Madrid, además de ser la capital del país, también es una de las ciudades con más restricciones al automóvil. En este año 2024 ya se prohibió el acceso a todas las vías públicas y urbanas del municipio de Madrid a aquellos coches que no tuvieran etiqueta ambiental. Eso quiere decir que los coches de gasolina anteriores a 2001 y diésel de antes de 2006 han sido condenados por completo. Hasta la fecha se salvaban todos aquellos que estuvieran empadronados en la ciudad, pero eso cambiará con la entrada de 2025.
A pesar de que se han solicitado moratorias para estas restricciones, el Ayuntamiento de Madrid seguirá adelante y prohibirá por completo los vehículos sin etiqueta el próximo año. Eso significa que alrededor de 1,2 coches estarán afectados por la medida y quedarán prácticamente inservibles para sus propietarios. Ese es el dato que ha dado Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y que ha sido rebatido por la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, después de denegar la posibilidad de que se replantearan los plazos de las restricciones.
La política hizo hincapié en la necesidad de estas medidas y recordó que el Ayuntamiento lleva invertidos «más de 100 millones de euros en ayudas» para renovar dichos vehículos. No profundizó en el número que ellos manejan de coches afectados, pero sí dijo que la moratoria no era factible. Supuestamente ya se intentó hacer con el distrito Centro en el anterior mandato y no fue posible en los tribunales. Lo que sí que confirma es que habrá un amplio periodo de aviso para aquellos residentes en Madrid que todavía tengan un vehículo sin etiqueta.
Eso significa que la primera mitad de 2025 les llegarán cartas que instan a la prohibición de circular y a partir de julio se harán realidad las multas de 200 euros. Por lo tanto, más de un millón de usuarios tendrán que dar salida a sus coches para poder seguir moviéndose diariamente. AEA abogaba a que era necesaria una moratoria de dos años (al menos) de esta prohibición debido al número desproporcionado de afectados.
También hacen alusión a que estos coches pagan el IVTM y que el Ayuntamiento recauda cerca de 32 millones de euros gracias a ellos. Aunque se hayan rechazado sus peticiones, también solicitaban una exención fiscal de los vehículos no autorizados, además de un refuerzo y mejora para la señalización de acceso a dichas zonas. De hecho, algunas de las multas han sido desestimadas por el tema de la señalización.