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Pruebanoticias/
Mario Nogales

Audi A7 Sportback 55 TFSI 340 CV quattro S tronic, prueba a fondo

El Audi A7 Sportback necesita pocas presentaciones. Se trata de la berlina de corte deportivo que ocupa un escalón muy elevado en la marca de los cuatro aros. Un modelo que nacía en el año 2010 con un concepto bastante novedoso y en el que todavía no había muchos rivales. Parecía una fórmula acertada y en 2014 recibió una actualización para mantener el vigor en el mercado. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces…

Recientemente fue presentado el A7 Sportback 2018, que es la segunda generación del modelo y que se asienta sobre una nueva plataforma, la MLB Evo. Eso conseguirá establecer nuevas reglas que os contaremos a continuación. Y a pesar de que Audi tiene la fama de hacer diseños continuistas, con el nuevo A7 han conseguido romper esquemas. Es, sin duda, una de sus creaciones más atrevidas de los últimos tiempos.

Un modelo que toma algunas de las mejores bondades del Audi A8, pero que tiene una personalidad más marcada. En este caso se buscan las sensaciones, una alternativa con mayor dinamismo y con la que disfrutar detrás el volante, no simplemente regocijarse en los asientos traseros. Vamos a analizar a fondo lo que nos ofrece la última generación de este modelo que cambia mucho respecto al anterior que también probamos.

Exterior

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El nuevo Audi A7 Sportback estrena lenguaje de diseño, que tiene una inspiración muy clara. Este modelo es muy parecido al Audi Prologue Concept, un prototipo lanzado en 2014 y que adelantaba muchas de sus líneas. El frontal está copado por una gran parrilla Singleframe que destaca por su anchura y que va colocada en una posición baja. A ambos laterales quedan unos estrechos y afilados faros con una firma lumínica muy atractiva.

Desde el lateral se aprecia a la percepción lo que quiere transmitir este modelo. Está plagado de aristas y ángulos, con lo que consigue una imagen potente y dinámica. En el perfil se puede observar su largo capó, pero lo que más destaca es esa caída de techo que le confiere cierto aspecto de coupé. Su carrocería tipo ‘fastback’ destaca también gracias a detalles como las ventanillas sin marco o las llantas de 20 pulgadas que monta nuestra unidad de pruebas.

En la zaga encontramos una de las zonas más interesantes. Aquí se desvela que, a pesar de su silueta, es un cinco puertas con todas las letras. La amplia luna está bastante inclinada y finaliza en un spoiler móvil que permanece escondido. Cuando se pasa de 120 km/h (o cuando le damos a un botón) se despliega dando un toque más deportivo. Tampoco pasan desapercibidos los pilotos traseros con 13 segmentos verticales que van unidos por el medio y que realizan un juego de luces que ya le gustaría al mismísimo KITT.

A lo que todavía no le encontramos la gracia es a las molduras cromadas que pretender pasar por salidas de escape, pero que en ningún caso lo son. Y mirando el conjunto es fácil apreciar sus dimensiones imponentes. Estamos con un coche de 4,97 metros de largo, 1,91 metros de ancho y 1,42 metros de alto; prácticamente igual que su predecesor a pesar de los cuantiosos cambios. La distancia entre ejes en este caso se queda en 2,92 metros

Interior

Y una vez dentro del Audi A7 Sportback la extravagancia se pierde y nos empiezan a evocar los recuerdos. Aquí es todo prácticamente igual que en el Audi A8, pues la marca alemana ha decidido aplicar las bondades de su berlina de representación en otros modelos de la gama. Eso es una mala noticia por la pérdida de originalidad, pero es una buenísima noticia a nivel tecnológico, pues habrá pocos a la altura de este ejemplar.

Se convierte en todo un escaparate con el nuevo sistema MMI touch response, la peculiar solución de Audi con dos pantallas. En la superior de 10,1 pulgadas es en la que se controlan la mayoría de funciones del infoentretenimiento con el habitual buen tacto y la rapidez del sistema. Justo por debajo queda una segunda pantalla de 8,6 pulgadas que aglutina funciones del climatizador y otras, como poder dibujar caracteres.

