Aún queda esperanza. Ese es el pensamiento que no abandona mi cabeza cada vez que veo el nuevo BMW Serie 2 Coupé que me acompaña esta semana. Lo cierto es que había perdido un poco la ilusión con la marca alemana desde que vi el cambio de plataforma y de configuración con el Serie 1 y recientemente con el Serie 2 Gran Coupé. Todo hacía pensar que pasaría lo mismo con este ejemplar, pero se ha mantenido fiel a su filosofía y está disponible desde 43.150 euros.
La nueva generación del BMW Serie 2 llega con la disposición original de motor delantero longitudinal y propulsión, mucho más atractiva que la de motor transversal y tracción delantera de los Serie 1 y resto de Serie 2. Lo consigue al llevar la misma plataforma de los Serie 3 y Serie 4, aunque con unas dimensiones más contenidas. Además, llega en un momento en el que los coupés compactos de dos puertas están desapareciendo para intentar convertirse en el líder absoluto del segmento.
Exterior
A nivel estético, el BMW Serie 2 ha experimentado cambios muy notables. La polémica suele estar presente en casi todos los lanzamientos recientes de la marca alemana y en este no podía ser menos. El diseño no es tan controvertido como el del Serie 4, pero cambia bastante en la parte frontal. Por suerte, la parrilla de riñones mantiene la disposición horizontal, con unas lamas verticales y tecnología de aerodinámica activa. También han sido rediseñados los faros, que opcionalmente reciben tecnología LED adaptativa.
Desde el lateral se puede ver a la perfección su silueta clásica. La carrocería coupé mantiene esos tres volúmenes bien marcados, con un capó alargado, la caída de techo que desemboca en la característica curva de Hofmeister del pilar C y ese tercer bloque del maletero. En esta vista llaman la atención los tiradores de las puertas bien enrasados en la carrocería o unos pasos de rueda abultados para acoger llantas que van desde las 17 pulgadas de serie hasta las 19 pulgadas en las versiones más potentes.
La zaga probablemente sea la parte más polémica debido a los pilotos traseros. Son LED y adoptan una forma similar a la del prototipo Vision M Next, tomando una imagen bastante diferente a la del resto de ejemplares de la gama. En este caso, también destaca por el labio en color negro que remata el portón del maletero o el difusor en gris oscuro que va a juego con los faldones laterales, fruto de montar el paquete M Sport. Encontramos en el BMW Serie 2 Coupé dos salidas de escape circulares en un acabado oscurecido.
Como decíamos, hay cambio de plataforma en el coupé compacto de dos puertas y eso se traduce en un incremento en sus dimensiones. Se queda con una longitud de 4.537 mm, una anchura de 1.838 mm y una altura de 1.390 mm, con una distancia entre ejes de 2.741 mm. En definitiva, es considerablemente más largo y ancho, a la par que más bajo, habiendo ganado también en su batalla y en sus anchura de vías.
Interior
Aunque por fuera veíamos cierta revolución, por dentro vemos un parecido notable respecto al resto de modelos de BMW. Se puede apreciar en su tecnología. Aunque de serie viene con una pantalla principal de 8,8 pulgadas y un cuadro de instrumentos con pantalla de 5,1 pulgadas, en esta unidad tenemos el sistema multimedia tope de gama llamado BMW Live Cockpit Professional. Cuenta con una pantalla táctil de 10,25 pulgadas y la instrumentación digital de 12,3 pulgadas. Se puede controlar con los dedos, pero también desde el mando giratorio iDrive y mediante el control por voz.
Este sistema multimedia destaca por la facilidad de uso, los diferentes controles hace que sea accesible y que no reste demasiada atención de la conducción. Además, tenemos todo tipo de funciones avanzadas como la navegación con información en tiempo real, por no hablar de una conectividad completa gracias a Android Auto y a Apple CarPlay inalámbrico. La instrumentación digital muestra distintos tipos de información en función de las preferencias del conductor. Se puede completar opcionalmente con un Head-Up Display que completa la experiencia.
Estamos en un coupé de corte deportivo y esa atmósfera es precisamente la que respiramos a bordo del BMW Serie 2. De serie viene con unos asientos deportivos muy aparentes por sus formas, que recogen bien el cuerpo y no dejan de ser confortables. Opcionalmente reciben esta tapicería mixta tan aparente con costuras en contraste o el volante M Sport de cuero que tiene un tacto muy destacado. El techo va en color antracita y convencen especialmente las molduras de las puertas iluminadas con los colores de la división deportiva M, algo que puede ir a juego con la decoración del cinturón.
