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Pruebanoticias/
Mario Nogales

Subaru XV 2.0i Lineartronic, prueba contacto del SUV que no teme salir del asfalto

El Subaru XV 2017 era presentado el pasado Salón de Ginebra para dejar atrás al anterior Subaru XV 2012. Ahora ya hemos podido ponernos al volante de la nueva generación, que ha resultado ser una gran evolución en todos los aspectos. Puede ser que este modelo todavía sea un poco desconocido en el segmento de los SUV compactos, pero ya os adelantamos que el Subaru XV 2.0i Lineartronic que hemos probado no decepciona a nadie.

Aunque el Subaru XV sea un modelo relativamente nuevo (apenas seis años en el mercado), desde el primer momento se convirtió en un producto de vital importancia para la marca japonesa. De hecho, en nuestro país aglutina alrededor del 40% de las ventas totales de Subaru. Por lo tanto se trata de uno de los grandes protagonistas de la gama, viene con argumentos renovados y con algunas apuestas muy concretas y sorprendentes.

En primer lugar hay que destacar que sigue llevando los dos pilares principales de la marca. El Subaru XV se sigue beneficiando de motores bóxer (han producido más de 17 millones) y de la tracción tegral permanente Symmetrical All-Wheel Drive (de la que han hecho más de 16 millones de unidades). En segundo lugar quiere destacar por ser de los primeros del segmento en abandonar por completo el diésel y tener solamente cambios automáticos.

Exterior

Nada más ver al nuevo Subaru XV queda patente el cambio generacional. Se ha tratado mantener la esencia del modelo y la robustez que le caracteriza, pero ahora cuenta con un diseño mucho más dinámico. Sus líneas se han suavizado y adopta la filosofía Dynamic & Solid en sus cuatro costados. El frontal destaca por su nueva parrilla hexagonal, cruzada por un listón cromado y con el logotipo de la marca en el medio. Los faros son más afilados, cuentan con tecnología LED y con una firma lumínica reconocible.

De perfil se puede apreciar su carácter aventurero. Al igual que su antecesor, cuenta con todos los bajos de la carrocería cubiertos de plásticos negros (incluyendo frontal y zaga). Estrena unas barras de techo más llamativas y prominentes, para quien necesite ampliar la carga. Las llantas de 18 pulgadas bitono aportan deportividad a nuestra unidad, al igual que la nervadura que surca las puertas por su parte superior (Dynamic Blade). Como nota curiosa, los retrovisores parten de las puertas y no del pilar A.

Desde la zaga queda claro que no ha perdido ni un ápice de su musculatura. Desde el techo, cerca de la antena tipo aleta de tiburón, parte un prominente spoiler trasero para mejorar la aerodinámica. Los pilotos traseros estrenan un diseño más horizontal y quedan partidos cuando se abre el portón. En la parte inferior, el paragolpes se ensancha y cuenta con protecciones, destacando las plásticas que recogen las luces antiniebla. Además de los siete colores habituales, se suman a la paleta los nuevos Cool Grey Khaki y Sunshine Orange.

El XV es el primer modelo que llega a España que trae la a Subaru Global Platform, la nueva plataforma modular que mejora su rigidez estructural y otras muchas cosas. Esto también se traduce en un ligero incremento de sus dimensiones exteriores, quedando en una longitud de 4,46 metros, una anchura de 1,80 metros y una altura de 1,61 metros. La distancia entre ejes también crece hasta los 2,66 metros.

Interior

Si el exterior ya venía renovado, en el interior se ha hecho hincapié para mejorar en todo. En primer lugar en tecnología, con un nuevo sistema multimedia supeditado a una pantalla táctil de 8 pulgadas. Su funcionamiento es rápido e intuitivo, la única pega es que no cuente con navegador integrado (en ningún acabado). Por suerte, la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto consiguen suplir  con creces esa carencia.

Para completar la información aparece una pequeña pantalla LCD en la parte superior, para que podamos ver algunos datos importantes sin apartar tanto la vista de la carretera. Ahí se ven los detalles del climatizador, que se controla desde unos mandos sencillos y de buen tacto, situados en la parte inferior. Serán los únicos botones de la consola central, junto a los que sirven como acceso directo a los menús de la pantalla principal.

El volante también es un elemento completamente nuevo, más pequeño y ancho, con múltiples mandos. Desde aquí se podrán controlar algunas de las ayudas a la conducción del EyeSight y la instrumentación. Porque detrás del volante vemos unos grandes relojes como los de antes, de fácil lectura. Entre ambas esferas aparecen una pantalla a color que hace las veces de ordenador de a bordo y complementa el resto de información.

