El Opel Astra es sin duda uno de los compactos con más prestigio en el segmento C. Por suerte cuenta con una variante con carrocería familiar, que es la que ponemos a prueba esta semana: Opel Astra Sports Tourer 1.6 CDTi Bi-Turbo 160 CV. Pero no hay que perderse en ese extenso nombre, se trata del Astra familiar con una de las mecánicas más interesantes y novedosas de la marca alemana. Y te contamos nuestra opinión.
Para ponernos en situación hay que decir que el Astra es un alumno aventajado. Lleva en el mercado desde el año 1991, cuando el primer Astra F llegaba para sustituir al mítico Opel Kadett. Desde los inicios contó con una carrocería familiar y eso es algo que se ha mantenido hasta nuestros días. Vamos ya por el Astra K, la quinta generación del modelo y en este cuarto de siglo ya ha vendido más de 10 millones de unidades.
Tanto es su éxito, que en nuestro país suele estar entre el ‘top 5’ en cuanto a ventas en su segmento. Esta proyección y las novedades que se introdujeron con el cambio generacional llevó al modelo a ganar el preciado título de Coche del Año en Europa 2016. Cierto es que en este tiempo ya se han ido renovando otros rivales de buen nivel, por eso queremos comprobar si el Opel Astra Sports Tourer mantiene su posición de referencia.
Exterior
El aspecto exterior del Astra fue tachado de continuista en su lanzamiento. Lo cierto es que mantiene la filosofía de la generación anterior, pero añade unos cuantos detalles que permiten identificarlo con bastante claridad. Cuenta con un diseño rejuvenecido gracias a un frontal más juvenil. El capó es cruzado por unas nervaduras que desembocan en una parrilla delantera surcada por dos listones cromados que atraviesan la insignia del rayo.
Los faros delanteros son otro de los elementos que se han rediseñado y pueden contar con la tecnología LED Intellilux, como los de la unidad que probamos. Desde el lateral se puede apreciar claramente su silueta de familiar, acentuada por las barras del techo y por una línea cromada que cruza las ventanillas y va a parar al pilar C. Entre las puertas encontramos una nervadura que conecta ambas llantas de 18 pulgadas en nuestro ejemplar.
La zaga queda rematada por un pequeño spoiler que parte del techo y queda por encima de la luneta trasera. Por debajo encontramos unos pilotos traseros LED bien diferenciados de los del cinco puertas. Abandonan ese diseño de ‘L’ tumbada y adoptar una posición más rectangular, que se parte con la apertura del portón. La parte inferior del paragolpes se ensancha y deja en una de las esquinas a la salida del tubo de escape.
El Opel Astra Sports Tourer tiene unas medidas a tener en cuenta, que lo sitúan como uno de los compactos familiares más largos. Su longitud es de 4,70 metros (33 cm más que el compacto), mientras que su anchura se mantiene en 1,81 metros y la altura crece ligeramente hasta 1,50 metros. La distancia entre ejes son los mismos 2,65 metros, lo que significa que solamente se ha extendido el voladizo trasero.
Interior
El interior era una de las principales novedades en el Opel Astra. Apostaba por la tecnología y despeaba de botones el salpicadero logrando un resultado satisfactorio. Lo comprobamos de primera mano nada más entrar, con esas líneas horizontales y la pantalla táctil de 7 pulgadas presidiendo la consola central. Integra el sistema multimedia IntelliLink 4.0, que cumple en términos de conectividad y que tiene un funcionamiento sencillo e intuitivo.
Por debajo quedan los controles de la climatización, donde todavía hay bastantes botones, pero que ayudan a no quitar la vista de la carretera. Desde el asiento del conductor podemos ver un volante multifunción bien rematado y a través de él se aprecia una instrumentación mixta. A los lados dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones y en el medio una pantalla de 4,2 pulgadas, que recoge todos los datos del ordenador de a bordo.
