Nunca nos cansaremos de decir lo importante que es el Fiat 500 para la marca italiana. Tanto que, sobre este pequeño urbano “resucitado” en 2007 se ha ido fraguando toda una familia de productos. El primero en llegar de todos ellos fue el Fiat 500L, un monovolumen pequeño que pronto se convirtió en líder de su segmento.
Sus virtudes estaban claras. Con una estética muy semejante a la del 500, tiene un interior realmente amplio para sus cotas interiores y un precio ajustado. Sobre él se realizaron también dos variantes. Por un lado el Fiat 500L Living, el coche de siete plazas de menor longitud del mercado, y por otro este Fiat 500L Trekking, que aportaba una imagen campera.
Es este último el protagonista de nuestra prueba de hoy. En 2013 el Fiat 500L Trekking llegó al mercado como respuesta al auge de los SUV del segmento B, que estaban llevándose buena parte de las ventas que otrora correspondían a los monovolúmenes de carácter más urbano. Visto con perspectiva, parece que se trató de una estrategia para no perder algunas ventas antes de la llegada del Fiat 500 X (ver prueba). ¿Tiene sentido mantenerlo toda vez que ya hay un SUV en la gama o aporta algo diferente? Es hora de comprobarlo.
Exterior
Si el 500 es un producto “rendondo”, el diseño del 500L ya no ha funcionado tan bien estéticamente… al menos desde nuestro punto de vista, ya que las cifras de ventas indican lo contrario.
El Fiat 500L Trekking añade un toque off road a esa imagen, ganando un poco de agresividad. Apenas varía las cotas. Mide 4.270 mm de longitud, por 4.147 del 500L a secas, con 1.800 mm de ancho (1.774) y 1.679 de alto (por 1.665 de la variante convencional). Mantiene las líneas redondeadas típicas de la gama 500, pero cuenta con nuevos paragolpes con zonas en color negro y algunas que otras protecciones en gris plata.
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En el frontal destacan las ópticas. En una posición elevada encontramos las luces de cruce, con las de posición algo más abajo. La zona inferior queda reservada para las luces antiniebla, de serie en esta versión.
En la vista lateral destacan los pasos de rueda, mayores que en otras versiones del modelo. Cuentan con protecciones plásticas, que protegen de la suciedad y el contacto con piedras sueltas que salten al paso del coche por firmes sin asfaltar. También monta llantas de 17 pulgadas de serie. Los 13 mm de altura que gana respecto al 500L se deben, principalmente, a que monta
Salvo las luces LED de la zaga, en unos pilotos de original diseño y con forma de lágrima y las protecciones de bajos grises, pocas novedades. Hay algunos cromados y el tono de carrocería exclusivo, el amarillo Sole, que combina con el techo en negro o blanco, como nuestra unidad, combinado con las carcasas de los retrovisores. Y es que mantiene las posibilidades de personalización de la familia 500, una de las bases de su éxito.
Interior
El habitáculo del Fiat 500L Trekking destaca por su espacio, como buen monovolumen, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. El habitáculo, al que se accede con gran facilidad, es también muy luminoso, gracias a que el parabrisas está muy retrasado y el techo elevado. La sensación de espacio a bordo es muy reconfortante.
La postura de conducción es ligeramente vertical. Alta con una excelente visibilidad (típica de SUV) y los asientos tienen un mullido correcto, aunque con una sujeción lateral muy limitada. En nuestra unidad, además de ajustarlos en altura, también disponía de un ajuste lumbar eléctrico.
La parte central del salpicadero tiene un acabado brillante, mientras que el resto de los materiales que la rodean son plásticos duros, pero bien ajustados entre sí. El juego con dos colores en puertas, volante y asientos queda realmente elegante. El cuadro de instrumentos es bien visible, con dos relojes principales muy legibles y una pantalla para el ordenador de a bordo LCD entre ellos, coronada por dos relojes secundarios (gasolina y temperatura).
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El volante multifunción tiene muy buen tacto, si bien su tamaño y forma (no es completamente redondo), no anima en absoluto a una conducción dinámica.
En la consola central el protagonismo es para la pantalla táctil a color de 5,3 pulgadas, que reúne las funciones del equipo de sonido, ordenador de a bordo y del navegador. Quizá es algo escasa de tamaño y se nota el paso de los años (estas tecnologías van mucho más rápido que otras partes del coche) pero muestra información relevante y tiene una calidad de imagen suficiente.
Aunque no hay demasiados huecos para dejar objetos, sobre todo en la zona del cambio de marchas, sí cuenta con detalles prácticos como un lugar para reposar el teléfono móvil sin temor a que resbale (gracias a su piso de goma) o la guantera derecha superior refrigerada. Aparte de eso
Los ocupantes de las plazas traseras no podrán quejarse del espacio. No cuenta con asientos independientes como en otros monovolumenes, pero la banqueta, dividida en proporción 60/40 puede desplazarse longitudinalmente 110 mm, lo que permite ampliar el generoso espacio para las piernas de los pasajeros. También es posible inclinar los respaldos. Dos adultos de tamaño considerable no pasarán agobios en las plazas laterales, y podrán utilizar el práctico reposabrazos plegable. Un tercer pasajero tampoco sufrirá en demasía por la falta de espacio y el respaldo de su asiento no es tan duro como en otros modelos.
