Desde el 1 de agosto, las gasolineras italianas deben exhibir el precio promedio de la gasolina y el diésel en sus listados de precios. La medida surge como respuesta al aumento de los precios del combustible debido a impuestos especiales y busca otorgar mayor control a los precios e información los consumidores. ¿Llegará esta normativa en España?
La normativa
A partir del 1 de agosto, las estaciones de servicio en Italia están obligadas a mostrar tanto los precios establecidos por la propia gasolinera como el precio medio de los combustibles en el país. Esta medida, conocida como el «decreto del combustible», fue implementada como respuesta al incremento en los precios del combustible debido a la reintroducción de impuestos especiales a los hidrocarburos en el país.
Además de proporcionar transparencia, la normativa busca la reducción de precios en circunstancias excepcionales. Las gasolineras tienen un plazo de dos horas a partir de las 8:30 de la mañana para mostrar estos precios promedio, y las que abren después de esta hora deben cumplir con esta obligación durante su horario operativo.
¿Cómo se calcula el precio promedio?
El Ministerio de Empresa italiano calcula el precio medio utilizando los datos proporcionados por la red de estaciones de servicio. Las situadas fuera de las autovías y autopistas tienen sus cifras promediadas a nivel provincial y regional, mientras que en las estaciones de servicio situadas las rutas de alta ocupación, el cálculo se realiza a nivel nacional.
Además, se planea lanzar una aplicación móvil en un futuro no muy lejano que permita a los conductores acceder a los precios medios oficiales y compararlos con las estaciones de servicio cercanas.
Sanciones
Las gasolineras deben cumplir con la obligación de mostrar los precios y también informar semanalmente sobre lo que han cobrado a los conductores, incluso si no ha habido cambios en los precios.
Si un conductor encuentra una discrepancia significativa entre el precio exhibido y la media, puede informar al ministerio. En caso de incumplimiento, las gasolineras pueden enfrentar multas que van desde los 200 a los 2.000 euros, dependiendo de su facturación diaria.
Si una gasolinera incumple la normativa en más de cuatro ocasiones en 60 días, podrían enfrentar la suspensión de sus surtidores por un período que va de uno a 30 días.
Esta nueva medida en Italia busca mejorar la transparencia en el mercado de combustibles y ofrecer a los consumidores información relevante para tomar decisiones informadas al repostar.
Queda por verse si otras naciones, como España, considerarán implementar medidas similares en un futuro.
¿Qué opináis al respecto? ¿Os gustaría ver una medida similar en España?