SsangYong ha muerto. Viva KGM. Desde el pasado 1 de julio, SsangYong pasa a denominarse KGM, tras la adquisición de la marca por conglomerado empresarial surcoreano KG Group. Esto significa que desaparece la denominación comercial de SsangYong, pero no su logo, así como productos tan interesantes como este KGM Tivoli Grand, antes conocido como SsangYong Tivoli Grand.
El Tivoli supuso, cuando llegó en 2015, un cambio de paso de la compañía automovilística más antigua de Corea. Un SUV pequeño, que por entonces empezaban a despuntar en ventas, a buen precio y con un diseño atrevido, el primer fruto bajo el paraguas de Mahindra. El éxito fue tal que con esos mimbres crearon el XLV… una denominación que unos años después pasó a llamarse SsangYong Tivoli Grand.
KGM trae bajo el brazo, además del cambio de nombre, una inyección de capital para desarrollar nuevos productos que irán en la línea del Torres, que ha sido el último SsangYong. A saber: un Torres eléctrico, un Torres Coupé y una variante pick-up.
Por arriba se sitúan los ya conocidos Rexton y Musso Sports y por la parte baja de la gama el Korando… y por supuesto los Tivoli (desde 17.900 euros) y Tivoli Grand (desde 22.400 €). Son precios recomendados por la marca, ya sabes que en nuestra sección de coches nuevos los concesionarios oficiales publican sus ofertas y descuentos para que puedas acceder a un vehículo de modo más económico. Contamos también con herramientas para financiar el coche pero antes, toca conocer a fondo el KGM Tivoli Grand.
Exterior
No te vamos a mentir, el KGM Tivoli Grand es el mismo coche que hasta ahora, actualizado este 2024 junto al Tivoli siguiendo la pauta que marcó el Torres. Ambos emplean la misma plataforma que cuando se lanzaron hace una década, pero, sobre todo cuando los ves de frente, hay un abismo.
Cuando miras la parte delantera, uno podría pensar –me llegaron a preguntar, esto es verídico– si se trata de un coche eléctrico, habida cuenta de la gran parte de la superficie que se encuentra carenada. En este sentido, se acerca al SsangYong Korando e-Motion… y también al Torres que apostó por ese camino. Hay también nuevas ópticas y paragolpes.
El lateral, hasta el pilar B sigue la pauta del Tivoli… pero pierde las capacidades de personalización de carrocería (apenas hay cinco colores, muy básicos, para la carrocería, poco riesgo). La úncia concesión es la carrocería bicolor en el acabado más alto Limited … que no tenía nuestra unidad de pruebas, con esa terminación, pero sí las llantas de aleación de 18 pulgadas con corte de diamante.
Conserva las nervaduras en la carrocería. Mide 4.480 mm de longitud, por lo que es 255 m más largo que el modelo del que parte. No varía la distancia entre ejes (2.600 mm) ni la anchura (1.810 mm), pero sí que es ligeramente más alto, se va a los 1.610 mm.
Tras las ruedas traseras encontramos un enorme voladizo, cuyo objetivo es aumentar la capacidad de carga. La luz antiniebla trasera está ahora situada en el centro del paragolpes posterior.
Interior
Respecto a su predecesor, hay algún cambio. La mayor diferencia se encuentra en el módulo de mandos del climatizador, que abandona las ruletas por un conjunto de botones (siete arriba y siete abajo) sobre una superficie en negro brillante. No entro en qué sistema es más bonito estéticamente, pero las ruletas me parecían más intuitivas de usar.
Sobre ella, la pantalla del sistema multimedia, de 8 pulgadas y con ruletas a ambos lados para el dial y el volumen. Ha cambiado el software y resulta más rápido y fluido que antes, pero sigue sin ser muy bueno, así que toca usar Android Auto o Apple Car Play, de serie desde el acabado básico Urban Plus, así como la cámara de visión posterior.
El cuadro de instrumentos tras el volante es muy clásico, con dos relojes analógicos y una pequeña pantalla en medio para el ordenador de a bordo, que te ofrece los datos básicos del viaje. Varías la información que muestra desde los botones del volante, de forma bastante sencilla.
Los acabados son correctos para el precio del coche. No esperes materiales lujosos (la gran mayoría son plásticos duros) pero el tacto es bastante bueno, no obstante, sobre todo de los mandos que es lo que más vas a tocar. No me gusta que se haya apostado por el negro piano en puertas, además de las zonas de pantalla y climatizador. Al menos en la consola central, de enfoque muy práctico, no hay rastro de ese material que se daña con tanta facilidad.
El espacio en las plazas delanteras es realmente bueno. Los asientos tiran a blandos y no recogen muy bien el cuerpo. Eso facilita que quepan personas anchas, pero en curva te mueves un poco. El tapizado, correcto, pensado en resistir el paso del tiempo más que en florituras.
Detrás el coche destaca por la altura al techo disponible, lo que permite que vayan adultos sin problema alguno. En esto ayudan las formas exteriores del coche. Como es habitual, pueden caber tres… pero mejor que el ocupante de la plaza central sea un niño. La consola central se introduce un poco en esa zona y hay un túnel central que, sin ser elevadísimo, dificulta poner los pies bien. Los acabados de esa zona están al nivel de los delanteros: negro piano en puertas (con grandes bolsas) y en los respaldos de los asientos unas gomas facilitan dejar cosas.
