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Mercedes Clase C C200 prueba – 157.9
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Mercedes Clase C, a prueba: ¿en qué destaca sobre sus rivales?

Y llegó el día. Cuando te toca subirte a un coche que llega a su sexta generación, con más de 40 años de historia a sus espaldas, uno se pone sus mejores galas. No es el único lanzamiento de la firma, pues este año ya hemos conocido los EQA Y EQS, así como las actualizaciones de CLS Y AMG GT 4 puertas. Siguen moviéndose en Mercedes, sin duda.

Desde 1982 se han vendido más de 10,5 millones de unidades del Clase C. De la generación anterior 2,4 tanto de la berlina y Estate, la variante familiar que es clave en muchos mercados (en Alemania dos tercios de las ventas) pero no tanto en España (aquí supone en torno a un tercio).

En un momento donde los SUV acaparan una gran parte de la atención, ¿qué ofrece el Clase C 2021? Cierto que en los tiempos que corren China ya es su principal mercado (allí cuenta incluso con versión de batalla extendida). Se ha renovado su estética y quiere parecerse más que nunca al Clase S, el auténtico referente de los sedanes.

Exterior

Sus dimensiones crecen respecto al modelo precedente. Ahora la berlina mide 4.751 mm de longitud, 65 mm más que antes, de los que 25 corresponden al aumento de batalla (+25 mm). Es también algo más ancho que antes, en concreto 10 mm y se va a los 1.820 mm de anchura.

Sé que es algo subjetivo, pero me parece que los diseñadores de Mercedes han dado en el clavo con el equilibrio entre deportividad y elegancia en este nuevo Clase C. El blanco de nuestra unidad no permite ver todos los matices, pero cuando uno suma el paquete AMG Line el resultado es más que convincente.

En el frontal destaca la parrilla, que estrena un tramado de pequeñas estrellas (propio del paquete mencionado) que le da un aire de cuidado por el detalle muy conseguido, con el logo bien grande en el centro. No faltan unas ópticas LED y un parafgolpes inferior de formas muy orgánicas y suaves.

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En el lateral se aprecia bastante el aumento de dimensiones y esa menor altura, con lo que la clásica silueta se ve aún más deportiva y aerodinámica (con un coeficiente del 0,24, que llega al 0,27 en el Estate). Ayuda el faldón en color de la carrocería que lo acerca al suelo o las llantas de 19 pulgadas opcionales multi radio con neumáticos 225/40, así como los marcos de las ventanillas (cristales traseros tintados) y los retrovisores en negro, del paquete Night.

La zaga nos recuerda bastante a la del Clase E, con ópticas más finas y alargadas, divididas entre carrocería y tapa del maletero. En la parte baja vemos detalles como los estilizados catadióptricos en el parachoques o esa suerte de difusor rematado en plástico negro brillante con dos salidas de escape simuladas (las reales se esconden por debajo).

Interior

He de decir que la combinación de colores elegida para el interior del Clase C que nos tocó en suerte no sería la que elegiría personalmente. Si ese es también tu “problema” al ver estas imágenes, tranquilo, hay muchas otras combinaciones posibles, no tan atrevidas.

Más allá de ese cuero rojo, lo que destaca es la tecnología. En Daimler saben bien que eso vende muchos más coches hoy en día que otros factores y han echado toda la carne en el asador en el Clase C.

Eso se traduce en traer el sistema MBUX 7.0 del Clase S (sí, no nos confundimos), con un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas y otra de 11,9 para el sistema de infoentretenimiento, en posición vertical.

Es apabullante todo lo que permiten hacer, además de lo bien que funciona, la rapidez de respuesta (un 50 % más que la generación anterior, Actualización online, navegador con realidad aumentada, música en la nube, reconocimiento por voz, huella o pin, carsharing entre particulares…). Integra la climatización, pero al menos siempre pueden verse en la zona inferior de la pantalla.

Cuesta manejarlo todo rápidamente pero más por la cantidad de funciones que porque esté mal pensada. Ayuda poder hacerlo desde el nuevo un volante deportivo con tres radios dobles y superficies táctiles con respuesta háptica en negro brillante.

Más allá de eso, el interior tiene un diseño que imita al de la aviación. La pantalla está ligeramente inclinada 6 grados hacia el conductor para que lo vea mejor y, sobre ella, nuevos difusores redondos para las salidas de aire que imitan “a los reactores de una aeronave”.

La calidad de materiales no es sublime, pero sí efectista (se emplean bastantes plásticos duros). No es como los Mercedes de antaño en que nada se movía o parecía una sola pieza en lugar de ensamblado, pero he de decir que en esta unidad no oía un solo grillo.

