomom o con etanol E85.
La marca sueca se refiere a su creación, directamente, como «el primer megadeportivo». La verdad es que juega en otra liga. Sin conocer todas sus prestaciones, su cifra de aceleración (¿o deberíamos decir despegue?) de 0 a 400 km/h es de 20 segundos. Y como todo lo que corre debería detenerse a tiempo, cuenta para ello con un sistema de cuatro discos carbocerámicos, que son de 397 milímetros en el eje delantero y de 380 milímetros en el trasero. Cuenta con pinzas de seis pistones delante y de cuatro detrás, que detienen en seco, en apenas 28 metros, sus 1.341 kilos desde 100 km/h.
Imaginamos que iremos conociendo más datos de este deportivo a lo largo de estos días. Buggati, McLaren, Ferrari, Porsche… Koenigsegg va a por ustedes… y al paso que va este proyectil, los alcanzará rápido.
Fuente: Koenigsegg
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