El Audi Q2 es un coche llamado a marcar un antes y un después en la marca alemana por varias razones. El auge del segmento SUV en Europa hace que los fabricantes cada vez apuesten más por este tipo de vehículos. En Audi antes teníamos el compacto Q3, el mediano Q5 y el gran Q7; pero esto ha cambiado. Ahora este Q2 se convierte en el SUV pequeño de la marca y en los próximos años habrá más incorporaciones, pues se han confirmado los Q4 y Q8.
Y además el Audi Q2 tiene otra peculiaridad. Entre los SUV pequeños del segmento B podemos encontrar muchos modelos generalistas, pero el de la marca de los cuatro aros es de los pocos premium que hay. Podríamos decir que su único rival natural es el MINI Countryman, pues por el momento no hay modelos de estas características en BMW ni en Mercedes. Debido a este peculiar posicionamiento, se llegó a pensar que el Q2 podría quitarle ventas incluso a los compactos A3 y Q3. Os dejamos pues, el resumen de la prueba y nuestra opinión:
Exterior
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Pero personalmente no creo que el Audi Q2 rivalice con ninguno de los modelos de la gama y el principal motivo es su aspecto exterior. Audi siempre ha sido una marca que se caracteriza por un diseño continuista y unos rasgos comunes entre varios modelos. Sin embargo, el Q2 rompe este patrón, no es parecido a nada que hubiéramos visto anteriormente. El SUV pequeño derrocha personalidad por los cuatro costados y parece haber sido concebido para un público más juvenil.
No lo decimos por casualidad, toda su carrocería está predominada por simpáticas formas poligonales que le dan un toque desenfadado. El frontal cuenta con una parrilla Singleframe, característica de la marca, con forma octogonal y unas dimensiones considerables que le bastan para integrar la insignia de los cuatro aros y la matrícula. A ambos lados recibe unos nuevos y estrechos faros delanteros, mientras que en las esquinas encontramos unas tomas de aire marcadas por unas molduras.
El lateral llama la atención por los voladizos cortos y la cintura alta que tiene este Q2. Gana robustez con unos marcados pasos de rueda (que acogen llantas de hasta 19 pulgadas) y tiene una línea un poco coupé debido a su caída del techo. Los pilares son bastante cortos y destacan sobre todo los pilares C, denominados ‘Blades’ por la marca y que pueden ir pintados en varios colores en función del acabado escogido.
Con su zaga tampoco dejará a nadie indiferente, pues encontramos bastantes líneas rectas y una luneta trasera de pequeñas dimensiones. Estrena unos pilotos traseros LED con un diseño peculiar y con una firma lumínica bastante reconocible. En su parte inferior el paragolpes se ensancha aportando algo de músculo y abajo del todo hay una especie de difusor con un acabado metálico.
El Audi Q2 mide 4,19 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,51 metros de alto. Con estas dimensiones es 20 cm más corto que el Q3 y 12 cm respecto al A3 Sportback. Utiliza la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen y cuenta con una distancia entre ejes de 2,6 metros. A pesar de ser un SUV pequeño, más adelante veremos como sus cotas nos dejan un buen espacio interior.
Interior
Cuando pasamos al interior del Audi Q2 nos pasa lo contrario que cuando vimos por primer vez el exterior. Aquí prácticamente todo nos recuerda a otros modelos de la gama y eso no quiere decir que sea precisamente malo. Audi es un especialista en interiores de calidad y el Q2, a pesar de ser uno de los pequeños, no quedará excluido. Nada más montarnos tenemos la sensación de que sus ajustes y materiales están a la altura de pocos modelos del segmento B.
La parte superior del salpicadero está recubierta por plásticos blandos, al igual que las puertas. Habrá pocas zonas donde encontremos materiales duros y aún así no son desagradables al tacto. En nuestra unidad de pruebas destacaba la moldura de aluminio mate cepillado, pero también hay opción a otras inserciones iluminadas. Esto es una declaración de intenciones que deja claro que la personalización será un aspecto destacado (siempre que puedas pagarlo).
El diseño es muy Audi, con la pantalla de 7 pulgadas del sistema multimedia encabezando en el salpicadero (y sin posibilidad de plegarse), como en otros modelos. Por debajo quedan las salidas del aire acondicionado, una botonera para controlar distintas funciones y los controles de la climatización. Cabe destacar que la pantalla principal no es táctil, sino que se controla desde la ruleta delMMI situada por detrás de la palanca de cambios. La instrumentación en nuestro caso combina los relojes analógicos con una pantalla a color, pero opcionalmente se puede equipar el Audi Virtual Cockpit.
