Los tiempos cambian y las preferencias de los usuarios también. Hace unos años, coches como el BMW Serie 2 tenían mucho sentido. Los coupés gozaban de buena popularidad por esa estética arrebatadora que convencía a muchos, pero ahora la practicidad es más importante y eso les ha hecho caer en ventas. Por eso las marcas se ven obligadas a hacer movimientos como el lanzamiento del BMW Serie 2 Gran Coupé que ponemos a prueba esta semana.
Se trata de un nuevo miembro de la amplia familia del Serie 2. Del coupé tradicional, derivado del antiguo Serie 1 Coupé, se pasó también a ofrecer monovolúmenes: los Serie 2 Active Tourer y Gran Tourer. Ahora ofrecen este modelo que es una berlina de cuatro puertas y pretende mantener ese diseño atractivo que tienen los coupés, aunque con la ventaja adicional que tienen esas dos puertas adicionales. Y en sus entrañas esconde muchos más cambios que sorprenden.
El primero es que es más parecido a un BMW Serie 1 que a un Serie 2. Se asienta sobre la nueva plataforma de tracción delantera de la marca, mientras que el coupé sigue siendo de propulsión por el momento. Con este movimiento, el fabricante bávaro quiere apuntar directamente a dos modelos importantes con los que no rivalizaban hasta ahora. El BMW Serie 2 Gran Coupé quiere atacar a los Mercedes CLA y Audi A3 Sedán con los siguientes argumentos.
Exterior
A pesar del cambio de plataforma y de tratarse de una carrocería distinta, el objetivo de BMW era mantener el atractivo indudable que siempre ha tenido el coupé. Lo consigue en cierta parte gracias a un frontal muy marcado, en el que predomina una generosa parrilla de doble riñón. Van integrados en el mismo marco, que es plateado en nuestra unidad de pruebas, y cuenta con aerodinámica activa. Los nuevos faros LED son más rasgados y afilados, lo que consigue darle un toque dinámico.
Y para eso también podemos contar con el paquete M Sport, que consigue que el exterior sea aún más deportivo gracias a paragolpes ensanchados, con tomas de aire de mayor tamaño. Tampoco faltan unas llamativas llantas de 19 pulgadas con acabado bitono que esconden unas pinzas de freno de color azul. Desde esta vista lateral es precisamente donde más se ve esa silueta que busca parecerse a un coupé con una prominente caída de techo.
Desemboca en una zaga con mucha personalidad, con una especie de spoiler integrado en la tapa del maletero y que recuerda ligeramente a las formas de los modelos Gran Turismo de la marca. También van a destacar unos pilotos muy grandes y que tratan de acentuar la horizontalidad del vehículo. En la parte baja vemos un paragolpes más abultado y con una especie de difusor en negro que sirve para recoger una salida de escape doble con salidas circulares cromadas de 90 mm de diámetro a ambos lados.
Como decíamos, este Serie 2 Gran Coupé es un derivado del Serie 1 con la nueva plataforma y eso se traduce en cambios en su tamaño. Se trata de una berlina compacta, de las pocas premium que hay en el segmento. Tiene una longitud de4.526 mm, una anchura de 1.800 mm y una altura de 1.420 mm. Por otro lado, presenta una generosa distancia entre ejes de 2.670 mm, que harán que tenga un interior más práctico.
Interior
Cuando pasamos al habitáculo lo cierto es que sorprende ver que comparte muchas bondades con sus hermanos mayores. Integra la última tecnología de la marca con el sistema operativo 7.0 y todas sus funcionalidades. Opcionalmente tenemos dos grandes pantallas para disponer de una atmósfera digital. La que queda delante del volante multifunción es una instrumentación de 10,25 pulgadas totalmente personalizable que destaca por sus gráficos avanzados.
Más interesante aún es la pantalla táctil principal, también de 10,25 pulgadas, que es a través de la cuál se controla todo el infoentretenimiento. Tiene gráficos muy bien desarrollados y una conectividad sobresaliente. Se puede ligar al smartphone a través de Apple CarPlay (inalámbrico) y a Android Auto, además de presentar los servicios de BMW Connect. Esta pantalla se puede controlar de varias formas, buscando que no reste demasiada atención de la conducción.
Al manejo táctil habitual (tacto muy similar al de un teléfono móvil), se suma el mando iDrive de la consola central con una ruleta y varios botones de acceso directo, algo que nos facilita la vida. Además, estrena el control gestual de la marca, que permite algunas acciones como subir el volumen o pasar de canción dibujando un comando en el aire. En general es fácil controlar las funciones del Serie 2 Gran Coupé, ya que mantiene algunos botones analógicos, incluyendo la climatización.
Se trata de un modelo premium y quiere lucir como tal, eso queda reflejado con la buena calidad percibida que ofrece. La construcción es sólida y los materiales tienen buen tacto en general. Siguen apareciendo plásticos y no convence el Piano Black de la consola central (no es demasiado), pero también contrastan para bien algunos elementos como el volante M Sport de tacto sobresaliente, las molduras plásticas que imitar la fibra de carbono o la llamativa iluminación ambiental que incluye las molduras de las puertas.