La calidad percibida es otro de los aspectos que han dado un paso adelante en el nuevo Subaru XV. En nuestro acabado Sport Plus encontramos el salpicadero cubierto por plásticos blandos con un detalle que no pasa desapercibido, las costuras naranjas en contraste. Los asientos con tapicería mixta siguen el mismo patrón y destacan por su ergonomía. Las molduras cromadas ponen otro punto de distinción a este habitáculo funcional y bien rematado.

La nueva plataforma de Subaru ha conseguido aumentar la habitabilidad del XV. En las plazas delanteras hay espacio de sobra en todas las cotas. Apertura de puertas traseras en 90º facilita el acceso a una segunda fila que mejora sobre todo en anchura y espacio para las piernas (gracias al aumento de la batalla). Aunque como es habitual en el segmento, la plaza central trasera carece de forma y es surcada por el prominente túnel de transmisión.

Maletero

El maletero no suele ser uno de los puntos más destacados en un coche con tracción total. El emplazamiento del diferencial hace que no pueda aprovecharse el espacio hacia abajo y eso se traduce en menos litros de capacidad. El Subaru XV tiene un maletero de 385 litros, que se sitúa algo por debajo de la media. Aún así, es bastante aprovechable gracias a unas líneas muy rectas, con una gran anchura en la base.

En el caso de que sea necesario más espacio, siempre se podrá abatir la segunda fila de asientos para obtener hasta 835 litros de capacidad. En ese momento se forma una superficie casi plana, con un pequeño escalón entre maletero y asientos. Bajo el piso del maletero no habrá rueda de repuesto (de momento ni como opción), teniendo el popular kit antipinchazos.

Equipamiento

Para entender el equipamiento del Subaru XV hay que hacer distinción entre las dos mecánicas disponibles. Para el 1.6i se puede escoger entre tres acabados diferentes. El Sport ya arranca con llantas de 17 pulgadas, pantalla de 6,5 pulgadas, sensores de luz y lluvia, climatizador, asientos calefactados y todas las bondades del EyeSight, que explicaremos a continuación. El Sport Plus suma elementos como los faros LED direccionales, pantallas de 8 pulgadas, climatizador bizona, pedales de aluminio, barras de techo, retrovisores plegables o cámara de visión trasera.

El tope de gama para el 1.6i es el Executive, que incluye aviso de ángulo muerto, aviso de tráfico trasero, llave de acceso inteligente y botón de arranque. Por su parte, el motor 2.0i se ofrece con solamente dos acabados. El de partida es el Sport Plus, con los mismo elementos que dijimos antes a diferencia de las llantas de 18 pulgadas. Por encima se sitúa el Executive Plus con todo lo anterior más asientos de cuero, techo solar eléctrico y reglajes eléctricos en el asiento del conductor.

Una de las prioridades de Subaru es la seguridad en todos sus niveles. Ha obtenido las cinco estrellas EuroNCAP y ha sido nombrado coche más seguro de Japón, debido (entre otras cosas) a ofrecer de serie en toda la gama el EyeSight. Se trata de un conjunto de sistemas de seguridad preventiva entre los que se encuentran la frenada pre-colisión, control de crucero adaptativo, aviso de cambio y permanencia en el carril, aviso de avance del coche delantero, control acelerador pre-colisión.

Motor

La gama de motores del nuevo Subaru XV también viene con alguna diferencia sustancial, respecto a su antecesor. La principal es que no habrá motores diésel, dejando a la gasolina todo el protagonismo. Quién quiera diésel, la anterior generación seguirá a la venta con dicha mecánica hasta verano de 2018. De este modo, en la gama encontraremos dos únicas mecánicas bóxer de gasolina, ambas atmosféricas y ligadas a cambio automático. El cambio manual tampoco estará disponible de ninguna manera.

El motor de acceso es el conocido 1.6i de distribución variable dual, que renueva el 80% de sus piezas y desarrolla 114 CV y 150 Nm de par. En este caso probamos el superior, el motor 2.0i, otro bloque de cuatro cilindros bóxer de inyección directa y cadena de distribución que desarrolla 156 CV y 196 Nm de par. Ambos van ligados a la transmisión Lineartronic, un cambio de variador continuo que simula siete marchas y que tiene levas al volante en esta versión (seis machas y sin levas en el 1.6i).

Como ya adelantábamos, siempre van ligados a la tracción integral permanente Symmetrical AWD. Entrega un 60% del par al eje delantero y un 40% al eje trasero en situaciones normales, pudiendo llegar a un 50%-50% en casos de poca adherencia. Nuestro motor 2.0i tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y una velocidad máxima de 194 km/h. El consumo medio homologado es de 6,9 l/100km y las emisiones de CO2 de 155 g/km.

