Uno de los éxitos comerciales de Kia de los últimos años en España ha sido el Carens. No resultaba extraño verlo como segundo modelo más vendido (tras el gran referente, el Sportage). El caso es que los monovolúmenes compactos ya no venden a nivel europeo como antaño y, pese al rotundo éxito en nuestro país, ha desparecido de la gama. Sin sustituto directo, la marca ha pensado que el Kia Ceed Tourer.
Lo pudimos conocer de primera mano en su presentación, pero entonces no nos acompañaba la pareja (y tampoco a dos niños con sus respectivas sillas, uno de ellos un bebé con toda su parafernalia asociada). Por eso hemos decidido someterlo a una prueba de una semana con todos aquellos para los que, en principio, va destinado este coche.
Se trata de un familiar compacto que anuncia una gran capacidad de maletero, que era una de las cosas que más valoraban del Carens sus compradores, más que el hecho de poder contar con siete plazas (utilizables sólo para niños). Eso al menos les contaban a los responsables de marketing de la marca.
Es por eso, que la firma espera superar los buenos resultados que ya tenía el anterior Ceed SW, que suponía un 40% de las ventas de la familia del compacto. Y ojo, que ahora hay más variantes, desde el tradicional Ceed de 5 puertas al shooting brakeProceed y a la versión crossover, el nuevo Xceed. ¿Qué ventajas tiene el familiar respecto a ellos? ¿Aporta el Ceed Tourer algo más que un maletero mayor?
Exterior
El Kia Ceed Tourer trae todos los rasgos del Ceed de cinco puertas. Se ha abandonado ese diseño de cuña en la parte frontal, muy afilado y ahora ha pasado a ser un coche más convencional, buscando gustar a la mayor parte posible del público.
Diseñado en Europa, concretamente en las instalaciones de la marca en Frankfurt (Alemania), tiene unas medidas en la media del segmente. Mide 4.600 mm de longitud (4.605 mm si, como en este caso, la unidad es del acabado GT-Line, más deportivo). Esto significa que es 29 cm más corto que el Ceed de cinco puertas, pero mide de largo lo mismo que el Proceed.
Otras cotas son los 1.800 mm de ancho y una altura de 1.465 mm (cuatro centímetros más que el Proceed, lo que redundará en una mayor habitabilidad. En este sentido, toda la familia, desarrollada sobre la plataforma K2, comparte una distancia entre ejes de 2.600 mm.
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La parte frontal muestra notables similitudes (por no decir que es idéntica) a la variante de cinco puertas, con esa parrilla tiger nose más ancha al estilo del Stinger, con bordes cromados. Los faros, que ahora integran los cuatro diodos luminosos de la luz diurna (antes separados), la flanquean. La parte más baja la domina una ancha entrada de aire, que refuerza la sensación de anchura. En los extremos del paragolpe se ubican los faros antiniebla, integrados en una suerte de imitación de toma de aire.
En el lateral ya se aprecian muchas diferencias respecto del hatchback compacto. Para empezar, vemos el aumento del voladizo trasero, que es donde ha crecido el modelo. Detalles como los marcos cromados de las ventanillas, las llantas de 17 pulgadas con neumáticos Michelin Primacy 3 (225/45), los cristales traseros tintados o las barras de techo son algunos de los aditivos de las variantes GT-Line.
La zaga es el apartado más sui generis de esta carrocería de la familia. En el portón destacan unospilotos horizontales y más anchos, con firma lumínica propia que cuentan con tecnología LED. En la parte superior, un spoiler con la luz de freno integrada remata la luneta, enmarcada en sus laterales por dos piezas negras brillantes. Estas hacen juego con las falsas tomas de aire que aparecen en los extremos inferiores. Ya en la parte baja, el paragolpes se ensancha. Integra catadióptricos y cuenta con unas falsas salidas de escape con marco cromado.
Interior
No vamos a detenernos en demasía en el interior del coche. Es en las plazas delanteras idéntico al Ceed de cinco puertas, un coche que hemos probado a fondo y del que destacábamos la ergonomía de sus mandos, con un salpicadero en que los mandos están dispuestos de manera horizontal, bien ordenados.