En cuanto al espacio, delante es bueno, si bien se nota algo la menor altura del coche al entrar. La posición de conducción es muy baja y como el parabrisas está bastante inclinado las sensaciones son de ir en un coche de cariz deportivo.

Detrás gana espacio respecto a la generación anterior. En concreto, 21 mm más para los pies y 15 mm altura libre al techo. Como es habitual en este segmento, no es muy apta para tres por anchura, pero sobre todo porque el túnel central roba en este caso mucho espacio para colocar los pies debidamente. El acceso tampoco es muy cómodo y, si bien el espacio no es del todo malo, la sensación es que es menor

Maletero

La capacidad del maletero del Mercedes Clase C 2021 no cambia y mantiene los 455 litros de capacidad, por lo que es algo menor que el de un Audi A4 (460 litros) o un BMW Serie 3 (480), que son algunos de sus rivales.

Tiene en común con ellos (y con otros sedanes) que el hueco de carga no es muy amplio. Mejor apostar por el Estate, la carrocería familiar, que gana 30 litros respecto a la anterior generación y ofrece 490 litros. No solo son más litros, es también un espacio más accesible y fácil de cargar, cuando lo que se busca es una buena capacidad de carga.

Es un espacio bien rematado y el respaldo de los asientos traseros se encuentra dividido en tres partes, en proporción 40:20:40 si en alguna ocasión se precisa llevar un objeto largo que no sea muy voluminoso ya que la tapa del maletero no permite mucha altura. Contamos también con un espacio bajo el piso y algunos elementos prácticos como ganchos para fijar la carga, separadores, perchas…

Equipamiento

Nos llamó la atención muy gratamente el amplísimo equipamiento de serie, mucho más que en la generación anterior. Incluye elementos como el cuadro de instrumentos media display digitales, con pantallas de 12,3 y 11,9 pulgadas respectivamente, con el sistema MBUX que incluye navegador y el sistema de integración de móvil con carga inalámbrica o la radio digital.

En cuanto a confort, dispone de climatizador, volante deportivo multifunción, paquete de iluminación interior, escáner de huella digital o los asientos delanteros calefactados con apoyo lumbar con cuatro vías de ajuste. Entre los elementos de seguridad, el control de ángulo muerto, asistente activo de cambio de carril o el paquete de aparcamiento con cámara de visión posterior. Son elementos que se suman a los faros LED High Performance o las luces de carretera automáticas.

A partir de ahí uno tiene numerosas opciones para completarlo. La principal, la línea de acabado, la AMG Line (como la unidad probada, más deportiva o la Avantgarde (más refinada). Se espera vender más en España la primera, que es la que más ha gustado tradicionalmente.

De serie equipa llantas de 17 pulgadas (opcionales de 18), los asientos confort… Los AMG Line presentan una calandra en forma de V invertida con pines de estrella, entradas de aire en el paragolpes delantero más deportivas, cromados delante y detrás y llanta de 18 (de 19 en opción). También cristales traseros tintados. Volante AMG de cuero, pedalier cromado, mayores discos de freno, asientos deportivos… Es opcional la luz ambiente Premium con fibra óptica y 64 colores. El sistema puede reaccionar a ciertas funciones (aire caliente, se pone en rojo), o aviso en puertas si viene un ciclista y vamos a abrir la puerta, por ejemplo.

Además de los faros LED (de menor consumo y que imitan la luz solar, para cansar menos la vista) puede contar con el sistema Digital Light. Cuenta con 2,6 millones de píxeles de resolución de los faros y 1.300.000 micro espejos, además de incluir nuevas funciones como la proyección en la carretera de líneas guía o símbolos ( a partir de septiembre ) así como las luces automáticas Plus con sistema de antideslumbramiento.

Destacar también el paquete de asistencia a la conducción P20, con asistente activo de distancia, de retenciones, de dirección con advertencia de que tomes el volante, frenado activo con detección de vehículos, bicis y peatones, ayuda de maniobra evasiva, indicador de señales de tráfico…

La marca se mostraba especialmente orgullosa del paquete Energizing “único en este segmento”, con asientos multicontorno, cojines activos inflables en apoyos laterales o función masaje, entre otros.

Obviamente, cuantos más de estos paquete y opcionales incluyas, más se dispara el precio base de 46.975 euros del que parte un C200 como el que probamos. Solamente el AMG Line suma ya 3.270 euros. Eso sí, recuerda que puedes encontrar ofertas del Mercedes Clase C en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por los concesionarios oficiales de la marca. Contamos también con interesantes herramientas para financiar el coche y que te resulte más cómodo pagarlo mes a mes.