La habitabilidad nunca va a ser un aspecto destacado en los coupés de estas características. Sin embargo, no se nota demasiado en las plazas delanteras del BMW Serie 2. Son bastante amplias y confortables, habiendo anchura de sobra y una distancia libre al techo bastante buena para un coupé. Además, también nos beneficiamos de bastantes huecos portaobjetos, en las puertas y principalmente en la consola central. Allí hay dos huecos, uno con carga inalámbrica para smartphones y otro bajo el reposabrazos para objetos más grandes.
De las plazas traseras no podemos decir lo mismo. Se complica el acceso al solo tener dos puertas, a pesar de que los asientos se mueven hacia delante eléctricamente. Una vez dentro vemos que solamente hay dos plazas, pues el BMW Serie 2 está homologado para cuatro ocupantes.
Viajarán con cierta comodidad, pues hay más espacio para las piernas debido al crecimiento en la distancia entre ejes, aunque el espacio para la cabeza será algo justo para los más altos. Entre ambas plazas hay un hueco para objetos pequeños y sale un reposabrazos donde estaría la plaza central. También hay añadidos interesantes como un control para la climatización y dos tomas USB.
Maletero
Ese tercer volumen del BMW Serie 2 Coupé hace que su maletero esté por encima de la media del segmento. Mantiene los 390 litros de capacidad, aunque en este caso, tenemos una boca de carga situada 35 mm más cerca del suelo. Eso hace que sea más fácil cargar algunos objetos, aunque encontramos las mismas limitaciones que en otros vehículos de estas características. Y es que tener portón en vez de una puerta completa hace que sea más complicado llegar al final de este maletero.
Por suerte, tiene otros puntos positivos como las proporciones rectas y aprovechables. También la posibilidad de abatir los asientos en tres partes (40:20:40) para dejar una superficie plana. Bajo el piso no hay hueco para una rueda de repuesto, así que tendremos que conformarnos con el kit antipinchazos en este ejemplar.
Equipamiento
El equipamiento base que trae el BMW Serie 2 ya es bastante generoso. Vemos detalles como la iluminación LED, las llantas de 17 pulgadas, el BMW Live Cockpit con manejo táctil los ssientos deportivos, el volante deportivo de cuero, el climatizador de 3 zonas o el sistema de carga variable 40:20:40. Sin embargo, como buen modelo de marca premium, se puede personalizar y configurar de forma realmente generosa.
Con el acabado Advantage se suma algo de confort con el climatizador automático, el retrovisor interior con ajuste automático antideslumbramiento, el paquete de compartimentos o el control de distancia en aparcamiento (PDC). Más interesante es el acabado M Sport de nuestra unidad, que se beneficiaba de llantas de 18 pulgadas, tapicería mixta, volante M Sport de cuero, molduras interiores en negro brillante, iluminación ambiental, Techo M en color antracita paquete aerodinámico M, molduras exteriores M en negro brillo Shadow Line o suspensión M Sport
Por supuesto, esa dotación puede seguir creciendo con detalles como las llantas de 19 pulgadas, colores de carrocería tan llamativos como este M Portimao Blue (o el morado Thundernight), tapicerías de cuero completo, molduras en aluminio Tetragon y varios paquetes específicos. Están el paquete Comfort, el Connectivity o el Innovation para completar su tecnología y ayudas a la conducción hasta niveles muy elevados.
Motor
La gama mecánica del BMW Serie 2 Coupé se adecúa a las necesidades de este modelo. Hay una versión diésel para aquellos que hagan más kilómetros al año, el 220d con 190 CV, que curiosamente es el único con etiqueta ECO gracias a la microhibridación. Aunque hay más opciones para los que quieran gasolina. La gama parte con el 220i, que es la versión que probamos y que consiste en un motor de cuatro cilindros turbo con 2.0 litros en posición longitudinal que entrega 184 CV de potencia al eje trasero. Es el acceso a la gama, por encima hay versiones más prestacionales.
Le sigue el 230i, con el mismo bloque de cuatro cilindros, pero con 245 CV de potencia. Y para quien no se conforme con eso está el M240i xDrive, la única variante de tracción total, que monta un bloque de seis cilindros y 3.0 litros con nada menos que 374 CV. Todavía quedaría por salir el M2 Coupé, con esa misma configuración, pero superando la barrera de 400 CV. Curiosamente, todas las versiones del Serie 2 Coupé llevan cambio automático, no hay opción a cambio manual en este modelo.
