Con más de cinco años para poder crearlo, con una pandemia en el medio, y con varios miles de kilómetros de desarrollo de carreteras y pistas en su haber, el renombrado especialista en Porsche con sede en el Reino Unido, Paul Stephens, ha revelado su última visión particular del que tal vez es el mejor 911 de la historia. Se llama Autoart 993R, basado en la generación 993, pero con una serie de modificaciones que lo hacen “un 25 % mejor en cada aspecto” del coche.
Creado como una declaración al placer de conducir, el Autoart 993R combina un “nueveonce” Carrera 2 de 1994 a 1998 de carrocería estrecha con características del RS, validado para competir como equipo original (EO) y componentes modernos derivados del Porsche GT, junto con Paul Stephens. Con la crudeza y el encanto de un Porsche enfriado por aire, pero con ingeniería moderna y los avances en materia de fabricación ligera, el 993R llega con un diseño más atractivo, y un mejor rendimiento y experiencia de manejo en general.
Con un motor que pasa de 3.6 a 3.8 litros, un cigüeñal de un 997 GT3, pistones RSR, árboles de levas mecanizados y varios componentes de Porsche Motorsport, la potencia máxima de 330 CV se alcanza a 7.400 rpm en comparación con el 272 CV de origen a 6.100 rpm. Mediante esta configuración, el equipo de Paul Stephens se centró en una capacidad de conducción diaria en lugar de la potencia absoluta. Para aquellos que desean más potencia, también está disponible una versión de 360 CV que ubica la línea roja a unas orgásmicas 8.500 rpm.
De igual forma, el par se ha aumentado para proporcionar 360 Nm a 5.675 rpm, y el peso se ha reducido a 1.190 kilos en seco (antes 1.370 kg). Con 270 CV/tonelada, tiene la misma relación potencia/peso que un 911 GT3 de la serie 996, y los clientes deberían esperar un rendimiento similar con el motor de 330 CV instalado. Sin embargo, con la opción más picante de 360 CV, que ofrece 295 CV por cada tonelada frente a los 293 CV del GT3 que vino después (997), los conductores deberían esperar que sea un Porsche un poco más enérgico.
Para conseguir reducir masa en la báscula, el Autoart 993R de Paul Stephens vio su carrocería desmontada hasta dejar el metal desnudo, se soldaron los paneles de nuevo y se equipó con una jaula antivuelco integral a la que se quitaron las canaletas de lluvia. La cubierta del motor, los parachoques y la cubierta del motor son nuevos y están hechos de un compuesto ligero, al igual que el techo, mientras que Porsche Motorsport ha suministrado cristales más delgados y ligeros, y un capó de aluminio. Incluso se ha eliminado gran parte del cableado.
El interior también ha sido remozado, con todo simplificado y aligerado, pero con materiales de mayor calidad. Los asientos eléctricos estándar han sido reemplazados por buquets Recaro de fibra de carbono; los limpiaparabrisas y los intermitentes están mecanizados en aluminio; y todas las superficies del coche, ya sea en el salpicadero, los paneles de las puertas o la consola, han sido tapizadas en cuero negro. El sistema de audio de serie y las luces interiores montadas en el techo también han desaparecido, aunque no el aligerado aire acondicionado.
En lo referente a la suspensión, Paul Stephens retiró el kit original para colocar en su lugar uno de Porsche Motorsport ajustable en cinco direcciones, y con cinco configuraciones controladas electrónicamente a medida, creado por los especialistas Tractive y Center Gravity. Junto a ella, los frenos quedan a cargo del conjunto del 993 RS original, con ABS, mientras que las llantas de 18 pulgadas equipadas con neumáticos Michelin Pilot Sport vienen de un 911 (996) GT3 RS. No es un juguete, es casi un coche de carreras con ciertas concesiones a la vida diaria.
Paul Stephens no ha revelado el precio del Autoart 993R inicial para los clientes interesados, ni cuántos tiene la intención de construir, lo que depende de la reacción del gran público.
Fuente: Paul Stephens
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