Debido a mi trabajo hay dos cosas por las que me preguntan muchísimo últimamente: coches chinos y coches eléctricos. El Omoda 5 EV pertenece a ambos grupos y se trata de un coche interesante que llega al segmento de los SUV eléctricos.
La verdad es que la marca no para. Se creó el 22 de febrero de este año y ya les ha dado tiempo a contar con 65 puntos de venta en toda España. También a colocar entre los preferidos a particulares al Omoda 5, su primer modelo… que llegó con motor de gasolina (ver prueba) y tras vender más de 6.000 unidades ya lo han mejorado atendiendo a lo que decían periodistas y clientes. Para rematar, ya tienen su marca premium (Jaecoo).
Con tanto trajín es normal que no les haya dado ni tiempo a centrarse en el eléctrico. Ellos mismos nos reconocían que hasta octubre no han empezado a venderlo en serio. Las pocas decenas de unidades se concentran en Madrid, pero va escalando puestos y es de los SUV compactos eléctricos preferidos para particulares.
Tiene un precio desde 37.000 euros y, como siempre antes de entrar en materia, te recordamos que puedes encontrar ofertas del Omoda 5 en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca, además de contar con herramientas para financiar el coche y pagarlo más cómodamente mes a mes.
Exterior
Tenía muy presente la prueba del Omoda 5 de gasolina, así que cuando vi en persona esta versión 100 % eléctrica no me sorprendió. Comparte las formas generales, los volúmenes y las líneas maestras, pero con algunos detalles que le dotan de personalidad propia, muchos de ellos debidos a su sistema de propulsión.
El más evidente, sin duda alguna, el frontal. Las necesidades de refrigeración no son tantas y prescinde de la parrilla “diamantada” para optar por una zona carenada en la que se juega con los volúmenes para darle una forma de X. Esto mejora el coeficiente aerodimánico del coche, que se queda en un Cx de 0,281.
Las luces diurnas, muy afiladas, se enmarcan en la moldura negra que recorre el frontal y donde se ubica el nombre de la marca. En esa toma central también está el puerto de carga. Los grupos ópticos principales, con tecnología LED (luz de carretera, de cruce y la de iluminación en curva que sirve de antiniebla) se disponen en los laterales, verticalmente. La toma de aire inferior es exclusiva de esta versión.
En el lateral encontramos llantas de 18 pulgadas con diseño específico para reducir la resistencia aerodinámica. No pierde la característica silueta con la parte trasera del techo más tendida.
El Omoda 5 eléctrico es algo más largo que el de gasolina, en concreto 51 mm para alcanzar un total de 4.424 mm de longitud, de los cuales 2.630 mm corresponden a la distancia entre ejes (20 mm más). Lo que no cambia son los 1.830 mm de anchura y los 1.588 mm de alto.
En la zaga, destacar el alerón dividido en dos, que corona la parte alta y en el que se ubica la tercera luz de freno. Las ópticas están formadas por segmentos verticales y están unidas por una tira LED que recorre todo el portón del maletero, un recurso cada vez más de moda.
Interior
No puedo decir que sea una sorpresa que al abrir la puerta de un coche chino veas un espacio agradable, con materiales y ajustes más que correctos. Y tecnología con un cristal curvo tras el que están dos pantallas de 12,3 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema multimedia.
Se ven bien, es compatible con Android Auto y Apple Car Play de manera inalámbrica y el funcionamiento es muy fluido. Lo que han de mejorar es la lógica de menús, muy farragosa y complicada, que implica muchos toques para acceder a detalles como variar el nivel de frenada de regenerativa o cambiar la configuración de los asistentes a la conducción.
Cierto que con el acabado Premium que conducíamos tienes asistente por voz, pero no tuvimos tiempo para probarlo. Sí hay mando físicos para los modos de conducción en la consola. Los que tiene el volante apuestan por superficies táctiles… a mi juicio bastante imprecisas.
Se va en una posición elevada que puede ser demasiada para un conductor alto. Además, la terminación más completa tiene techo solar panorámico que roba algo de espacio para la cabeza siempre.
En esta primera toma de contacto los asientos me han parecido bastante cómodos (están calefactados), no sé con muchos km al volante diría lo contrario. Bien los cinturones de seguridad regulables en altura, un detalle que me parece muy útil y que mejora la seguridad… pero que muchos fabricantes están olvidando.
Muy práctica la consola central flotante, con soluciones como la línea de botones físicos de acceso rápido para la climatización y selección de modos de conducción. No zona carga inalámbrica por inducción de 50W. EN la parte baja tomas de conexión (USB, USB-C y 12V) en un espacio para dejar objetos y no falta el reposabrazos con zona refrigerada en su interior.
Detrás la altura no es exagerada, pero más que suficiente para personas de talla normal incluso con el techo panorámico. La banqueta queda algo baja, algo habitual en coches eléctricos, por lo que ocupantes altos van a llevar las piernas algo más flexionadas de lo habitual. Hay, eso sí, buen espacio para las piernas y pueden colocarse los pies bajo los asientos delanteros.
