Cuando yo era joven los coches compactos eran lo que la mayoría buscaba. Vehículos que no ocupan demasiado, pero con los que puedes hacer viajes largos con cuatro personas sin problemas. Mi generación fue haciéndose mayor y teniendo hijos, pero no querían que la gente se diese cuenta de ello, sino que los siguiesen viendo joviales y aventureros. ¿Respuesta de las marcas? Los SUV.
Los SUV compactos empezaron a inundar el mercado. Modelos como el Volkswagen Tiguan, el Kia Sportage, el Ford Kuga o el Mazda CX-5. Daba igual que consumiesen más o fuesen más caros, se vendían como rosquillas. Por eso los fabricantes empezaron a duplicar su oferta y llegaron los Volkswagen T-Cross, el Kia Xceed, el Ford Focus Active o el Mazda CX-30 que nos acompaña hoy. Son los crossover compactos.
Mientras un SUV quiere parecer un todoterreno, sin serlo, estos crossover tienen rasgos exteriores “aventureros”, pero no buscan salir fuera del asfalto ni por capacidades ni por estética. Como su nombre dicen son un “cruce”, una combinación de carrocerías. Si analizas la parte técnica, comparten la plataforma y un sinfín de elementos con los compactos de sus marcas respectivas.
Tras una semana conduciendo el Mazda CX-30 veo que pueden ser coches interesantes. Y es que ofrece más espacio interior y maletero que un compacto, tiene menores consumos que un SUV «clásico» y también se consigue un buen tacto de conducción.
¿Es interesante apostar por ellos en todos los casos? ¿Qué cosas malas tienen? Eso es lo que vamos a intentar descubrir con el Mazda CX-30 Exclusive Line, que tiene un precio en torno a los 30.000 euros. Puedes encontrar ofertas del Mazda CX-30 en la sección de coches nuevos de coches.com, donde los concesionarios oficiales de la marca publican sus descuentos. Contamos también con herramientas para financiar el coche que te ayudan a pagarlo más cómodamente. Pero antes, conozcamos a fondo el Mazda CX-30:
Exterior
Ves un Mazda CX-30 2020 y un Mazda CX-30 2024 y, seamos sinceros, cambia muy poco por fuera. La mayor novedad pudimos verla ya en nuestra sección de pruebas: que son dos nuevos colores en la gama, el Ceramic Metallic (en la prueba del Mazda 3 2024) y el Zircon Sand (en la prueba del Mazda CX-5 2023).
En la parte delantera se reconoce como un Mazda, con la característica parrilla que aquí tiene un diseño diferente al Mazda 3. Si en aquel era un entramado digamos más clásico, en este son piezas que sobresalen y que cambian su brillo en función de cómo incida la luz sobre ellas. Se apoya en un elemento cromado (negro en el compacto) que une además las ópticas, con forma redonda pero que van encapsuladas en una tulipa muy afilada.
Otro elemento diferenciador, y que a mi no me convence, es que en la parte baja, integrados en el paragolpes, van los intermitentes, un lugar donde el resto de conductores no los verán demasiado bien. Ese protector bajo ya le da una apariencia de crossover, al ser mayor que el del Mazda 3 y abrazar todo el frontal.
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Estos plásticos negros propios de los SUV, que deben proteger la carrocería de pequeños golpes de piedras, se unen con los de los pasos de ruedas y continúan por toda la parte baja de la carrocería. Las llantas de serie son de 16 pulgadas pero en esta terminación Exclusive Line contamos con unas de 18 pulgadas. No hay una altura libre al suelo excesiva, ya que apenas es de 175 mm (25 mm más que un Mazda 3). No tenemos barras de techo, que son habituales, ni el pilar C tan característico, ya que hay una ventanilla de esquina fija. Pese a ello, la vista lateral es una de mis favoritas por su deportividad. De hecho, hay memes circulando por la red que lo comparan con un Ferrari Purosangue.
Mide 4.395 mm de longitud, por lo que 6,5 cm más corto que el Mazda 3, coche con el que comparte plataforma. De esa cifra 2.655 mm corresponden a la distancia entre ejes, 6 cm más corta que el compacto. Eso sí, es un coche 10,5 cm más alto, se va a los 1.540 mm pero exactamente igual de ancho, con 1.795 mm de anchura.