Las plazas delanteras en nuestra unidad son dos asientos S line que ofrecen agarre y comodidad a partes iguales y tienen una tapicería mixta de cuero y Alcántara muy agradable. La posición de conducción está algo elevada y las cotas de espacio son notables. En las plazas traseras también hay espacio más que suficiente para cuatro pasajeros. Los asientos laterales son anchos y tienen una forma definida, pero la plaza central solo servirá para un uso ocasional debido a su estrechez y falta de forma.
Maletero
El Audi Q2 tiene un maletero con 405 litros de capacidad, una cota bastante buena para el segmento. Se sitúa en una posición intermedia con 25 litros más que el del Audi A3 Sportback y 55 litros menos que el del Audi Q3. La ventaja principal son las líneas rectas que dejan una superficie muy aprovechable. En la zona de los pasos de rueda incluso hay hueco para cargar algunos objetos poco voluminosos.
En el caso de que sea necesario más espacio, bastará con abatir la segunda fila de asientos y obtendremos una superficie completamente plana con 1.050 litros de capacidad. Bajo el piso tendremos un hueco pero no será aprovechable, ahí está situado el subwoofer del sistema de sonido y el kit reparapinchazos.
Equipamiento
A la hora de configurar el Audi Q2 se pueden escoger tres acabados distintos. El design edition es el que aporta distinción y destaca por incluir elementos exteriores como las llantas de 18 pulgadas, pasos de rueda, taloneras, parte inferior del parachoques en color gris Manhattan; Blades de este mismo color o salidas de escape cromadas. En el interior recibe el paquete Connectivity, climatizador, tapicería de tela Sector e inserciones de color blanco o naranja.
Nuestra unidad llevaba el acabado sport edition, que suma deportividad al conjunto. Cuenta con un exterior con llantas de 18 pulgadas, pasos de rueda, taloneras, parte inferior del parachoques en color de la carrocería; Blades en color plata Hielo o salidas de escape cromadas. En el interior también encontramos el paquete Connectivity, asientos deportivos, climatizador, tapicería de tela Frequency e inserciones en color amarillo o rojo.
Pero además del acabado sport edition, nuestro Audi Q2 también llevaba el paquete deportivo S line. Esto significa que destacaba por algunos elementos como el diseño de las llantas, paragolpes específicos, parrilla en gris Platino o el logotipo S line en las aletas delanteras. Por dentro hay mucho más, pues está la tapicería S line tela Pulso/cuero, volante deportivo multifunción en cuero perforado, techo en tela negra, inserciones en aluminio mate cepillado o umbrales de las puertas con inserciones de aluminio con el logo iluminado.
Tras este paquete opcional volvemos con el tercer acabado de la gama Q2, el #untaggable edition. Este viene con llantas de 19 pulgadas, algunos elementos exteriores S line, pintura exclusiva, Blades con el logotipo de los cuatro aros o faros LED. En el interior suma mucha tecnología como el MMI Navegación, sistema de sonido premium, sensores de parking, inserciones de aluminio y tapicería de cuero. La lista de opcionales en este vehículo es enorme y podemos tener un Q2 a niveles de A4. Nuestra unidad estaba muy bien equipada, pero sorprendentemente le faltaba el Audi Virtual Cockpit, uno de los elementos más atractivos por 540 euros.
Motor
El Audi Q2 es un modelo que quiere llegar a públicos de todo tipo y por ello ofrece una amplia gama de motores. Por la parte de la gasolina están disponibles el tres cilindros 1.0 TFSI de 116 CV y el 1.4 TFSI CoD de 150 CV, ambos con cambio manual de seis velocidades o automático S tronic de siete marchas. Por la parte del diésel encontramos el 1.6 TDI de 116 CV (manual o automático) y el 2.0 TDI con 150 o 190 CV, en ambos casos con cambio automático y tracción quattro.
Nuestra unidad de pruebas lleva la mecánica diésel 1.6 TDI, la versión de acceso a la gama y también, probablemente, la configuración que más se venda en nuestro país. Se trata de un cuatro cilindros turboalimentado con 1.6 litros que desarrolla una potencia de 116 CV y 250 Nm de par motor. En nuestro caso, va ligado a la caja de cambios manual que envía la potencia a las ruedas delanteras.
