Los posos de café gastados suelen acabar en el vertedero o, con algo de suerte, en una planta de compostaje para hacer abono. Ahora un nuevo estudio ha descubierto que podrían emplearse para alimentar algas productoras de biodiésel.
Ya es posible convertir los posos de café desechados en biocombustible, sin involucrar a las algas el proceso. Sin embargo, parece ser un proceso bastante complejo, lo que reduce la probabilidad de adoptarlo a gran escala.
Los aceites extraídos de algas también se utilizan para producir biodiésel. Las algas suelen cultivarse en material inerte, como la espuma de poliuretano o el nailon, y se alimentan de nutrientes agregados al agua para aumentar su producción de aceite.
En un esfuerzo por simplificar y agilizar las cosas, los científicos de la Universidad Aston de Gran Bretaña intentaron usar café molido como sustento y fuente de nutrientes para el alga Chlorella vulgaris. Tras de algunos experimentos, obtuvieron «biodiésel que produce emisiones mínimas y un buen rendimiento del motor, y cumple con las especificaciones estadounidenses y europeas».
El biodiesel de mejor calidad se produjo al exponer las algas a la luz durante 20 horas cada día, seguidas de cuatro horas en la oscuridad.
Este es un gran avance en el sistema de cultivo de microalgas, dijo la Dra. Vesna Najdanovic, quien dirigió el estudio junto con el Dr. Jiawei Wang. «El biodiésel de microalgas adheridas al café molido podría ser una opción ideal para la comercialización de nuevas materias primas, evitando la competencia con los cultivos alimentarios. El uso de esta nueva materia prima podría disminuir la tala de palmeras para extraer aceite y producir biocombustibles».
Vía: Renewable and Sustainable Energy Reviews
Fuente: Aston University