Es exactamente igual de largo que un Kia Xceed y apenas 2 mm más corto que el Ford Focus Active. El Cupra Formentor sí que es algo más largo:
MODELO | Longitud |
Mazda CX-30 | 4.395 mm |
Kia Xceed | 4.395 mm |
Cupra Formentor | 4.450 mm |
Ford Focus Active | 4.397 mm |
En la zaga destaca la anchura en la parte baja, fruto de los pasos de rueda más abultados. Esa zona inferior tiene un paragolpes en plástico negro muy prominente, con dos tomas de escape reales en los extremos. Los pilotos son redondos, como los delanteros, con la parte superior cortada y se afilan para meterse en el portón. En la parte alta no falta un alerón en contraste, que abraza los laterales y que integra la tercera luz de freno.
Interior
Las novedades en el puesto de conducción respecto a la prueba del Mazda CX-30 2020 son algo mayores. La marca nipona ha cambiado los botones del volante, algo más oscuros para que se vean mejor. Y también elementos que mejoran la conectividad, como las tomas USB-C bajo el reposabrazos delantero o la base de carga inalámbrica en la parte delantera de la consola.
Gana también un sistema de infoentretemimiento mejorado. Por un lado, porque ahora la pantalla es de 10,25 pulgadas (antes 8,8) y porque incluye el sistema Mazda Connect, con la posibilidad de contar con Apple CarpPlay y Android Auto de manera inalámbrica. Mejoró también el navegador propio, que ganó funciones como la cartografía off-road que funciona mediante un sensor giroscópico 3D o la búsqueda más intuitiva de puntos de interés.
Se trata de una pantalla de un tamaño más que suficiente y que iguala la longitud de la diagonal con el Kia Xceed. La que monta el Cupra Formentor es algo mayor pero es la del Ford Focus Active la que destaca por tamaño entre los cuatro.
MODELO | Pantalla |
Mazda CX-30 | 10,25 pulgadas |
Kia Xceed | 10,25 pulgadas |
Cupra Formentor | 12 pulgadas |
Ford Focus Active | 13,2 pulgadas |
La pantalla es táctil, pero nos gusta que cuente con el mando giratorio HDMI, que como los menús son sencillos es fácil de usar sin tener que alargar el brazo. También que todo el control de la climatización cuente con ruletas y botones físicos específicos para ello, en una posición muy cercana.
No es la única pantalla, ya que a través del volante vemos una de 7 pulgadas que sirve como cuadro de instrumentos. Muestra la información sin muchos artificios digitales, pero de manera clara y que puedes variar mediante los botones del volante. La acompañan dos relojes clásicos a ambos lados.
En cuanto a calidades, muy buen nivel de acabados, por encima de cualquier marca generalista. Superficies muy blandas en salpicadero, paneles de las puertas o todos los revestimientos de la consola central. En este sentido juega más en la liga del BMW X2 o el Audi Q3 Sportback. Mi única pega, la misma que dije en el Mazda 3: el negro piano en consola y puertas, dos lugares que se tocan habitualmente.
Y antes de pasar detrás, analicemos la posición de conducción. Comentaba en la prueba del Mazda 3 que me gustaba mucho por ser baja y con los pedales muy centrados. Aquí es algo más erguida, no solo por ir sentados algo más arriba, sino porque no se va tan tumbado. Eso sí, no vas tan sentado como en el CX-5, donde sí llevas una postura más de SUV.
Y en las plazas traseras, a pesar de que la distancia entre ejes es ligeramente más corta, el espacio para las piernas es algo mayor que en el Mazda 3. No es un milagro, sino que, como en los asientos delanteros, la posición es más erguida, así como el acceso, al estar ligeramente más alto. El espacio para la cabeza, suficiente a pesar de que esta unidad contaba con techo solar.
Tiene salidas para la climatización, algo que echamos de menos en el compacto y copia de él los excelentes acabados tanto en asientos como en las puertas, tratando igual de bien a los pasajeros traseros como a los de delante. Nos sigue faltando tomas USB-C, hay que usar las del cofre central. El asiento central es algo justo en anchura. Además, tenemos un túnel de transmisión bastante prominente que impide colocar los pies y el asiento no tiene una forma muy anatómica ya que oculta un reposabrazos.