También debemos destacar la subida en calidad de los materiales de recubrimiento y los materiales acolchados y blandos están presentes en todas las zonas más accesibles, dejando los duros en las zonas más bajas y menos visibles. La combinación de materiales es interesante y agradable, tan sólo el abuso del negro piano en la consola central (un plástico brillante que atrapa el polvo con demasiada facilidad) es lo que más nos rechina.
Cuando eliges la versión GT-Line encuentras también un techo tapizado en tonos más oscuros, que no parece lúgubre gracias al impresionante techo solar doble, los umbrales de las puertas metálicos, los asientos con tapicería de cuero y logo GT-Line bordado o el volante achatado en la base. Si, además, tienes cambio automático, tras él te topas con unas levas metálicas.
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Si bien el cuadro de mandos no es totalmente digital (es algo que estrena el Xceed, pero que no dudamos que llegará a la gama), la pantalla central es suficientemente grande y se lee bien, con los menús en orden y que ofrece mucha información.
Se complementa a las mil maravillas con la pantalla del sistema de infoentretenimeinto y navegación de 8 pulgadas, que también funciona a las mil maravillas, que domina el salpicadero, elevada y con botones físicos de acceso a las funciones principales.
La posición de conducción es similar al cinco puertas, así como el espacio disponible Donde encontramos diferencias es en la trasera. Hay más espacio para los hombros y se ha colocado la banqueta en una posición más baja con lo que ganamos altura disponible.
El espacio para las piernas no es tan generoso como el que encontramos en el Ford Focus Sportbreak o el Skoda Octavia Combi, dos coches que han pasado por esta sección últimamente, pero es obvio ya que a pesar de estar en el mismo segmento, ambos son más largos y con una mayor distancia entre ejes.
De todos modos, el espacio es más que suficiente para dos adultos de talla normal. Un tercero no irá tan cómodo, ya que la anchura no es suficiente. Difícilmente podrá tampoco viajar con dos sillas infantiles detrás, queda muy poco espacio (mi mujer lo sufrió durante unos kilómetros, por suerte no demasiados). A ello hay que sumar un túnel de transmisión que, si bien no es muy prominente, sobresale lo suficiente como para no poder colocar bien los pies.
Estas plazas posteriores tienen salidas de aire en la consola, pero no tomas de carga para dispositivos móviles (ni USB ni 12 V). Pueden dejar objetos en las redes tras los asientos delanteros, un espacio que se une a otros como el buen cofre entre los asientos, oculto bajo el reposabrazos.
Por el interior hay varios huecos para dejar objetos que resultan suficientes. No siempre están acolchados o tienen suelo de goma pero al menos tienen una capacidad buena que los hace utilizables. Entre los asientos hay un práctico reposabrazos que esconde un cajón de buen tamaño.
Maletero
Y llegamos por fin al gran protagonista del Kia Ceed Tourer, un maletero que anuncia 695 litros de capacidad, el líder de la categoría. Un Octavia Combi tiene 610, como el Focus Sportbreak (ambos más largos, como te decíamos), mientras que el Golf Variant o el Hyundai i30 CW también superan los 605 litros.
Bueno, en esa cifra se incluyen los diversos huecos que hay bajo el piso. Si los restamos, se queda en 625 litros, una cifra también espectacular. Pero es que esos espacios son realmente prácticos y utilizables. Más cercano al borde de carga, con un umbral bajo que permite cargarlo con comodidad hay uno grande, con un espacio a medida para dejar el estore enrollable que cubre el espacio de carga. Ahí encuentras una red que puede separar el maletero del habitáculo, una solución que echamos de menos en muchos rivales y que permite cargar el coche hasta arriba sin temor a que, en un frenazo, la impedimenta golpee a los pasajeros.
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En el centro del maletero hay otro hueco algo menor, donde puedes llevar herramientas, triángulos de emergencia o redes para fijar la carga. Y ya cerca de los asientos otro especialmente diseñado para llevar un paraguas (ahí se esconden las fijaciones para la red separatoria).
