Es indudable que el 911 es el rey dentro de la gama Porsche. Pero eso no significa que no tengan otros ejemplares realmente interesantes. Por ejemplo, los Porsche 718 Spyder y Cayman GT4, unas versiones deportivas de los modelos pequeños que están dedicadas a ese público más purista. Alabamos la combinación entre motor atmosférico y cambio manual, pero ahora también se da la opción a tener la transmisión automática PDK en ambos modelos.
Tanto el descapotable como el coupé llevan el motor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros montado en posición trasera. Con sus 420 CV y 420 Nm, estaban más que aseguradas las sensaciones al tener una caja de cambios manual. Pero ahora con la automática PDK se busca la mayor precisión y prestaciones, al no tener interrupción de par cuando se cambia de marcha en aceleración. Gracias a ello consiguen acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, medio segundo más rápidos que los manuales. El 0 a 200 km/h lo hacen en 13,4 segundos (0,4 segundos menos).
Además de en estas versiones deportivas, el cambio automático PDK también está disponible en los 718 Boxster GTS 4.0 y 718 Cayman GTS 4.0. Eso es posible a que llevan la misma mecánica bóxer de seis cilindros, aunque con 400 CV de potencia. En estos casos las prestaciones también mejoran. Aceleran de 0 a 100 km/h en 4,0 segundos (0,5 segundos menos que los manuales) y de 0 a 200 km/h en 13,7 segundos (0,4 segundos menos).
En estos ejemplares, que llevan el paquete Sport Chrono de serie, la transmisión PDK va adaptando su comportamiento al modo de conducción seleccionado (Normal, Sport, Sport Plus e Individual) y también se integra el sistema Launch Control. Otras bondades de los automáticos es que en ellos se mejora diferencial autoblocante trasero mecánico para ofrecer unos valores de bloqueo del 30 % en tracción (antes 22 %) y del 37 % en retención (antes 27 %). En términos de equipamiento, también se sustituye el Alcántara de las tapicerías por un nuevo material llamado Race-Tex.