Maletero
El Mazda CX-30 anuncia un maletero de 430 litros de capacidad. Es un espacio con formas bastante regulares y bien rematado. El borde de carga está a 71 cm del suelo, más que un compacto pero no demasiado alto. Y tiene un piso curioso, que la marca llama Smart Cargo Board. Además de poder ponerlo a dos alturas, al estar formado por tres tableros plegables puedes organizar mejor el equipaje en el maletero.
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430 litros no son muchos si lo comparas con un SUV, pero sí es una buena cifra cuando se enfrenta a otros crossover. Solamente el Cupra Formentor, más largo, tiene un maletero mayor. Eso sí, es el que más capacidad gana respecto al compacto del que deriva, al tener 72 litros más que el Mazda 3:
MODELO | Maletero | Ganancia vs compacto |
Mazda CX-30 | 430 litros | +72 (Mazda 3) |
Kia Xceed | 380 litros | +23 (Kia Ceed) |
Cupra Formentor | 450 litros | +70 (Cupra León) |
Ford Focus Active | 392 litros | +0 (Ford Focus) |
Bajo el piso inferior hay un espacio compartimentado, pero poco práctico si eliges el equipo de sonido, ya que roba casi todo el hueco. Encontramos elementos prácticos como ganchos para fijar la carga o un portón de accionamiento eléctrico, que no tiene el Mazda 3.
Con el compacto comparte la luz en el lateral izquierdo o los buenos remates. También la bandeja superior, que se pliega para acceder mejor al cofre y la posibilidad de abatir los respaldos de los asientos traseros. Divididos en proporción 60:40, haciendo esta operación consigues 1.406 litros de capacidad, 380 más que en un Mazda 3.
Motor
En el apartado mecánico no hay cambios. Tres opciones de gasolina, todas con microhibridación de 24 voltios con los que siempre obtienes la etiqueta ECO. Accedes a la gama con el e-SkyActiv G de 122 o 150 CV, ambos disponibles con cambio manual op automático y el más potente con posibilidad de tener tracción total.
Por encima se ubica el e-SkyActiv X, con 186 CV. Ganó el sistema mild hybrid desde que lo conducimos por vez primera y también 7 CV (tenía 179 CV). Ya hemos explicado un poco la técnica, un motor bastante curioso que puede funcionar con chispa, como un gasolina o por compresión, como un diésel, para obtener consumos bajos.
Es de los coches de su tipo que homologan un gasto más bajo. Hasta 1,1 l/100 km menos que un Cupra Formentor 1.5 TSI, que tiene 36 CV menos. Solamente el Ford Focus Active con un motor de tres cilindros y la mitad de cubicaje consume ligeramente menos… y es menos potente.
MODELO | Consumo WLTP |
Mazda CX-30 e-SkyActiv X 186 CV | 5,7 l/100 km |
Kia Xceed 1.5 T-GDI MHEV 160 CV | 6,3 l/100 km |
Cupra Formentor 1.5 TSI 150 CV | 6,8 l/100 km |
Ford Focus Active 1.0 Ecoboost MHEV 155 CV | 5,5 l/100 km |
Y es que Mazda monta un bloque muy grande, de cuatro cilindros y 1.998 cc, con una relación de compresión muy alta, de 15 a 1, un 50% superior a los rivales con los que lo comparamos en esta ocasión. Entrega sus 186 CV de potencia máxima a 6.000 rpm y tiene un par máximo de 240 Nm a las 4.000 rpm. Y tiene un compresor en lugar del turbo de sus rivales, lo que hace que se conduzca de manera un poco diferente, como veremos ahora.
Comportamiento
Cuando conducía el Mazda CX-5 con el motor atmosférico de 165 CV alababa su refinamiento. El e-SkyActiv X tiene algún ronroneo al arrancar en frío, pero no pasa de ahí, apenas se oye y apenas transmite vibraciones al habitáculo.
El hecho de no contar con turbo hacía remolón al CX-5, como a cualquier atmosférico. En ese sentido, el CX-30 responde mucho mejor gracias al compresor y no se hace tan necesario bajar de marchas cuando decaen las revoluciones, solamente hemos notado algo de falta de empuje en sexta en subidas pronunciadas. Pero no cambia el comportamiento del motor, muy lineal, con la potencia en la parte alta del cuentavueltas y de funcionamiento suave, progresivo y muy predictivo.