Maletero
El maletero anuncia 380 litros de capacidad. Es una cifra correcta para un coche de su orientación. Son 10 más que el de la versión con motor de combustión, pero está algo por detrás de lo que ofrece un rival directo como el BYD Atto 3, que se va a los 440 litros y el Kia EV3 a los 460 (más 25 del delantero). Para tratarse de un SUV eléctrico la altura del borde de carga no está demasiado elevado, lo que facilitará cargarlo.
Se trata de un espacio con formas muy regulares y bastante bien rematado, con elementos como cuatro anclajes en la base para fijar la cara o un punto de luz y una tomas de 12 V en el lateral izquierdo. Bajo el suelo hay un espacio compartimentado donde se puede llevar el cable de carga y el kit reparapinchazos. Si necesitas más espacio puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. Divididos en dos partes en proporción 60/40, consigues un espacio de 1.075 litros de capacidad.
Motor
Bajo el capó delantero, cubierto por una tapa de plástico, encontramos el motor eléctrico que mueve las ruedas delanteras exclusivamente. Tiene 150 kW (204 CV) de potencia y 340 N, de par. Nos cuenta la marca que tiene un núcleo equipado con bobinado de hilo plano, lo que mejora su eficiencia y reduce su sonoridad.
En cuanto a prestaciones, el Omoda 5 EV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos, hasta alcanzar una velocidad punta de 172 km/h.
Este avanzado propulsor está alimentado por una batería de tipo LFP con 61,05 kWh de capacidad y celdas con diseño Blade, que aumentar su eficiencia y seguridad. Eso sí, el hándicap de estas baterías es que la carga rápida alcanza sólo los 80 kW en corriente continua. Según la marca (no lo pudimos verificar en esta primera toma de contacto), pasa del 30% al 80% en 28 minutos.
Anuncia un consumo de 15,5 kWh/100km, por lo que la autonomía homologada se queda en 430 km. Hora de conducirlo.
Comportamiento
Pudimos conducir el coche durante media jornada. Un trayecto de Madrid a la provincia de Ávila que combinó algo de zona urbana, algo de autopista y bastantes carreteras secundarias. Me gustaron en esos entornos varias cosas: es un coche ágil en ciudad y con un aplomo en autovía incluso a velocidades altas. En este último caso hay algo más de ruido aerodinámico que otros rivales pero no exageradamente acusado ni molesto.
Otro punto muy favorable del coche es la puesta a punto del chasis. Tiene un buen compromiso entre firmeza para contener los movimientos del coche y absorbe las imperfecciones del piso de modo más que correcto.
Unido a ese bajo centro de gravedad propio de los eléctricos y que el motor mueve con solvencia los 1.785 kg de peso, tenemos un coche que resulta ágil en zonas de curvas, peor ahí le penaliza bastante la dirección. No informa apenas de lo que ocurre con los neumáticos y, al menos para mi gusto, está demasiado asistida y le falta algo de peso. Eso hace que no tomes las curvas (y menos en un día de lluvia como el que tuvimos) con toda la confianza y rapidez con la que seguro podría ir el coche.
El coche puede variar su carácter con los modos de conducción que son los habituales Eco, Normal y Sport. Incluso en el más deportivo no se muestra un coche de comportamiento agresivo y la entrega de potencia es siempre bastante lineal y progresiva. El tacto del freno también es agradable, sin un salto muy acusado entre frenada regenerativa e hidráulica.
Al tratarse de un breve contacto no podemos establecer una valoración definitiva del consumo del coche. En el recorrido nos pareció, eso sí, que el gasto es bastante sensible. Completamos el recorrido con un consumo de 17,9 kWh/ 100, más que el homologado. Cierto que nos movimos a ritmos ágiles, pero no a velocidades exageradas. No poder jugar con los modos
Opinión coches.com
El éxito del Omoda 5 de combustión es fácil de explicar: un SUV compacto (el segmento más vendido en España) con un diseño atrevido, que no extravagante y un precio que lo posiciona entre los más económicos.
Los 37.900 euros de partida del Omoda 5 EV hacen que pierda este gancho que sí tiene el gasolina. En el caso del acabado Premium que probamos se va a los 39.900 euros. Una cifra considerable para un vehículo que rondará los 300 km de autonomía en viajes y no tiene una velocidad de carga rápida muy elevada.
Eso sí, se anuncia con una cuota de 199 euros al mes y además Omoda adelanta los 7.000 euros de las ayudas del Plan MOVES III con una financiación gratuita a un año. Además, ofrece 7 años de garantía oficial (o 150.000 km, lo que ocurra antes) y 3 años de asistencia en carretera (ampliable a 7 años), a los que hay que añadir 8 de garantía en la batería.
Para los más escépticos con las marcas nuevas, nos contaban los responsables de postventa de la firma que disponen en España del 98 % de recambios con entrega en 24 horas. Incluso para el eléctrico, del que tienen baterías completas perfectamente conservadas. Nuestra duda es si este nuevo SUV eléctrico, con precios tan similares a los de otras firmas más conocidas, podrá hacerse un hueco como su “hermano” con motor de combustión.
- Motor potente y progresivo
- Buen nivel de equipamiento
- Puesta a punto de suspensión equilibrada
- Dirección muy poco comunicativa y con poco peso
- Sistema multimedia complejo de usar
- Consumos algo sensibles
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