Motor

La gama mecánica inicial del Mercedes Clase C cuenta con tres variantes de gasolina, todos ellos con sistema de microhibridación ligera (MHEV). No funciona por correa, sino que va integrado en el volante de inercia , lo que evita pérdidas y mantenimiento. Parten del C 180 con 170 CV y por encima está el C 200 con 204 CV (unidad probada) y el C 300 con 258 CV (más 20 CV del Ecoboost).

En diésel está el C 220 con 200 CV y el C 300 d con 265 CV. Son los primeros diésel MHEV en la marca. Este verano de 2021 se suman el C200 d con 163 CV y e C 220d 4Matic y en septiembre la carrocería All Terrain (novedad) y el C 300e, un híbrido enchufable con una batería de 25,4 Kwh con la que tendrá unos 100 km de autonomía eléctrica (hasta 140 km/h de velocidad máxima en modo eléctrico).

El protagonista de este primer contacto es el C 200, un propulsor de 1.495 cc con de cuatro cilindros que como toda la gama se asocia a una caja de cambios automática de nueve relaciones de tipo convertidor de par que envía la potencia a las ruedas traseras. Entrega sus 204 CV de potencia máxima (150 kW) entre las 5.800 y 6.100 rpm, con un par máximo de 300 Nm que da entre las 1.800 y 4.000 rpm.

Para ser un motor de 1.5 litros tiene buenas prestaciones, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanza 246 km/h. Con un consumo homologado bastante contenido, pues se queda en 6,4 l/100 km según el ciclo WLTP.

Comportamiento

Al volante del C 200 uno se sorprende porque la apuesta por el confort que tanto ha caracterizado a la marca el Clase C se nos presentó como “Bienvenido a tu zona de confort”), está lejos del resultado.

Me explico: lo normal es que un coche intente, en una evolución o cambio generacional, imitar a sus hermanos mayores. Pero no, el Clase C busca un espacio muy alejado del Clase E. No es un sedán especialmente cómodo, más bien al contrario: sin ser una tortura de suspensiones busca que el conductor sienta la carretera.

No se trata de un coche especialmente deportivo en el modo de conducción Comfort o ECO, donde nos encontramos con una respuesta demasiado tranquila, sobre todo del acelerador y el cambio. Una vez que pones el modo Sport o Sport + la respuesta del motor y los cambios de marcha ya son mucho más vivos.

La mayoría de coches actuales hacen que apenas notes la velocidad, aislándote por completo. No es así en el Clase C. Puede ser debido a la suspensión deportiva del paquete AMG. La dirección también era especial (denominada Dirección Directa Deportiva) y tiene bastante peso. Eso hace que el coche tenga un tacto algo deportivo y se mueva con agilidad en zonas de curvas enlazadas, con cambios de apoyo rápidos.

El motor puede parecer pequeño y la verdad es que suena como tal, aunque el sonido cambia en función del modo de conducción. No obstante, gana velocidad cuando se le demanda y se muestra solvente. El consumo durante la prueba se movió en el entorno de los 7,7 l/100 km, pero no se trató de un contacto largo y en un uso más convencional veo factible bajarlo.

Opinión coches.com

Me ha gustado la línea exterior del Clase C. El interior no es tan amplio como uno espera, si bien crece respecto a su predecesor, pero resulta muy complicado que viaje un tercer ocupante.

A pesar de no haberlo conducido muchos km, me parece que en el apartado dinámico la marca busca más contentar, al menos con estos AMG Line que tanto gustan, a los conductores de enfoque dinámico, es un coche de cierto cariz deportivo, de reacciones seguras pero más ágil de lo que puede hace ver su silueta clásica.

Al menos la versión probada no me pareció un coche que busque el máximo confort de marcha. Peor el confort son las condiciones que proporcionan bienestar, desde luego que el equipamiento puede contar con muchos elementos que lo proporcionan. Y luego está la tecnología de conectividad, que está un paso por delante de sus rivales sin duda alguna.

Mercedes C 200 AMG Line
7.9Nota
Lo mejor
  • Tecnología líder del mercado
  • Comportamiento ágil
  • Evolución estética notable
Lo peor
  • No destaca por amplitud detrás
  • Calidad de materiales de serie mejorable
  • Hay opciones más cómodas en marcha
Diseño8.5
Habitabilidad7.5
Acabados7.5
Maletero7.5
Equipamiento8.5
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio8

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