¿Falto de prestaciones? No lo creo. Es capaz de completar el 0-100 km/h en 8,3 segundos. No es una cifra apabullante, pero mejor que la de otros crossover con los que los estamos comparando… a pesar de ser de los más pesados.
MODELO | Aceleración 0-100 km/h | Peso |
Mazda CX-30 e-SkyActiv X 186 CV | 8,3 segundos | 1.479 kg |
Kia Xceed 1.5 T-GDI MHEV DCT 160 CV | 9 segundos | 1.332 kg |
Cupra Formentor 1.5 TSI 150 CV | 8,9 segundos | 1.463 kg |
Ford Focus Active 1.0 Ecoboost MHEV 155 CV | 8,4 segundos | 1.387 kg |
Me preguntaban si contaba con modos de conducción. No, pero sí. Me explico: No cuenta con un botón para seleccionar varias configuraciones prefijadas, pero puedes cambiar el carácter del coche por su propia idiosincrasia. Es un motor tan progresivo que puedes ir tranquilo… y también rápido, solamente hace falta subirlo de vueltas bajando una marcha.
La puesta a punto de la suspensión es firme para contener los movimientos d la carrocería, pero al mismo tiempo absorbe bien las irregularidades del terreno. Y destaca entre crossover por lo rápido que responde a las órdenes al volante, aunque quizá un paso por detrás del Formentor… y de su hermano el Mazda 3. Un coche, en todo momento, con reacciones seguras y de fácil control.
¿Cumple con los consumos? Me he movido en cifras en el entorno del 6,1 o 6,2 l/100 km en nuestro habitual recorrido para medirlos. Algo más que el Mazda 3 (5,8 l/100 km en esos mismos tramos) y menos que los 6,9 que registré con el CX-5 de menor potencia. Menos también que sus rivales, que eso sí, montan cambios automáticos. Si eliges esta transmisión en el Mazda CX-30 los consumos suben algo, pero ganarás en comodidad de uso. Y tiene levas que puedes usar en modo 100 % manual. Y pagas algo más, pero para hablar de precios, en las conclusiones.
Opinión coches.com
El Mazda CX-30 es un crossover con aires de coupé y la fuerza de los SUV que, desde su llegada al mercado en 2020, entra por los ojos. Tanto, que apenas ha cambiado en lo estético en 2024, con mejoras sutiles en el interior y de equipamiento. Es el segundo coche que mejor vende la marca, tras el CX-5… que supone pagar en torno a 3.500 euros más.
¿Por qué se elige más CX-5 y no este? Porque es más amplio. Delante y detrás algo que agradeces si tienes que llevar niños en sillitas grandes. Y tiene más maletero. Una alternativa más familiar que este CX-30 que, en mi opinión va mejor dinámicamente y con el motor e-SkyActiv X, gasta menos.
Eso sí he de reconocer que hay alguna cosa que no me ha gustado del CX-30:
- Plazas traseras y maletero lejos de un SUV compacto al uso.
- Pocas posibilidades de personalización (sangrante en un coche tan pasional).
- Recuperación de energía del sistema M Hybrid pobre al bajar puertos.
MODELO | Consumo WLTP |
Mazda CX-30 e-SkyActiv X 186 CV Exclusive Line | 34.800 € |
Kia Xceed 1.5 T-GDI MHEV 160 CV GT-Line | 33.700 € |
Cupra Formentor 1.5 TSI 150 CV | 35.550 € |
Ford Focus Active 1.0 Ecoboost MHEV 155 CV | 36.300 € |
Son pegas que le podríamos poner sus rivales directos… y que luego duplican y triplican sus ventas caso del Kia Xceed y el Cupra Formentor. Quizá porque las gamas mecánicas sean más amplias, con versiones enchufables y diésel en ambos. Porque cuando analizas sus precios, el Mazda CX-30 sale bien parado, solo en Xceed es algo más barato, comparando niveles de equipamiento similares.
- Más espacio interior y maletero que un compacto
- Tiene menores consumos que un SUV "clásico"
- Consigue un buen tacto de conducción
- Plazas traseras y maletero lejos de un SUV compacto al uso
- Pocas posibilidades de personalización (sangrante en un coche tan pasional)
- Recuperación de energía del sistema M Hybrid pobre al bajar puertos
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