El Opel Astra Sports Tourer es un modelo generalista, aunque está bastante bien resuelto. La calidad es buena, utilizando materiales agradables como los plásticos blandos de la parte superior o el cuero de la tapicería (opcional). Sigue sin convencernos el uso abusivo de las molduras piano black (en consola central y salpicadero) y algunos plásticos más duros que quedan relegados a la parte inferior de las puertas.
En términos de habitabilidad, el familiar responde de forma notable. Las plazas delanteras son muy amplias y cómodas (después hablaremos de ellas) y las plazas traseras mejoran mucho respecto a su antecesor. Allí encontramos un espacio más que correcto para cabeza y piernas, además de una anchura buena. La plaza central es la menos confortable por carecer de forma y contar con un pequeño túnel de transmisión, pero seguirá siendo válida para algunas ocasiones.
Maletero
El maletero del Astra Sports Tourer se encuentra en la media del segmento y eso significa que tiene mucho espacio. Son 540 litros de capacidad, una mejora de 80 litros respecto a su predecesor y una diferencia de 170 litros respecto al compacto. Cuenta con las ventajas adicionales de tener unas líneas totalmente rectas para aprovechar el espacio y de tener una boca de carga bastante baja para que no cueste subir objetos pesados.
A esto hay que sumar que puede ser equipado con un portón eléctrico o con los raíles laterales FlexOrganizer, que ayudan a distribuir y sujetar la carga. Bajo el piso del maletero también hay un espacio aprovechable y se puede montar una rueda de repuesto de forma opcional. También se pueden abatir sus asientos en tres partes (40:20:40) y de esta forma se consigue una capacidad de hasta 1.630 litros.
Equipamiento
El equipamiento del Opel Astra Sports Tourer queda estructurado en torno a cuatro acabados diferentes. El de acceso es el Expression y viene con llantas de acero, aire acondicionado, radio con AUX, USB y Bluetooth o volante regulable. Por encima queda el Selective, más equilibrado con llantas de 16 pulgadas, sistema IntelliLink 4.0 con pantalla táctil de 7 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos o control de crucero.
El acabado Dynamic es el que tiene un punto más deportivo y suma llantas de 17 pulgadas, pilotos traseros LED, cromados exteriores, modo Sport, climatizador bizona, sensores de luz y lluvia o el recomendado sistema Opel OnStar. El tope de gama es el Excellence, el que equipa nuestra unidad y que incluye asientos delanteros Comfort, retrovisores plegables eléctricamente, nevagador, freno de estacionamiento eléctrico o iluminación ambiental.
Si bien, el equipamiento incluido en el acabado Excellence es más que suficiente, nuestra unidad contaba con un buen número de opcionales. Uno de los más recomendables son los faros matriciales LED Intellilux (1.100 euros), que facilitan la conducción nocturna con un funcionamiento muy bueno. También hay que sumar a esta lista algunas ayudas a la conducción como el control de crucero adaptativo con stop&go, el indicador de distancia de seguimiento o la alerta de cambio involuntario de carril.
Motor
La gama mecánica del familiar cuenta con varias opciones interesantes tanto en gasolina como en diésel. Por la parte de la gasolina el punto de partida es el 1.0 Turbo de tres cilindros y 105 CV. Le sigue el 1.4 Turbo con dos niveles de potencia: 125 o 150 CV. El tope de gama (hasta la llegada de alguna versión GSi o, quién sabe, OPC) se trata del 1.6 Turbo de 200 CV. Todos van ligados a la caja de cambios manual de seis velocidades y el único que acepta cambio automático es el de 150 CV.
En la gama diésel el protagonismo se lo lleva el 1.6 CTDi de cuatro cilindros, que tiene una variante de acceso con 110 CV y otra intermedia de 136 CV, que acepta la transmisión automática. Y llegamos a uno de los puntos más interesantes de este Astra Sports Tourer, el 1.6 CTDi Bi-Turbo de 160 CV que monta nuestra unidad. Va ligado al cambio manual de seis velocidades y monta un segundo turbo para mejorar su comportamiento.