Hay que tener claro que este motor ha sido concebido para ofrecer un bajo consumo y por lo tanto no destacará por prestaciones. Lo consigue con un consumo combinado de 4,6 l/100km (con llanta de 18 pulgadas) y unas emisiones de CO2 de 120 g/km. Por el otro lado, consigue acelerar de 0 a 100 en 10,3 segundos y una velocidad máxima de 197 km/h.
Comportamiento
Nos ponemos al volante de nuestro Audi Q2 1.6 TDI de 116 CV. Se ha hecho un buen trabajo de insonorización en el pequeño SUV, algo de lo que a veces pecan sus rivales. Parados y a ralentí sí que se alcanza a oír el ronroneo de la mecánica diésel, pero en movimiento queda patente el confort en marcha. A pesar de su carrocería elevada, tampoco se notan demasiado los ruidos aerodinámicos rodando a velocidades legales.
Rápidamente nos damos cuenta de que esta configuración se ha hecho pensando en la comodidad y en la eficiencia. Los 250 Nm de par de la mecánica 1.6 TDI se entregan entre las 1.500 y las 3.200 revoluciones, así que tendremos que aprovechar ese régimen. Lo cierto es que los desarrollos del cambio son bastante largos para beneficiar al consumo y por ello tendremos que bajar de marcha para hacer maniobras de aceleración como los adelantamientos.
La parte positiva es que el cambio manual de seis velocidades tiene un tacto agradable y es fácil de manejar gracias a unos recorridos precisos. Como decíamos, no es un coche que te pegará al asiento, pero su empuje es correcto para tener un peso de 1.385 kg. En ciudad se moverá a la perfección, con soltura y con la ventaja de la posición elevado. Por el contrario, si el propósito principal son los viajes largos por carretera, quizás sería más indicado optar por un 2.0 TDI.
De salir fuera del asfalto prácticamente nos tendremos que olvidar debido a su escasa altura libre al suelo. Pasemos a hablar de la que, a priori, será una de sus principales bazas. El consumo en este modelo con la mecánica diésel menos potente durante la semana de pruebas ha sido bastante bueno. La media total nos dice que hemos consumido 5,8 l/100km. En autopista y en recorridos favorables hemos llegado a coquetear con los 4 litros, mientras que en entornos urbanos nos acercamos a los 7 litros.
Se trata de un SUV y por lo tanto el Audi Q2 es peor dinámicamente que un A3. Su punto de gravedad más alto hace que perdamos algo de aplomo y que aparezcan leves balanceos en la carrocería. La suspensión deportiva del paquete S line es bastante dura y algo incómoda al tomar badenes y resaltos, aunque también consigue a aumentar la estabilidad. En nuestro caso contamos con el Audi drive select (235 euros), que nos ayuda a adaptar el comportamiento con varios modos de conducción.
Con pulsar un botón podremos cambiar entre Comfort, Auto, Dynamic e Individual y notaremos sutiles diferencias en la respuesta del Q2. La dirección es uno de sus puntos más acertados y consigue transmitir correctamente lo que pasa bajo los neumáticos. En el modo Comfort su tacto es demasiado blando, con un alto grado de asistencia, pero si cambiamos a Dynamic aumenta el peso y las sensaciones son más satisfactorias.
Opinión coches.com
Terminamos la prueba del Audi Q2 con sensaciones encontradas. Creemos que la apuesta de la marca de los cuatro aros es muy buena: han hecho uno de los primeros B-SUV premium y además un producto atractivo y diferenciado. La estética se sale de lo habitual y gustará a un público más juvenil. A esto hay que sumar una habitabilidad correcta y un interior a la altura de muy pocos en términos de tecnología y calidad.
La gama de motores también es bastante completa y se agradece que haya versiones automáticas en todas las versiones y tracción quattro en las más potentes. Sin embargo, cuando empezamos a echar cuentas, nos percatamos de que el precio final del Q2 que hemos probado supera la barrera de los 35.000 euros. Lo cierto es que esta cifra es un poco desproporcionada para este tipo de coche, pero seguro que no le faltarán pretendientes.
- Diseño atractivo y diferenciado
- Calidad y acabados a la altura de pocos
- Consumos ajustados y comportamiento correcto
- Espacio justo en las plazas traseras
- Equipamiento de serie algo escaso
- Precio final
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