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Subaru Outback Trek prueba – 128.1
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Caminante no hay camino, que se resista al Outback

No hay quinto malo. Eso dice el argot taurino que… ¿es replicable en el mundo de la automoción? Para ello vamos a conocer el Subaru Outback 2021, la quinta generación de un modelo cuyo concepto, personalmente, siempre me ha gustado.

Se trata de unir las mejores cualidades de un familiar medio (espacio interior, amplio maletero y buen rodar en carretera) con las de un SUV. Bueno, me atrevería incluso a decir que las de un todoterreno, pues la tracción total del Outback deja muy atrás a la mayoría de todocaminos.

La idea de crear un crossover familiar nació allá por 1995. Un poco por casualidad y necesidades del mercado australiano. Allí gustaba el Legacy Station Wagon, la carrocería familiar del sedán, y también la tracción total simétrica del modelo. Se planteó a Japón la posibilidad de crear un modelo nuevo empleando esa base, algo más elevado y con protecciones para moverse por las rudas carreteras del interior aussie. Su nombre viene de ahí, del Outback, el interior remoto y semiárido de la isla, así como las costas más remotas.

La fórmula del Outback ha funcionado siempre bien. Más en aquellas zonas donde no perder motricidad es vital. Como en la mencionada Australia, o el interior de Estados Unidos, donde se venden 2 de cada tres Subaru en el mundo. ¿Qué cambia en la receta tradiconal? Lo conducimos unas horas para verlo.

Exterior

He probado unos cuántos Outback. Y la gente siempre solía decir que su diseño estaba bien… pero que era algo soso. De acuerdo, admitamos pulpo como animal de compañía. Puede que no pretenda conquistar con la fachada, son con otras virtudes. Eso sí, sin variar mucho la silueta, sigue evolucionando.

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Mantiene la filosofía de diseño de la marca Dymanic x Solid y, en cuanto lo vemos, advertimos que tiene una imagen más de SUV, como con el pack outdoor en la parte baja de la zona delantera, trasera y pasos de rueda que le da una imagen más ruda.

Visto de frente estrena una parrilla, que mantiene la forma hexagonal, y gana paragolpes más anchos, con luces antiniebla LED en las esquinas, en disposición vertical.

Es un modelo grande, ya que mide 4.870 mm de longitud, de los cuales 2.745 mm corresponden a la distancia entre ejes. Otras cotas son los 1.675 mm de altura (incluidas las barras de techo, que en función del acabado incorporan travesaños integrados para convertirlas en una baca) y los 1.875 mm de ancho.

Pero en un vehículo pensado para no tener problemas saliendo del asfalto, son más importantes otras medidas. Destacable los 213 mm de altura libre al suelo (antes 200), así como los 19,7 º de ángulo de ataque o los 21º del ventral. Eso sí, el voladizo trasero hace que empeore ligeramente el ángulo de salida, que se queda en 22,6º.

En la zaga se aprecian los pronunciados pasos de rueda (por cierto, llantas de 18 pulgadas en toda la gama, grises, negras o plateadas en función del acabado) o los pilotos traseros con tecnología LED y efecto tridimensional. La carrocería está disponible en nueve colores –no todos en todas las terminaciones–, de los cuales el Brilliant Bronze y el Autumn Green son nuevos.

Interior

Dentro sí cambian más cosas respecto a la anterior generación, el Outback 2015 que se había puesto al día en 2019. Siempre tuvo una buena calidad de realización, que ahora es todavía mejor y ojo, que probamos el acabado de acceso.

Lo que más llama la atención sin duda es la pantalla multifunción que se ha colocado en vertical. Esta nueva disposición se reserva la parte superior para información referente al vehículo… que nos recuerda a esa pequeña pantalla en lo alto del salpicadero que fue muy característica en modelos de la marca. Conserva algún mando físico, como para el volumen y subir o bajar la temperatura, por ejemplo.

La consola central está bastante elevada, con la palanca del cambio en la parte delantera, cerca del volante. Hay antes un hueco para dejar algún objeto pequeño y un par de tomas USB y Aux, así como el freno de estacionamiento eléctrico. ¿Pega de esa zona? Pues que se haya empelado negro piano. Justo detrás, un par de reposabebidas y el reposabrazos, que oculta un cofre para guardar cosas.

El cuadro de instrumentos lo conforman dos relojes analógicos de velocidad y revoluciones, más una pequeña pantalla a color de 5 pulgadas para la información del ordenador de a bordo, el sistema multimedia y el control de crucero adaptativo entre otros.