Una ventaja de su techo alto la encontramos a la hora de colocar niños en sus sillitas. Resultan también muy prácticas las mesillas plegables y redes portaobjetos tras de los asientos delanteros, un extra con el que contaba nuestra unidad (no demasiado caro) y que mejora la vida a bordo, sobre todo en viajes largos.
Maletero
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El maletero cuenta con un volumen de carga de 412 litros en configuración de cinco plazas y con la banqueta trasera retrasada al máximo. Con la banqueta en su posición más adelantada el espacio crece hasta los 455 litros de capacidad, una cifra más que correcta para el tamaño exterior del coche.
Es bastante modular y se puede jugar con este espacio. Y es es posible ubicar la base del maletero permite en tres alturas distintas: enrasada con la boca de carga, en una posición inferior y en otra superior. Esto permite crear zonas para que los objetos más sensibles no queden tan a la vista.
Cuando uno abate los asientos traseros, una maniobra que se realiza tirando de una palanca, conseguiremos incrementar el volumen del maletero hasta 1.480 litros.
Algo que nos gustó es que pueden bajarse también los asientos traseros mediante la función Fold&Tumble, para obtener una superficie de carga plana a lo largo de toda la longitud del habitáculo (2,4 metros), y aprovechar al máximo todo el espacio interior para cargar enseres grandes.
Equipamiento
El Fiat 500L Trekking está posicionado en lo más alto de la gama del Fiat 500L, por lo que cuenta con un nivel de equipamiento muy elevado, basado en el Lounge. No faltan climatizador bizona, navegador, control de velocidad de crucero, ordenador de abordo, Bluethooth con mandos en el volante, equipo de sonido JBL, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, función city de desmultiplicación de la dureza de la dirección para circular en ámbito urbano, llantas exclusivas de 17 pulgadas, guantera refrigerada, sensores de aparcamiento traseros, sensor de lluvia y luces…
También es muy completa la dotación de seguridad. Cuenta con airbags laterales, frontales y de cortina (el airbag para las rodillas del conductor es opcional, junto al sistema de frenado automático en ciudad), faros delanteros con luz diurna, faros antiniebla con función cornering (opcionales, en el mismo pack ). No faltan el ABS con B.A.S. (Brake Assist System), el ESP y el sistema Traction+, del que hablaremos más adelante en profundidad.
Puede equiparse todavía más, con un techo de cristal panorámico, el sistema de frenada de emergencia autónomo o hasta una cafetera Lavazza entre los dos asientos delanteros. Hay también posibilidades de persoanlización, con cuatro diseños de llantas diferentes, cinco tapas de retrovisores exteriores… y Mopar, además de distintos detalles cromados (retrovisores, moldura en el capó y portamatrícula trasero), también ofrece pedales de aluminio y la placa con el logo 500L en la cantonera.
En cuanto al precio, ahora mismo la versión probada (con motor Euro 6) sale por 22.500 euros sin descuentos, pero puedes encontrar grandes ofertas del Fiat 500L en concesionario oficial, que suman descuentos a los 2.100 euros de rebaja que en estos momentos ofrece la marca. Encontrar un seguro barato en nuestro comparador tampoco resultará difícil.
Motor
El 500L Trekking comenzó su vida comercial con cuatro motores, un gasolina de 95 CV y tres diésel, el 1.3 Multije de 85 CV (quizá algo escaso demasiado justo para esta versión) y el 1.6 Multijet II con dos versiones de 105 y 120 CV.
Posteriormente se unieron a la gama dos gasolina, el bicilíndrido de gasolina 0.9 con 105 CV y motor 1.4 T-Jet 16v 120 CV, que puede funcionar con GLP. La gama diésel también sufrió retoques. Se cayó el intermedio de 105 CV, con la llegada de la normativa Euro 6, el menos potente aumentó su potencia hasta los 95 CV y el más potente se ajustó a la nueva norma, con cambios menores.
Es precisamente el diésel más potente, el 1.6 de 120 CV con Start&Stop y asociado al cambio de 6 velocidades, el que se oculta bajo el capó. Se trata de un motor de cuatro cilindros y 16 válvulas, de inyección directa por conducto común y turboalimentado. Sorprende sobre todo por su par motor de 320 Nm a 1.750 rpm, equivalente al que puede ofrecer un motor de dos litros de cilindrada con este combustible, por lo que empuje no faltará.
Sorprende por su baja sonoridad (salvo cuando el motor está muy frío) y cifras de prestaciones rendimiento, con una velocidad máxima de 183 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos y unos consumos realmente moderados para su tamaño, Oficialmente tan solo 4,8 l/100 km en el ciclo combinado (que se reducen a 4,3 en la nueva versión Euro 6). Si cuidar excesivamente el acelerador es posible realizar consumos inferiores a los 6 l/100 km. Y gracias a que dispone del sistema Start&Stop (fácilmente desconectable desde un botón situado en el salpicadero, y de funcionamiento un poco errático), el gasto no se dispara tampoco en ciudad.