Y llegados a este punto es obligatorio hablar de la habitabilidad del BMW Serie 2 Gran Coupé, un punto donde pretende mejorar respecto al coupé. En las plazas delanteras lo cierto es que no se aprecian demasiados cambios, pues hay bastante espacio en todas las cotas. Lo más destacado sería el equilibrio que logran los asientos, cómodos y deportivos a partes iguales, sumando bondades como los reglajes eléctricos para facilitar el encontrar la posición de conducción ideal.
Donde gana notablemente es en el acceso a la segunda fila de asientos gracias a esas dos puertas adicionales que suma esta carrocería. Una vez dentro seguimos encontrando algunas limitaciones lógicas del segmento. El espacio para las piernas dependerá de la posición del asiento delantero, pero podría ser justo. Donde más limitado queda es en el espacio para las cabezas debido a la caída del techo, a partir del 1,80 de altura se rozará arriba.
La plaza central es más estrecha y la posición ahí es aún más elevada. También tiene un prominente túnel de transmisión, por lo que será mejor viajar cuatro que cinco en esta segunda fila. De hecho, es aprovechable la consola central que sale de esa plaza central y que tiene portabebidas. En estas plazas hay salidas de la climatización y también hay dos salidas USB-C, así que hará falta un adaptador para los que no estén habituados a este tipo de toma.
Maletero
El maletero es otro de los puntos donde el Gran Coupé tiene ventaja respecto al Serie 2 normal. En este caso son 430 litros de capacidad, lo que supone un incremento de 40 litros respecto al dos puertas. Es una cifra muy buena teniendo en cuenta que se queda bastante cerca del Serie 3. Destacan para bien sus formas regulares y bien aprovechadas, que cuentan con añadidos como ganchos y redes para fijar la carga, algo que siempre viene bien.
La parte negativa del maletero del Serie 2 Gran Coupé es que mantiene el portón en vez de tener una quinta puerta que levante también la luneta trasera. Eso hace que la boca de carga sea bastante estrecha y que cueste llegar al final de este maletero. Bajo el piso encontramos un pequeño hueco y el kit antipinchazos, no hay cabida para la rueda de repuesto. Siempre se puede ampliar abatiendo los asientos traseros en tres partes (40:20:40) para obtener una mayor capacidad y una superficie completamente plana.
Equipamiento
El equipamiento del BMW Serie 2 Gran Coupé ya es bastante completo de serie y puede llegar a ser muy destacado si tiramos de opcionales. Por defecto viene con elementos como los faros LED, llantas de 16 pulgadas, climatizador bizona, BMW Live Cockpit, servicios ConnectedDrive, volante deportivo en cuero, molduras Quarzsilber mate, sensores de aparcamiento, control de crucero, asientos traseros divisibles en tres partes y algunas ayudas a la conducción. A partir de ahí se puede completar con algunos acabados.
El Sport es el que le da una imagen más deportiva con llantas de 17 pulgadas, molduras exteriores en negro, asientos deportivos, molduras interiores ‘Illuminated Berlin’ o tapicería mixta. Un paso por encima está el Luxury, con el que gana sofisticación gracias a las molduras exteriores en aluminio satinado, tapicería de cuero Dakota perforado y ayudas como el control de distancia en aparcamiento (PDC) o el control de crucero con función de freno.
El acabado M Sport que montaba nuestra unidad es más llamativa gracias a las llantas de 18 pulgadas, al paquete aerodinámico M, a las molduras exteriores M en negro brillante, al volante M Sport de cuero, al techo M en color antracita, una tapicería específica o una suspensión M Sport para mejorar su comportamiento. Aunque no hay un M2 Gran Coupé, sí que hay un acabado M para el M235i xDrive, que tendrá una personalidad propia y se posicionará como el más aspiracional.
Por supuesto, todo lo anterior se puede complementar con los distintos paquetes que aumentan la dotación tecnológica. Hay algunos interesantes como el Executive o el Innovation, aunque también hay que tener en cuenta su elevado precio. La lista de opcionales por separado es muy extensa y puede hacer que el Serie 2 Gran Coupé tenga prácticamente todo lo necesario en una berlina (incluso de segmentos superiores).
Motor
La gama mecánica del BMW Serie 2 Gran Coupé también ha tenido que dar un giro radical. Y nunca mejor dicho, pues si el Serie 2 monta motores longitudinales como hacía la marca tradicionalmente, en este caso las mecánicas van en posición transversal. Por la parte de la gasolina arranca con el 218i Gran Coupé, un tres cilindros de 1.5 litros con 136 CV (puede ser manual o automático), y le sigue el M235i xDrive, el tope de gama con un cuatro cilindros llegando a los 306 CV y siempre ligado al cambio automático y a la tracción total.
Por la parte del diésel son tres opciones, todas ellas con transmisión automática. Con tres cilindros y 1.5 litros, el acceso lo pone el 216d Gran Coupé con 116 CV. Ya con cuatro cilindros y 2.0 litros tenemos al 218d Gran Coupé con sus 150 CV y al 220d Gran Coupé que llega hasta los 190 CV. Nuestra unidad de pruebas es precisamente ese último, el tope de gama diésel, muy recomendable para los que recorran más kilómetros y acostumbren a ir cargados.