Es posible que a muchos no convenza el uso de las pantallas, sobre todo de la inferior, que resta mucha atención de la conducción. Sin embargo, hay que decir que con la respuesta háptica (te avisa con una vibración de que ha reconocido el toque del dedo) y con un poco de aprendizaje no resulta tan complejo. Y por si fuera poco, habrá una tercera pantalla en el habitáculo. El ya tradicional Audi Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas sigue siendo un buen sustituto a la instrumentación tradicional gracias a los buenos gráficos y a las posibilidades de personalización.

En nuestra unidad llamará la atención la configuración de cuatro radios que tiene el volante, que presenta un buen grosor y tacto. Y hablando de eso, hay que decir que el A7 Sportback no ha escatimado en cuanto a calidad percibida de su interior. Si es cierto que no va a estar al nivel del A8, pero tampoco se va a quedar muy lejos. Esa afirmación la podemos hacer desde que entramos y vemos detalles como la tela del techo o el grosor de las alfombrillas.

Entrando en materia hay que destacar el tacto exquisito de la tapicería de cuero, un material que se extiende por parte del salpicadero y las puertas. También hay algunas molduras con un entramado similar a la fibra de carbono que no están mal resueltas. Los cromados y el aluminio tienen bastante presencia y solamente le podemos sacar la pega de que se ensucian a la mínima. Lo mismo que que el «black panel», ese dichoso Piano Black que rodea las pantallas y se extiende hacia el lado del pasajero que en nuestra opinión empaña un poco el conjunto.

La sensación global es más que satisfactoria y queda redondeada por la acertada iluminación ambiental. Pero viendo el tipo de carrocería lo que preocupa es la habitabilidad de este interior. En las plazas delanteras no habrá ningún tipo de problema. Son dos asientos muy cómodos y amplios, que se benefician de ajuste eléctrico y otras bondades como la climatización y la refrigeración. El espacio en todas sus cotas será satisfactorio.

En las plazas traseras la cosa cambia un poco. A pesar de sus formas, el acceso a ellas es correcto y nada molesto. En el A7 Sportback se puede escoger si tener cinco plazas o quedarse solo en cuatro, con dos asientos individuales. Nuestra unidad tiene la primera configuración y nos encontramos con las plazas laterales grandes y con buenas cotas, incluso para la cabeza (solo los que se acerquen al metro noventa tendrán problemas). La plaza central solo sirve para emergencias o apuros, pues carece de forma y tiene un túnel de transmisión muy pronunciado.

Maletero

El Audi A7 Sportback cuenta con un maletero de 535 litros de capacidad, manteniendo los valores de su antecesor. Está por encima de algunos rivales como el Porsche Panamera o el Mercedes CLS y lo encontramos muy aprovechable. Como decíamos, contar con una quinta puerta de semejantes dimensiones le da muchas ventajas. La boca de carga es enorme y queda a una altura no demasiado elevada, por lo que no será difícil cargar los objetos más pesados y voluminosos.

Por otro lado, las formas del maletero son muy rectas y aprovechables, a lo que hay que sumar una red y encanches para dividir la carga. Bajo el piso todavía encontramos un generoso hueco en el que cabe una rueda de repuesto tipo galleta y algunas herramientas para su sustitución. Si es necesario más espacio aquí atrás, siempre es posible abatir los asientos traseros para conseguir una superficie plana y 1.390 litros de capacidad.

Equipamiento

El Audi A7 Sportback es un vehículo de alta gama con un equipamiento que puede llegar a ser apoteósico. En un primer momento, de serie, ya cuenta con bastantes elementos. Inicialmente monta llantas de 18 pulgadas, faros LED, alerón trasero, iluminación ambiental, climatizador automático o apertura eléctrica del maletero. No faltan algunas ayudas a la conducción como el asistente de apartamiento o la frenada de emergencia.

