El renovado GLC Coupé ya ha pasado por las manos de Affalterbach, pero esta vez para posicionarse por debajo del GLC 63. El Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC Coupé se une al resto de la gama SUV de la marca con un motor de seis cilindros cuya potencia es cercana a los 400 CV. Además, presenta pequeños cambios estéticos, nuevo equipamiento y más tecnología que su precedente.
El Mercedes-AMG GLC 43 Coupé 2020 hereda el mismo diseño, pero con un aspecto actualizado que podemos encontrar en todos los pilotos y la incorporación de del mismo sistema de infoentretenimiento que sus contrapartes GLC 300 y GLC 63. También se ha prestado a montar una nueva rejilla con lamas verticales, tintes en negro mate en las tomas de aire delanteras y, en la zaga, unas salidas de escape que, previamente, eran trapezoidales.
El interior recibe toques sutiles rojizos para agregar algo de color, mientras que la pintura roja sobrante se usó, probablemente, para pintar cada cubierta del motor AMG. Nada más cambia en su interior respecto al modelo que sustituye excepto el volante, que ahora es el mismo que se usa en el resto de la alineación de Mercedes-AMG, y las dos pantallas de (12,3 y 10,25 pulgadas) que integran la tecnología MBUX de la compañía.
El conjunto de diales digitales también ha sido preparado para mostrar elevadas lecturas del velocímetro, algo importante dado que Mercedes ha exprimido un poco más el motor V6 biturbo de 3.0 litros hasta los 390 CV, lo que supone un aumento de 23 CV; el par motor se mantiene en 520 Nm. Estas cifras se trasladan al asfalto mediante un sistema de tracción total (4Matic) a través de una caja de cambios automática de nueve velocidades.
Así, el nuevo Mercedes-AMG GLC 43 Coupé puede cubrir el sprint de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima limitada, los mismos registros que antes. Estos números solo se pueden conseguir con el combo de ruedas y neumáticos que Mercedes que vende junto con llantas de 21 pulgadas. Según la marca, en cuanto a dinámica se refiere, el eje trasero tiene prioridad –69%– para asemejar el control a una configuración de propulsión.
También tiene cinco modos de conducción: Slippery, Comfort, Sport, Sport+ e Individual. Según cuál sea seleccionado, la configuración de la respuesta del motor, de la transmisión, de la suspensión y de la dirección se modifican. Además, también hay dos ajustes más cortesía del sistema AMG Dynamics (Basic y Advanced), que afectan a la gestión de la tracción total o al nivel de intervención del ESP, entre otros.
Y, aunque el GLC 43 Coupé está destinado a ser igual de polivalente que cualquier otro modelo de la gama, contiene algunas mejoras enfocadas al placer de la conducción espirituosa, como una dirección de asistencia variable y suspensión neumática autonivelante con amortiguadores multicámara específicos de AMG que controla los movimientos de cada rueda de forma individual. Esta última se puede programar para funcionar en modo Comfort, Sport y Sport+.
Fuente: Mercedes
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