Fuente: Chris Collaris Design
Vía: Design Boom
Proyectos arquitectónicos basados en los contenedores de transporte es una cosa, pero ¿qué pasa con un proyecto que utiliza una nave entera? Chris Collaris, en colaboración con Rubén Esser, Sander Bakker, y Patrick van der Gronde, acaba de dar a conocer el proyecto Black Gold: una idea que pretende convertir un petrolero en una estructura de uso mixto en la región del Golfo Pérsico.
Así de primeras hay que señalar que el proyecto Black Gold parece puramente conceptual. Pero es cierto que abre el debate sobre si la reutilización de estos gigantescos buques tiene más sentido ambiental que simplemente reciclarlos.
Dicho esto, Collaris parece ver el proyecto Black Gold no sólo como un ejemplo de reutilización adaptativa, sino también como una oportunidad para ofrecer una alternativa a la arquitectura que se ve por esa región.
«La mayor preocupación en la cultura arquitectónica de las ciudades post-globales en la zona del Golfo se puede describir como una sobredosis de edificios pretenciosos«, dice el arquitecto. «Al cambiar la función del petrolero en un buque sostenible y funcional, el barco anclado se puede mantener como un verdadero icono de los Estados árabes en la región del Golfo en la actualidad y en el futuro».
El proyecto Black Gold se llevaría a cabo en aquellas naves que ya no pueden ofrecer el servicio para el que fueron construidas, pero cuya estructura original se mantiene de forma segura. Todo el interior descomunal del buque podría transformar con facilidad en un museo y una zona de exposición cultural, junto con espacios y hoteles. El proyecto incluye, además, una piscina con fondo de cristal en la cubierta.
Mantener fresco el interior podría ser una de las principales preocupaciones, dado el abrasador clima local. Pero, según Collaris, las paredes dobles de acero ayudarían a mantener una temperatura interior confortable.