Maletero
La gran diferencia entre el Tivoli a secas y esta variante alargada es su maletero. Anuncia 720 litros de capacidad mínima (han medido hasta el techo). Ten en cuenta que el Tivoli “a secas” se queda en 426.
Es un espacio amplio, que incluye el hueco bajo el piso que es bastante aprovechable. Debajo de ese segundo nivel encontramos el kit reparapinchazos y algún pequeño espacio compartimentado.
Contamos también con perchas, ganchos para fijar la carga y nuestra unidad tenía una práctica alfombra de plástico para no manchar el tapizado del piso. Por supesto, como es habitual, podemos abatir los respaldos de la segunda fila de asientos, divididos en dos partes en proporción 40/60 para conseguir hasta 1.440 litros de capacidad máxima.
Motor
La novedad en la gama del Tivoli es el motor de 135 CV y 280 Nm de par (ver prueba), que no está disponible en el Grand y con el que pretende ser . Parte de la diferencia de precios de partida entre ambos estriba en que con el de mayor tamaño que probamos hoy no está disponible el acabado de acceso… y que el SsangYong Tivoli Grand es más potente.
Bajo el capó encontramos el motor gasolina de cuatro cilindros sobrealimentado, un 1.5 TGdi que entrega 163 CV de 5.000 a 5.500 rpm y un par motor de 260 Nm desde 1.500 a 4.000 rpm.
No tiene ningún tipo de hibridación ni concesión a la electrificación, de ahí que obtenga la etiqueta C de la DGT. Se asocia a un cambio manual de seis relaciones con el que homologa 7,2 l/100 km, si bien también se ofrece uno automático que repercute de modo algo negativo en el consumo (7,8 l/100 km).
Comportamiento
Se trata de un vehículo de claro carácter familiar como indicamos en la prueba del Tivoli Grand 2021. Lo verás sobre todo en dos aspectos: por un lado la dirección, que no es ni precisa ni informativa. Por otro en la suspensión, de claro enfoque confortable y un tarado blando con lo que no es demasiado ágil en curvas lentas. Ahí notas bastantes movimientos de la carrocería si intentas ir más rápido de lo que deberías… lo cual tiene fácil solución: aminorar un poco la marcha.
En el apartado mecánico, es un coche bastante perezoso a bajas vueltas, lo que hace que tengas que usar el cambio con frecuencia. Esto podría hacerte pensar en elegir el cambio automático, pero no lo recomiendo: incluso en el modo más deportivo se muestra incluso lento en recuperaciones… y tienes el hándicap de que gasta más.
Donde se muestra agradable es en la conducción en viajes, en autovía y carreteras con curvas de radio amplio. La insonorización no es su punto fuerte, sobre todo en el apartado aerodinámico y de rodadura, pero tampoco resulta ruidoso en exceso y saca a relucir lo cómodo de su puesta a punto.
Quizá sean los consumos lo que pueda preocupar más a alguien que busca un coche económico con amplitud y buen maletero. Hay rivales que gastan mucho menos, cierto, pero me resultó muy fácil moverme en las cifras que homologa en el ciclo WLTP. Aprovechando su sexta relación, con un desarrollo muy amplio, me he movido en 6,9 l/100 km. En autovía a velocidades legales con el coche cargado (y bastante viento) puede que subas a los 8 l/100 km una cifra alta, pero no exagerada teniendo en cuenta su volumen.
Opinión coches.com
Echa un vistazo a SUV compactos en el entorno de los 4,50 metros. Modelos conocidos y de tamaño parecido, como un Hyundai Tucson o un Citroën C5 Aircross coquetean o superan los 30.000 euros. Este KGM Tivoli Grand ofrece un espacio interior y maletero similares y buen confort de marcha por mucho menos dinero.
Posiblemente, por filosofía, el coche más parecido ahora mismo en el mercado es el Omoda 5, con un motor de gasolina algo más potente –186 CV– que en nuestra primera prueba nos pareció algo más refinado que el que usa KGM (nos faltaría medir mejor los consumos). Ojo, que también es más caro.
La familia Tivoli ha sido el gran sostén de las ventas de SsangYong en los últimos años junto al Korando. Los cambios, sin ser demasiados en el apartado técnico, modernizan un producto muy honesto que te da mucho espacio y capacidad de carga por menos que otros. El equipamiento, incluso en la versión más sencilla, es muy completo y no echarás nada de menos. Si buscas algo especial, eso sí, hay que buscar otras opciones… más caras.
En cuanto a su comportamiento, es ideal para quienes practiquen una conducción suave y relajada. Los rivales pueden ofrecer consumos algo más bajos y motores más refinados con mejores prestaciones, pero el KGM Tivoli Grand no te defrauda en una conducción cotidiana.
- Gran relación precio/producto
- Confort de marcha
- Capacidad de maletero
- Consumos por encima de la media
- Poco apto para conducción dinámica
- Sistema multimedia con detalles mejorables
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