Hay todavía más utilidades, como unos separadores que se mueven en cualquier dirección por unas guías laterales perfectos para fijar enseres cuando no vas cargado a tope. Está iluminado en ambos laterales, donde encontramos perchas para bolsas, una toma de 12 V en el lado izquierdo, con un hueo también abajo (el derecho lo ocupa un altavoz del equipo de sonido JBL).
Y si este espacio no te resulta suficiente siempre puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. De este modo. Divididos en dos partes, en proporción 40:60, consigues un espacio soberbio, de 1.694 litros de capacidad y prácticamente plano.
Equipamiento
La unidad que hemos podido probar tiene el acabado más alto de la gama. Se trata del GT-Line, que además del paquete exterior que modifica el aspecto y le da un aire más deportivo incluye elementos como el techo solar panorámico doble, la tapicería exclusiva de esta versión, asistente al aparcamiento con sensores delanteros, equipo de sonido JBL, arranque sin llave, freno de mano eléctrico…
También asistentes como el detector de vehículos en ángulo muerto, reconocimiento de límites de velocidad o frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones, que se suman a otros que aparecen desde el nivel de entrada Concept, como el aviso pre-colisión, control de velocidad, alerta de cambio de carril y asistente al arranque en cuestas.
Entre ambos encontramos el Drive, posiblemente el más equilibrado pues ya cuenta con la pantalla de 7 pulgadas con cámara de visión trasera compatible con Apple CarPlay y Android Auto, faros antiniebla, pilotos traseros LED… También el Tech, con la pantalla de 8 pulgadas y navegador integrado, mejoras estéticas como los retrovisores con los intermitentes, cristales tintados o el cargador de móvil sin cables.
Como ves, contamos con un nivel de terminación completísimo. Ligado al motor diésel y al cambio automático tiene un precio bastante elevado, de 31.000 euros. Eso sí, hablamos del precio de tarifa pues cuando hacemos una búsqueda en nuestra sección de coches nuevos, donde concesionarios oficiales de la marca de toda España publican sus ofertas de Kia Ceed Tourer, vemos que esta tarifa baja considerablemente.
Esos precios (que en el momento de escribir esta prueba) suponen un ahorro cercano al 30% pueden implicar financiar el coche con la marca. Es aconsejable también visitar nuestro comparador de seguros para dar con la póliza que mejor se ajusta a tus necesidades y presupuesto al mejor precio.
Motor
En el primer contacto apostamos por probar el motor de gasolina, el concreto el 1.0 T-GDi 120 CV. Se trata de la variante de acceso de este combustible, también puede optarse por el 1.4 T-GDI con 140 CV, una mecánica que conocimos en el contacto del Kia Ceed, y con la que viajarás más holgado con el coche cargado si buscas este combustible. No esperes el 1.6 T-GDI de 204 CV, esta carrocería no cuenta con él. Sí llegará una versión híbrida enchufable, aún no sabemos exactamente cuándo.
Para quienes recorren más kilómetros al año no hay duda de que conviene apostar por el diésel. La marca coreana ofrece el renovado 1.6 CRDI, un bloque que conocimos en la prueba del Kia Sportage. Tiene una variante de acceso de 115 CV y luego esta de 136 CV que, en caso de asociarlo a la caja de cambios automática DCT de doble embrague, ofrece nada menos que 320 Nm de par a las 2.000 rpm, 40 Nm más que con el cambio manual. Por el momento tampoco la marca apuesta por la hibridación ligera, algo que dispone el Sportage Mild Hybrid y que sin duda también veremos en el Ceed tarde o temprano.
Sobre el papel, viendo la ficha técnica, nos encontramos con unas prestaciones suficientes para el propósito del coche (viajar en familia). Con él bajo el capó es capaz de acelerar desde parado hasta alcanzar los 100 km/h en 10,1 segundos y llegar a los 201 km/h de velocidad punta.
Y todo ello, con un consumo medio homologado (según el ciclo NEDC) de 4,2 l/100 km. Una cifra baja que se corresponde con 110 g/km de CO2 de emisiones y que emplea un sistema de reducción catalítica selectiva (SCR) con Adblue para reducir las emisiones de NOx de manera significativa. ¿Será capaz de consumir tan poco? Veámoslo.