Pero como decíamos, hay una serie de extras que podrán completar mucho su dotación. Con el paquete S line que monta nuestra unidad se añaden las llantas de 20 pulgadas, los asientos deportivos con tapicería mixta, las inserciones de aluminio cepillado o el techo interior en negro. También hay otras opciones interesantes como el paquete Confort, que añadía el climatizador de cuatro zonas o ajustes eléctricos para los asientos delanteros,

Entre las opciones sueltas destacan algunas como los faros Matrix LED con láser (3.410 euros), una tecnología bastante exclusiva. También es muy interesante el sistema MMI Navegación plus con el MMI touch response (2.225 euros) para tener el pack tecnológico completo. En nuestra unidad también aparecía un sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced con 19 altavoces y 1.820 vatios de potencia (7.415 euros).

Si se quieres tener más sistemas de seguridad se puede optar por el asistente de visión nocturna (2.625 euros), el asistente de aparcamiento con cámaras de entorno 360º (1.405 euros) o el Head-Up Display (1.700 euros). El comportamiento también puede mejorar con la dirección dinámica a las cuatro ruedas (2.320 euros) o con la suspensión regulable (1.380 euros). Con todo este equipamiento, el precio final del A7 Sportback estará bastante por encima de los 100.000 euros.

Motor

La gama de motores del Audi A7 Sportback era bastante escueta en su lanzamiento, pero se ha ido completando. Por la parte del diésel arranca con el 40 TDI S tronic, un cuatro cilindros de 204 CV con el cambio automático de doble embrague. Por encima quedan los V6, que son los 45 TDI de 231 CV y 50 TDI de 286 CV, ambos ligados al cambio tiptronic y a la tracción quattro. De momento no hay nada que se equipare con el anterior Bi-TDI Competition, el diésel deportivo que probamos en la generación anterior.

Entre los gasolina actualmente solo está el 45 TFSI S tronic, un cuatro cilindros de 2.0 litros y 245 CV que puede ir ligado a la tracción total opcionalmente. En un tiempo esperamos que se recupere el que era el tope de gama hasta el momento (antes de la llegada de los S7 y RS7). Hablamos del 55 TFSI S tronic quattro, una versión con el motor V6 turbo de 3.0 litros que es precisamente la versión que analizamos en esta prueba.

Nuestro Audi A7 Sportback 55 TFSI desarrolla 340 CV y 500 Nm de par. Una de sus peculiaridades de está mecánica es que llevaba la nueva tecnología mild-hybrid de la marca y que recibía la etiqueta Eco de la DGT. Con el sistema eléctrico de 48 voltios y el alternador (BAS) consigue reducirse el consumo, al poder funcionar como motor de arranque y alargando el modo vela. Se estima que consume 0,7 l/100km menos que si no llevase ese sistema.

Comportamiento

Cuando nos ponemos al volante de este ejemplar las emociones empiezan a inundarnos. La primera es la excitación al comprobar las bondades de la mecánica de seis cilindros de gasolina. Se trata de un bloque muy lleno en todo el régimen de revoluciones, incluso en bajas. A veces puede llegar a recordar a un diésel, ya que los 500 Nm de par están disponibles desde las 1.370 hasta las 4.500 rpm. Por lo tanto será muy irascible y responderá con contundencia a la mínima insinuación del acelerador.

Tanto es así que registra una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, suficiente para asegurarnos adelantamientos e incorporaciones efectivos. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h, pero esa cifra no nos preocupa tanto. Y ya no es solo lo rápido que puede llegar a ser este A7 Sportback, sino también de cómo lo es. Porque el refinamiento del 55 TFSI también es de admirar, siendo imperceptibles las vibraciones del motor.