El BMW 220d Gran Coupé es un cuatro cilindros turbo de 2.0 litros con 190 CV y 400 Nm de par que va ligado a la transmisión automática Steptronic de ocho velocidades y que consigue unas prestaciones bastante correctas. Este tracción delantera acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y tiene una velocidad máxima de 235 km/h. El consumo medio homologado de esta berlina varía entre los 4,9 y los 5,6 l/100km y sus emisiones de CO2 van desde las 128 hasta las 146 g/km.
Comportamiento
Cuando nos montamos por primera vez en el 220d Gran Coupé ya vemos que esta versión diésel de potencia considerable tiene un propósito muy marcado. Es un coche hecho para devorar kilómetros con total comodidad, sin que la fatiga afecte en demasía. Lo decimos por la elevada calidad de rodadura que consigue esta berlina. A pesar de su tamaño compacto, el silencio a bordo es envidiable y no se cuelas tampoco vibraciones, a nivel de chasis se intuye que va a estar muy bien resuelto.
El motor diésel de cuatro cilindros le pega mucho a este conjunto y quiere demostrar que no es un combustible obsoleto. El refinamiento de la mecánica está bien (sin llegar al nivel de los gasolina) y su entrega es muy lineal y aprovechable. La contundencia de los 400 Nm de par a bajas vueltas siempre es de gran ayuda en situaciones como adelantamientos o incorporaciones. Todo ello con una suavidad envidiable que es conseguida con única transmisión disponible.
La caja automática Steptronic de convertidor de par y ocho velocidades forma un buen conjunto con el motor diésel y hace que no echemos (mucho) de menos a un cambio manual, para eso tenemos las levas en el volante. Las transiciones entre marchas son extremadamente suaves, aunque es cierto que los desarrollos son algo largos para favorecer los consumos. Algo en lo que, por cierto, también destaca. Nosotros obtuvimos una media de 5,7 litros, muy cerca del homologado y teniendo las llantas de mayor tamaño.
Dicho esto, hay que añadir que esa comodidad y cordura de la que presume el BMW 220d Gran Coupé vienen aderezadas con un toque de deportividad. Al fin y al cabo, el chasis cuenta con una puesta a punto que es de lo más destacado de la berlina. El cambio de plataforma y la tracción delantera han hecho que todo el mundo sea escéptico en torno al comportamiento del Serie 2 Gran Coupé, pero lo cierto es que termina convenciendo con argumentos de peso.
En general resulta muy equilibrado y factible para todo tipo de usos. Recalcábamos al principio la calidad de rodadura y la comodidad que se siente a bordo, pero también aparece ese punto dinámico tan característico de BMW. Sorprende que con el cambio de configuración hayan sido capaces de mantener la filosofía de la marca. Lo consigue con unas suspensiones que son tirando a firmes comparadas con las de otros rivales, pero que siguen siendo asequibles para el día a día.
Aunque las autopistas son su aliado, tampoco es que se quede atrás en los tramos de curvas. Responde bien a los cambios de peso y hace que sea relativamente fácil ir rápido con él sin perder confianza. Consigue una agilidad buena teniendo en cuenta de que se trata de un coche que pesa 1.580 kg. El equipo de frenado también va sobrado para lidiar con estas características y cuando con el atractivo adicional de tener esas pinzas en azul.
La dirección del 220d Gran Coupé nos deja un sabor agridulce. La parte agria es porque no es demasiado informativa, tiene un gran de asistencia elevado como la mayoría de coches actuales. La parte dulce la pone un guiado muy preciso y directo, que hace que el coche responda a las comandas con rapidez. Mejor su tacto en el modo Sport, pues en el Eco Pro y en el Confort se queda algo por detrás.
Opinión coches.com
El BMW Serie 2 es un modelo que ha tenido que ir transformándose con el paso del tiempo. Ahora que hay una familia amplia y formada por varias carrocerías, nos damos cuenta de que el que hemos probado es probablemente el más lógico de todos. El Serie 2 Gran Coupé es esa berlina compacta que le faltaba a la marca y cuenta con la última plataforma de tracción delantera. El coupé de propulsión se compra con el corazón y éste se compra con la cabeza gracias a muchos argumentos de peso.
El diseño sigue teniendo personalidad y atractivo, al tiempo que mejora considerablemente su habitabilidad y se amplía su maletero. La tecnología es de lo más avanzado de BMW y la calidad la que acostumbra la marca alemana. Con la versión diésel 220d Gran Coupé encontramos un ejemplar muy equilibrado a nivel dinámico, que destaca por su confort en marcha y por sus bajos consumos. Con un precio desde 31.200 euros, está en la media de sus rivales, aunque la unidad probada se acerca a los 50.000 euros.
- Calidad y tecnología interior
- Comportamiento equilibrado
- Consumos reducidos
- Plazas traseras algo justas
- Diésel solo con cambio automático
- No emociona como el coupé
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