Comportamiento
Si en ocasiones nos lamentamos de que los quehaceres cotidianos no nos permiten realizar tantos km como nos hubiese gustado, este no fue el caso. Un par de viajes hicieron que casi alcanzásemos los 900 km de recorrido.
Gracias al buen trabajo en la ergonomía, el Ceed Tourer (algo extrapolable a toda la gama) es uno de esos coches que tras un par de minutos, parece que llevas conduciéndolos toda la vida. La configuración de las suspensiones es muy similar a la del Ceed 5 puertas, con lo cual contamos con un coche aplomado en todo tipo de vías. Solamente se ha revisado ligeramente la suspensión trasera, algo obvio pues había de adecuarse al mayor voladizo y mayor peso que puede llevar en esta zona.
La insonorización del habitáculo es muy buena, por lo que los viajes largos son cómodos con él. La rumorosidad del motor es mínima, casi se percibe más el sonido de rodadura, sobre todo en malos firmes, que los sonidos de la mecánica.
La potencia es más que suficiente para realizar viajes tranquilo a velocidades legales. No esperes una mecánica de reacciones poderosas, pero sí solvente incluso con el coche cargado. Es claramente subvirador, como cabe esperar de un tracción delantera, pero no tendrás problemas en este sentido: en carreteras reviradas es posible una buena dinámica de conducción, con mínimos balanceos y estable en el paso por curva.
Lo mejor de esta generación es la increíble mejora de la dirección. Ha ganado en precisión y en tacto. Incluso en un coche sin pretensiones deportivas eso es de agradecer… al igual que el buen trabajo con los frenos, más precisos y cuya fuerza se dosifica mejor que antes.
Puedes también elegir entre un par de modos de conducción, el Normal y el Sport, que varían la respuesta del acelerador y la dureza de la dirección. Se nota el cambio, entre ambos.
¿Y el gasto? Pues algo elevado si lo comparamos con sus cifras de homologación. Fue de 5,5 l/100 km, que si tenemos en cuenta que buena parte fueron en carreteras secundarias a velocidades tranquilas, se nos antoja algo elevado (que no exagerado) para un coche con 136 CV. De todos modos, siempre será menor que un SUV. En nuestra prueba del Sportage con este bloque gastó 1,2 litros más (nos pareció difícil poder bajarlo de 6), y tampoco se trata de un coche con más espacio… y tiene menor capacidad de carga.
Opinión coches.com
Tras pasar una semana con él, estamos de acuerdo en que el Kia Ceed Tourer es un buen coche. Con un tamaño contenido, ofrece un espacio suficiente para cuatro y mucho, mucho maletero. El equipamiento es abundante y los acabados se demuestran buenos, al menos en un nivel de terminación completo como este. Merece la pena pagar el sobrecoste de este acabado.
Aunque notable, si no alcanza la excelencia es debido a que el motor no es tan frugal como uno espera de una mecánica diésel. Bien insonorizado y cómodo, es capaz de tragarse km sin que uno se de cuenta. Pero en el recorrido poco exigente que le impusimos, sin puertos de montaña y sin conducción muy extrema, esos 5,5 l/100 km se nos antojan demasiado alejados de la cifra homologada.
Quien espere un interior apto para cinco, algo que sí ofrecía el Carens, aquí está demasiado penalizado por la estrechez detrás. Es algo pendiente en este segmento, así como en los SUV compactos. Lograr acomodar a tres personas detrás, de manera segura, sin tener que recurrir a segmentos superiores (más caros) le otorgaría, sin dudas, más ventas.
Y sí, el maletero es espectacular. Tanto por tamaño, algo que puedes ver ya en la ficha técnica, como por el sinfín de soluciones prácticas que ofrece, realmente útiles y prácticos en el día a día. ¿Suficiente para conquistar al mercado? Desde luego, es una buena baza que jugar.
- Maletero grande y práctico
- Equipamiento completo y calidad de terminación
- Fácil de conducir y cómodo
- Plazas traseras estrechas
- Diseño exterior poco atrevido
- Consumos alejados de los homologados
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