Uno de los turbos es de geometría variable y funciona en un régimen de revoluciones bajo, mientras que el segundo, de geometría fija, sirve como apoyo en altas. Con su potencia de 160 CV y 350 Nm de par entre las 1.500 y 2.250 revoluciones, consigue que el familiar acelere de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcance una velocidad máxima de 229 km/h. El consumo medio homologado es de 4,1 l/100km y las emisiones de CO2 de 109 g/km.
Comportamiento
Y pasamos a hablar del comportamiento dinámico del Opel Astra Sports Tourer 1.6 CDTi Bi-Turbo 160 CV. Comenzaremos diciendo que el bloque diésel muestra un refinamiento bastante bueno, aunque todavía alejado de sus homónimos de gasolina. En este punto ayuda mucho la buena insonorización del modelo, que impide que lleguen ruidos molestos al interior. A velocidades de crucero también se nota la calidad y ese bajo coeficiente aerodinámico de 0,27 Cx.
Llama la atención desde el primer momento el buen hacer de la mecánica diésel. Gracias a la incorporación del segundo turbo se consigue una entrega de potencia mucho más lineal y contundente desde bien abajo, sin que exista apenas lag. Apenas tendremos que recurrir al cambio (algo esponjoso y de recorridos largos), pues tendremos los 350 Nm de par desde bien abajo y algunas maniobras como incorporaciones o adelantamientos serán coser y cantar.
Y aunque alabemos el rendimiento de su mecánica, hay que dejar claro que este modelo le da más importancia a la comodidad al volante. Es imposible no mencionar en este apartado a los asientos delanteros con certificación AGR, con 18 reglajes eléctricos, calefacción y ventilación; que conseguirán que no quieras bajarte nunca de ellos. Sentado en ellos, los kilómetros no hacen mella y los dolores de espalda serán cosa del pasado.
Pero el Astra Sports Tourer no es un coche cómodo solo por su posición de conducción. La suspensión también tiene un tarado confortable, perfecto para absorber imperfecciones, pero algo blando y rebotón en algunas ocasiones a pesar de contar con el eje trasero independiente. La dirección va en la misma línea, estando bastante asistida eletrónicamente para facilitar las maniobras, pero con un tacto bastante correcto para los tiempos que corren.
No hay que olvidar que esta generación del Astra estrenaba plataforma. Eso lo convierte en un modelo mucho más ligero (hasta 200 kg en algunas versiones) y también más ágil, algo que le beneficia tanto en ciudad como en carreteras reviradas. No podemos llegar a hablar de un comportamiento deportivo en ningún caso, a pesar de que equipe un modo Sport que hace el intento y modifica parámetros como la dirección o la respuesta del acelerador.
Durante los cientos de kilómetros que compartimos con el Astra Sports Tourer en todo momento destacó la polivalencia que presentaba en todos los aspectos. Aunque si destacó en algo fue en los consumos que nos regalaba. No es demasiado habitual ver cifras por debajo de los 4 litros en un vehículo de estas características, por mucho que haya condiciones favorables. Terminamos la semana con una media real de 5,6 l/100km, bastante buena teniendo en cuenta que no se buscó una conducción eficiente.
Opinión coches.com
Para concluir hay que decir que el Opel Astra Sports Tourer 1.6 CDTi Bi-Turbo 160 CV no defrauda y sigue la filosofía ganadora del modelo. En el apartado estético es continuista, pero con algunos toques modernos para seguir en la pomada. Todo lo contrario le pasa al interior, que recibe una importante actualización con las últimas tecnologías de la marca. Mejora en habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras, con un maletero en la media del segmento.
El motor 1.6 CDTi Bi-Turbo 160 CV es una de las claves. Con 160 CV y 350 Nm, se presenta como una opción muy capaz y más recomendable que el de 136 CV y un solo turbo, al que supera en rendimiento y eficiencia. Mención aparte para los notables consumos que consigue sin esfuerzo alguno. La puesta a punto del familiar busca la comodidad del usuario y destaca por su polivalencia y su buen hacer en cualquier situación.
- Equipamiento completo y tecnológico
- Rendimiento y consumos de esta mecánica
- Buena relación calidad-precio
- Diseño algo continuista
- Molduras piano black del interior
- No hay opción a cambio automático
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