La moda actual son los SUV. Pero estos coches todoterreno implican también pagar un sobrecoste importante. Tanto en la factura inicial como en el mantenimiento (mayores ruedas, frenos…) y el combustible (son más pesados, gastan más). Pero hay alternativas en el mercado interesantes, que no renuncian a un buen espacio interior y a un comportamiento seguro en marcha, caso del ŠKODA SCALA.
Hace tiempo que lo probamos a fondo. Recorrimos cientos de kilómetros con él y certificamos de primera mano que es un perfecto coche familiar. Espacioso y con un maletero de 467 litros, donde encuentras múltiples accesorios y detalles prácticos. Y si te toca llevar una bicicleta, como fue nuestro caso, resulta tan sencillo como abatir los respaldos traseros para conseguir un espacio de 1.410 litros de capacidad.
No creas que la funcionalidad es el único argumento de compra de este compacto urbano. Es uno de los principales, pero el SCALA puede ser un coche con un aspecto realmente atractivo con acabados como el Monte Carlo, que le aportan un toque deportivo, con elementos estéticos específicos que lo diferencian del resto de la gama, como detalles en negro en la parrilla delantera, los faros Full LED o los cristales traseros oscurecidos.
El habitáculo también es especial y con un tinte más deportivo. Lo más notable sin duda son sus asientos con reposacabezas integrados, tapizados en tela negra, con detalles en rojo en los laterales. Los pedales en aluminio o las molduras en el umbral de las puertas son también algo que no encuentras en cualquier coche. Los guarnecidos son diferentes a los de otros acabados y aquello que más tocas, como el volante multifunción o el pomo del cambio van forrados en piel con detalles en rojo.
Apostando por este acabado suma también un notable equipamiento. Desde la pantalla compatible con Apple CarPlay o Android Auto, con cámara de visión posterior y navegador a climatizador de dos zonas, techo panorámico o cuadro de instrumentos digital. No faltan tampoco un buen número de asistentes que hacen la conducción más segura.
Emplea la misma plataforma de algún otro automóvil utilitario del grupo, sin ir más lejos, el propio ŠKODA Fabia. Resulta fácil de conducir en la ciudad y con un buen aplomo en autovía.
El acabado Monte Carlo se asocia a un motor fabuloso si eres de los que viajas mucho. Se trata del 1.5 TSI EVO de 150 CV, que puede combinarse con un cambio manual de seis relaciones o la caja de cambios automática DSG de doble embrague de siete velocidades. Con ella ganarás un selector de modos de conducción (Normal, Sport, Eco e Individual –personalizable–) que varían el tarado de la suspensión, dirección y entrega de potencia.
Hay otras mecánicas disponibles, como el 1.0 TSI de 95 o 110 CV y, si eres de los que precisa una etiqueta ECO para tus desplazamientos y te preocupa el precio del combustible, tienes a tu disposición el 1.0 TGI con 90 CV, que funciona con GNC y resulta muy agradable de usar, además de económico.
Y todo ello, por un precio muy competitivo. Un coche con un motor que no gasta demasiado, imagen deportiva y equipamiento completísimo donde es casi imposible echar algo de menos. El ŠKODA SCALA, en definitiva, el mejor SUV del mercado por cumplir a rajatabla con la máxima de la marca, que no es otra que ofrecer mucho por cada euro invertido.
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