Si alguien busca un cambio automático, en el 500L Trekking sólo está disponible con cambio Dualogic (un automático tradicional con convertidor y con cinco relaciones), en el motor 1.3 Multijet de 95 CV.
Comportamiento
En una conducción urbana, el Fiat 500L Trekking ofrece justo lo que uno espera de un vehículo así: postura al volante elevada que garantiza buena visibilidad y una dirección rápida con la que callejear con gran facilidad. Sus escasos 4,2 metros de longitud facilitarán que aparques sin demasiada dificultad. No resulta pesado de conducir como otros monovolúmenes, sino que se lleva de forma bastante parecida a un turismo.
Como otros coches de su categoría, se trata de un coche alto, lo cual penaliza su centro de gravedad. Como la suspensión del 500L Trekking tiene la suspensión elevada 13 mm, el centro de gravedad sube un poco más. Sobre el papel no es el coche idóneo para tomar curvas, pero a pesar de que el coche se inclina debido a sus formas cuando afrontamos un giro a alta velocidad, se muestra bastante estable.
Las reacciones de Fiat 500L Trekking son bastante predecibles y el control de estabilidad, sin ser demasiado intrusivo, actúa con eficacia si uno entra algo «pasado» en una curva para que el coche recupere la trayectoria sin penalizar la estabilidad. Eso só, sí, auque la dirección es precisa, no proporciona apenas información de lo que ocurre en las rueda y la palanca de cambios tiene unos recorridos demasiado largos.
Lo mejor es que esta buena pisada (para un coche de su tipo, en absoluto es deportivo ni pretende serlo) Fiat no ha tenido que recurrir a unas suspensiones demasiado duras. Todo lo contrario, son bastante blandas y absorben bien las irregularidades, para tratar bien a sus ocupantes. Se trata de un coche donde prima el confort.
Esta versión del 500L cuenta con una solución para, sin dejar de ser un tracción delantera, poder aventurarse fuera del asfalto. Se trata de la tecnología Traction+, que simula electrónicamente el comportamiento de un diferencial autoblocante electromecánico para mejorar a motricidad del vehículo sobre superficies deslizantes. En lugar de frenar completamente la rueda que han perdido tracción, este sistema procura que la rueda que mejor tracciona te saque del apuro.
Combinada con neumáticos M+S (del inglés Mud+Snow -barro+nieve- que montaba nuestra unidad, concretamente los Good Year Vector 4 Seasons M+S 225/45 R17 94V), definitivamente, el Traction+ puede ser muy eficaz, sobre todo en zonas con barro o regiones donde la nieve haga acto de presencia a menudo. Pero ojo, no se trata, ni mucho menos, de un todoterreno.
Veredicto coches.com
La llegada del Fiat 500X ha dejado algo descolgado a este 500L Trekking. Las versiones 4×4 del pequeño SUV son realmente eficaces fuera del asfalto, como pudimos comprobar, con lo cual su diferenciación dentro de la gama queda bastante difusa. El 500X, además, es mucho mejor en una conducción dinámica.
También la estética del nuevo SUV está bastante mejor compensada… y eso se debe a que no cuida a sus ocupantes (sobre todo los de las plazas traseras) con tanto mimo. Ahí, el espacio y la modularidad del Fiat 500L Trekking le ganan por goleada. Si se suma el amplio habitáculo a sus soluciones modulares, como la banqueta trasera correderas y a otros detalles prácticos, como las mesas plegables, nos parece una opción
¿Conviene pagar el sobreprecio (en torno a los 900 euros) respecto a las versiones del 500L convencional que cuentan con el mismo motor y equipamiento? Solamente si valoras que tenga ciertas capacidades para moverse fuera del asfalto. No nos parece un todocamino al uso, sino que el sistema Traction+ ofrece un plus en zonas de nieve o pistas con barro y de baja adhrencia.
Si te mueves a menudo por esos entornos y necesitas un coche amplio, funcional y con un precio justificado por su gran equipamiento, posiblemente el Fiat 500L Trekking sea la mejor opción del mercado entre los monovolúmenes pequeños, si no la única.
Y es que ninguno de sus rivales, como pueden ser los Citroën C3 Picasso, Ford B-Max, Nissan Note o Opel Meriva, cuentan con una versión así, que no le haga ascos al campo o al mal tiempo cuando sale de la ciudad. Lo que no sabemos es si cubrir un nicho de mercado dentro de un segmento más menguante podrá garantizar un nivel de ventas suficiente para garantizar su viabilidad.
- Espacio a bordo, amplio y luminoso
- Versatilidad y modularidad con la banqueta trasera corredera
- Seguridad extra sobre superficies resbaladizas
- Falta de huecos en la zona delantera
- Funcionamiento errático del Start&Stop
- Dirección poco comunicativa y palanca con recorridos largos
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