Comportamiento
Ya al volante del BMW Serie 2 Coupé en su versión de acceso de gasolina. El 220i nos entrega 184 CV y 300 Nm de par entre las 1.350 y las 4.000 rpm. Por lo tanto, tenemos un motor que, a pesar de ser de acceso, llega a un nivel de potencia bastante considerable. De hecho, este 220i sería el que yo recomendaría a la mayoría de los que nos veis, pues es más que suficiente para el día a día y tiene ventajas como un menor consumo y un menor peso que le permite una mayor agilidad. Aunque en prestaciones está ligeramente por detrás de los 230i y, por supuesto, del M240i.
En este caso, tenemos un coupé de propulsión que acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y tiene una velocidad máxima de 236 km/h. Como decíamos, suficientes para el entretenimiento del gran público. Sobre todo, teniendo en cuenta que el 220i pesa 1.565 kg, que ya son casi 100 menos que el diésel y 200 kg menos que el tope de gama. El consumo homologado de esta versión es de 6,3 l/100km, aunque nosotros en la semana de pruebas hemos estado más cerca de los 7,5 litros yendo a ritmos alegres en ocasiones.
El BMW Serie 2 Coupé solamente está disponible con cambio automático. Este 220i lleva la transmisión automática Steptronic de convertidor de par y ocho velocidades. Es un cambio bastante rápido, pero sobre todo muy suave, conjuga bastante bien con el conjunto. Aunque vayamos a quedarnos con las ganas de degustarlo en formato manual, entendemos la decisión. Sobre todo cuando tenemos unas levas con las que poder jugar más con el cambio y también unos modelos de conducción que hacen que cambie su carácter de forma notable.
En esta versión se puede elegir entre Eco Pro, Confort y Sport. El primero está pensado para ahorrar combustible, el segundo para el día a día y el tercero para sacar todo su potencial. Se notan ligeros cambios en la sensibilidad del acelerador o la respuesta de transmisión, aunque lo que más me convence es la dirección. Tiene un tacto satisfactorio, muy por encima de la que vemos en otros modelos. Transmite mucho y sabemos lo que pasa en las ruedas a cada instante. Eso hace que gane en precisión y en diversión.
Porque al fin y al cabo, lo más destacado del BMW 220i que estamos conduciendo es lo que transmite a nivel dinámico. Es un coche divertido de conducir, que sorprende en todo momento por su agilidad y la facilidad que muestra en los cambios de apoyo. También muestra un aplomo envidiable en vías rápidas, siendo utilizable en cualquier ámbito. Y tiene esa personalidad extra que le aporta la propulsión, teniendo unas sensaciones al volante que se están perdiendo y convirtiéndose prácticamente en un animal en peligro de extinción.
Lo ha conseguido con ese chasis tan destacado, con el que gana un 12 % en rigidez, y con una puesta a punto bastante deportiva. Se nota en la suspensión, con un tarado bastante firme, tanto en el eje delantero de doble articulación como en el trasero de cinco brazos. Podría serlo aún más, pues en las versiones superiores está disponible el diferencial M Sport o la suspensión M adaptativa. En definitiva, mucho potencial para este modelo y ganas infinitas de ponernos al volante del futuro BMW M2.
Opinión coches.com
BMW ha conseguido mantener la ilusión de muchos de sus seguidores con esta nueva generación del Serie 2 Coupé. Podría estar bastante tiempo alabando lo diferente de su diseño, lo completo de su tecnología o lo elevado de su calidad; pero lo importante de este coche es el nivel que tiene dinámicamente. Tener esa plataforma propia de sus hermanos mayores y conservar el motor longitudinal y la propulsión hacen que tenga mucha personalidad. Además, deja unas sensaciones al volante a la altura de muy pocos.
Lógicamente tiene algunas sombras entre tanta luz. Y es que un coupé compacto nunca va a destacar por su espacio interior, sobre todo lo justo de sus plazas traseras. Tratándose de un modelo premium, el precio de partida de 43.150 euros ya es elevado. Y puede ser mucho mayor con una configuración generosa, pues en nuestra unidad ya hay más de 10.000 euros en extras. Eso sí, algo más barato puede salir si visitas coches.com.
- Diseño exterior
- Detalles deportivos
- Comportamiento dinámico
- Plazas traseras justas
- Sin cambio manual
- Precio con extras
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