La amplitud delante es muy buena (incluso más que antes, y ya era bueno) y también detrás. Se gana algo de espacio para las piernas, pues los asientos están 10,8 mm más separados. Son asientos calefactados, además de que el respaldo puede reclinarse un poco para ganar comodidad. No falta tomas USB, de 12 V y salidas de los aireadores. Ojo, que para ser un coche de tracción total el túnel central no me ha parecido demasiado voluminoso.

Maletero

Buena capacidad de carga. Y es que el Outback anuncia 561 litros de volumen de maletero, 10 más que antes. Eso incluye el espacio bajo el piso, de no contarlo se queda en 522, que no está mal para un coche con tracción total permanente.

Hay novedades interesantes. Tiene un portón de carga eléctrico, pero ahora el motor lo lleva en los brazos de la puerta, con lo que la boca de carga es 30 mm más ancha, facilitando meter objetos grandes. Además, es manos libres. Basta acercar el brazo al logo trasero (con las llaves encima) para que se abra. Y la cámara de visión trasera incluye un sistema para lavarla, algo que viene bien en un coche propenso a llenarse de polvo y barro.

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Estrena también una bandeja que se eleva para ayudar a cargar el maletero, tiene algunas soluciones prácticas como perchas y ganchos… y por supuesto, respaldos abatibles (divididos en dos partes) con lo que se consigue un espacio de marca de 1.306 litros de capacidad (1.822 si lo quieres cargar hasta el techo).

Equipamiento

Hablar de Subaru es hablar de seguridad. Y en eso es clave el Subaru EyeSight 4.0, que estrena cámara con un mayor ángulo de visión y software de reconocimiento de imágenes. Es uno de los elementos que aglutina este sistema, junto con el servofreno eléctrico, el volante sensorial, y un sónar y un radar en la parte trasera. Además de todo lo que ya tenía suma la frenada de emergencia marcha atrás y la función de permanencia en el carril.

También está el Driver Monitoring Sistem, que además de contolar el nivel de atención de conductor (como si fuese una madre, no deja de controlarte), es capaz de identificarte y ajusta asiento, retrovisores e incluso el aire acondicionado a tu gusto.

Y sí, todo ello de serie desde la terminación Trek, que es la de un perfil más urbano. A ella correspondía nuestra unidad), tiene tapicería en tela negra, la calandra y el pack outdoor plateado, llantas de aleación en color antracita con neumáticos todo tiempo con medida 225/60 R18, rieles de techo con barras transversales retráctiles, portón del maletero eléctrico manos libres, volante y asientos calefactados en la primera y segunda fila o la pantalla de 11,6 pulgadas compatible Apple CarPlay y Android Auto.

La terminación Field es equivalente, pero con un acabado más aventurero. Tiene detalles en negro (como las llantas o parrilla, pedales de aluminio y unos asientos con cuero sintético bitono. Y el Touring, el más alto de gama, tiene detalles exclusivos estéticos, el sistema Multi View Monitor o techo solar.

El precio, con el descuento de la marca ya aplicado, es de 39.500 euros, cifra que se eleva a los 43.900 con el acabado más alto. Recuerda que siempre puedes encontrar ofertas de Subaru Outback en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca. También te ayudamos a encontrar la mejor financiación del coche para pagarlo más cómodamente.

Motor

El motor es un 2.5 bóxer atmosférico. Como el anterior pero no, ya que tiene un 90% de nuevas piezas, hasta el punto que cambió su denominación (ahora es el FB25 DI-NA). Es un propulsor de 2.498 cc que entrega 169 CV a 5.000 rpm con 252 Nm de par a 3.800 rpm (17 Nm más).

Entre las novedades, un sistema de inyección directa de combustible y una mayor relación de compresión. También hay filtro de partículas de gasolina y un sistema de recirculación de gases EGR para mantener a raya la contaminación sin tener que recurrir a algún tipo de hibridación.

Este motor se asocia a una caja de cambios de convertidor de par, que la marca denomina Lineartronic. Como antes, sí, pero ahora cuenta con 8 velocidades prefijadas, pensando en reducir los consumos en carretera. Esta caja envía el par a las cuatro ruedas, mediante la tracción total permanente simétrica (Symmetrical All Wheel Drive).

Anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos y una velocidad máxima de 193 km/h. Y unos consumos bastante elevados, pues homologa 8,6 l/100 km, el equivalente a 193 g/km de CO2. Es uno de los motivos por los que en la anterior generación existía una versión de GLP que se llevaba el 75 % de las ventas del modelo (ver prueba). También estará disponible en esta. Realizada por el especialista Ircongas, reduce 40 litros la capacidad del maletero (el espacio bajo el piso).

Comportamiento

Antes de coger el coche hice cuenta y descubrí que he conducido cinco ocasiones el Subaru Outback de las dos anteriores generaciones. Tres diésel (ya no existe), un gasolina y un GLP. Y todos ellos me conquistaron por su confort de marcha y su extraordinario hacer por caminos, incluso a velocidades altas.

En lo primero, esta generación se basa en una nueva plataforma la (Subaru Global Platform, SGP). Emplea más aceros de alta resistencia, con lo que la carrocería es más ligera (el coche se queda, en este acabado, en 1.641 kg, que no está mal para un 4×4 de este tamaño) y sobre todo tiene mayor rigidez.

La marca nos cuenta también que ha variado su proceso constructivo para reducir ruidos y vibraciones. Lo consigue. Si un motor bóxer ya destaca en ese aspecto, ahora se siente un coche más refinado. Y con un gran aplomo en autovía, fruto del aumento de distancia entre ejes.

No ha sido nunca el Outback un coche pensado para atacar curvas, pero en este breve contacto me pareció que también ha avanzado en ese aspecto. Es un coche más alto de lo normal, pero no se balancea demasiado (conserva el esquema de suspensiones, pero cambian sus montantes) y el hecho de que el motor mueva todas las ruedas ayuda en los giros pronunciados a buena velocidad. También la eléctrónica. El control activo de par (Active Torque Vectoring) aumenta el par que se envía a las ruedas exteriores en curvas y reduce mucho el subviraje.

El motor tiene un funcionamiento suave y es progresivo. Puedes accionar las marchas en modo manual, con las levas tras el volante y la verdad es que está bastante bien conseguido… para no ser marchas al uso debido al tipo de cambio. A los atmosféricos se les critica en ocasiones que no tienen mucho empuje a bajas vueltas. Aquí ayuda contar con cambio automático y se nota ese aumento de 17 Nm de par, que lo hace más agradable de conducir en los desplazamientos cotidianos.

Lo que no ha perdido es su excelente comportamiento en caminos. Es ahí donde la combinación de neumático y tracción se disfruta al máximo, unido a una altura libre al suelo que permite que vayas a velocidades elevadas sin perder agarre, con una sensación de seguridad insultante.

¿Qué quieres adentrarte a terrenos algo más complicados? Pues cuenta con el X-Mode con dos programas, el Snow Dirt (nieve/grava) y Deep Snow Mud (nieve/barro). Adaptan la entrega de par motor a las ruedas y la gestión activa del control de tracción para optimizar el avance. Y en las pendientes pronunciadas (lo metimos en un circuito de motocross), entra él solo el control de descensos.

Opinión coches.com

Cuando sales de una presentación y tiene ganas de conducir más el coche es una buena señal. Puede que suene a síndrome de Estocolmo, como que el coche te haya secuestrado y te pongas de su parte.

Más allá de las opiniones subjetivas, hay que reconocer que el coche no es para todos los públicos. La gran parte de los conductores no precisan para desplazamientos cotidianos una tracción total tan eficaz como la de este Subaru, pues implica un gasto de combustible mayor. Pero si sueles salir del asfalto, me convence más que la gran mayoría de los SUV.

Ha mejorado mucho su imagen. Parece que no, pero cuando lo ves al lado de la generación anterior te das cuenta de ello lo percibes más musculoso, mucho más coche. Y dentro mejora mucho en conectividad y calidad percibida, incluso en el acabado sencillo que condujimos. Y tiene espacio, y buen maletero, y un equipamiento de serie apabullante… ¿De verdad no tengo síndrome de Estocolmo, doctor?

Subaru Outback 2.5i Lineartronic Trek
8.1Nota
Lo mejor
  • Amplitud interior y maletero
  • Capacidades offroad sobresalientes
  • Equipamiento de serie sin competencia
Lo peor
  • Sólo una opción mecánica hasta la llegada del GLP
  • Negro piano en la consola, en zona delicada
  • Consumos elevados
Diseño8
Habitabilidad8.5
Acabados8
Maletero8
Equipamiento8.5
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio8

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