Como introducíamos, el cambio escogido para esta mecánica es el S tronic, la popular caja automática de doble embrague y siete velocidades. Es la única opción para este modelo y parece ser bastante adecuada. Es un cambio que parece leer la mente del usuario y suele estar en la marcha estrictamente necesaria en cada momento. Las transiciones entre marchas son casi imperceptibles y se hacen con gran celeridad.

Si bien es cierto que su funcionamiento dependerá en gran medida del modo de conducción que llevemos seleccionado en el Audi drive select. Como ya es habitual, contamos con los modos efficiency, comfort, auto, dynamic e individual; cada uno con sus particularidades. En un extremo tenemos el busca la eficiencia con un modo vela muy conseguido, mientras que en el otro está el deportivo que endurece el tacto del coche y apura los cambio.

Aunque llegados a este punto huelga decir que no estamos ante un coche realmente deportivo. Su definición más correcta sería la de «un gran turismo con aspiraciones«. Siempre va a estar condicionado por sus más de 1.800 kg de peso y por sus casi 5 metros de largo, eso no va a cambiar. Sin embargo, Audi ha querido mejorar su dinamismo con algunas tecnologías útiles.

Por ejemplo, la dirección a las cuatro ruedas le dará más agilidad al permitir que el eje trasero gire en un ángulo de hasta cinco grados. Opcionalmente también está disponible un diferencial deportivo en el eje trasero y varias configuraciones para su suspensión, incluyendo una neumática que monta nuestra unidad de pruebas. Se trata de un elemento que nos da un equilibrio sobresaliente en cualquier tipo de situación, que mejora el conjunto sustancialmente.

A pesar de que no hay apenas balanceo en esta carrocería, el Audi A7 Sportback queda penalizado en las carreteras más cerradas con curvas ratoneras. Donde más va a destacar es en autopistas o en vías rápidas, donde muestra un aplomo ejemplar. Se nota a la legua que estamos con un rodador nato, que nos ofrece una calidad de rodadura elevada y muchas comodidades. Destaca el silencio a bordo conseguido gracias a la insonorización, pero también a un coeficiente aerodinámico de 0,27 Cx.

Lo cierto es que es fácil de conducir gracias a un tarado de la suspensión bastante asistido pero preciso. También gracias a todas a las ayudas a la conducción que hemos nombrado antes y que incluso pueden llegar a abrumar a algunos usuarios. Aunque un punto negativo para terminar, el consumo real se queda lejos de los 7,2 l/100km que homologa. En nuestro caso obtenemos una media algo superior a los 10 litros, nada descabellado para un vehículo de sus características pero alejado de lo prometido.

Opinión coches.com

El Audi A7 Sportback es uno de esos coches de nicho que marcas como Audi tienen que tener. Se trata de un modelo que por tipo de carrocería y posicionamiento les permite realizar un diseño más osado que se lleva un buen número de miradas allá por donde va. A esto hay que sumar que sumar toda la última tecnología de la marca, su calidad habitual y una habitabilidad muy destacada, por encima de la que ofrecen la mayoría de rivales.

Podríamos decir que se trataría de un A8 más llamativo y para los que prefieren estar detrás del volante. Para disfrutarlo no hay mejor opción que el 55 TFSI quattro S tronic de 340 CV, el actual tope de gama de gasolina. Es una configuración intachable que ofrece mucho equilibrio y prestaciones destacadas. Como suele pasar con este tipo de vehículos, la peor parte es que no está al alcance de todos. Su precio de partida y el de sus opciones lo elevan al olimpo reservado para unos cuantos privilegiados.

Audi A7 Sportback 55 TFSI 340 CV quattro S tronic
8.3Nota
Lo mejor
  • Diseño llamativo y atractivo
  • Gran habitabilidad y maletero
  • Desempeño de la mecánica y comportamiento
Lo peor
  • Algunos materiales del interior
  • Gama mecánica escueta
  • Precio final y de las opciones
Diseño9
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero8.5
Equipamiento8
Motor9
Comportamiento8.5
Calidad Precio7

Galería de fotos:

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