Comportamiento

Ya toca el turno de ponerse al volante del Subaru XV y lo hacemos con una primera ruta por carretera. Durante los primeros kilómetros es fácil darse cuenta del refinamiento del bloque 2.0i. De inicio apenas se nota el ruido ni las vibraciones, una de las principales ventajas del bóxer. La entrega de potencia tiene lugar de forma lineal, aunque se nota su condición de atmosférico, pues carece de esa ‘patada’ característica de los turboalimentados.

Se echa de menos algo más de par a bajas revoluciones, sobre todo en ciudad y para hacer algunas maniobras y adelantamientos. Para obtener todo su potencial nos veremos obligados a llevarlo vivo (por encima de las 3.000 revoluciones) y ahí sale a relucir su transmisión. El cambio CVT ha sido ajustado para que no ‘resbale’ tanto, aunque sigue sin ser santo de nuestra devoción. Al tener infinitas relaciones de cambio, su funcionamiento es simple pero menos preciso. También da la opción a simular siete marchas y utilizar las levas en el volante.

Durante el viaje por carretera también salió a relucir su calidad de rodadura. La nueva plataforma, además de incrementar su seguridad, también consigue una dinámica mejorada. El Subaru XV tiene una mayor estabilidad en línea recta, además de la reducción de vibraciones y sonoridad, ya comentada. La estabilizadora va fijada al chasis y eso se traduce en un 50% menos de balanceo en cualquier situación.

La suspensión es una de las claves en este comportamiento perfeccionado. Se incrementa su rigidez, pero sin llegar a ser una amortiguación dura. Su tarado es adecuado para cualquier tipo de terreno y eso estamos a punto de comprobarlo de primera mano. De la dirección podemos decir algo parecido. Gana en precisión y rapidez, aunque nos sigue pareciendo que tiene un grado de asistencia bastante alto.

Tras la ruta por carretera, toca salir fuera de ella. Tenemos una pequeña ruta off road preparada, donde podemos ver todas las virtudes de la tracción Symmetrical AWD con reparto activo de par. Tener el sistema X-Mode de serie en toda la gama es una gran ventaja para aquellos que se aburran del asfalto y quieran aventurarse fuera de él. Activa el control de descenso de pendientes y garantiza que podamos llegar a cualquier lugar con el XV.

Después de la ruta continúa la diversión en una pista revirada y muy embarrada, perfecta para hacer ‘drifting’. A pesar de que el agarre era mínimo (situaciones parecidas a la nieve), el vehículo salía airoso de todas las situaciones sin problemas. Lo mismo pasó en el circuito con pruebas todoterreno. Me atrevo a afirmar que muy pocos rivales saldrían airosos de las inclinaciones laterales, cruces de puentes y otras ‘perrerías’ a las que se sometió el Subaru XV.

Pero este ejemplar tiene ADN de 4×4 y mantiene unas buenas cotas para enfrentarse a todo tipo de terrenos. La altura libre al suelo es de unos nada despreciables 22 centímetros, cuenta con un ángulo de ataque de 18º, uno ventral de 21,9º y uno de salida de 29º. Como curiosidad, la visibilidad ha sido mejorada al extremo (punto de visión alto, retrovisores en las puertas y reducción de ángulos muertos) y eso se notó en estas pruebas y en la conducción en ciudad.

Opinión coches.com

En definitiva, el Subaru XV es una gran opción en el segmento de los SUV compactos, a pesar de ser un modelo que ha pasado algo desapercibido en ventas. La segunda generación ha modernizado su diseño, manteniéndose fiel a su estilo. La adopción de la nueva plataforma consigue que se cuente con un mayor espacio interior sin incrementar demasiado sus dimensiones. La tecnología ha sido puesta al día y el equipamiento está a la altura.

Abandona el diésel y sigue apostando por mecánicas bóxer de gasolina y por la tracción integral permanente. Probamos el 2.0i, que viene con un comportamiento dinámico mejorado y con todo tipo de garantías en cualquier terreno al que nos enfrentemos. Para terminar, cabe destacar un precio equilibrado que va desde los 21.900 euros hasta los 28.200 euros y viene bastante completo incluso de serie.

Subaru XV 2.0i Lineartronic
7.7Nota
Lo mejor
  • Comportamiento refinado y mejorado
  • Capacidades off road al alcance de pocos
  • Relación calidad/precio
Lo peor
  • Maletero por debajo de la media
  • Gama mecánica escasa
  • Cambio Lineatronic como única opción
Diseño7.5
Habitabilidad7
Acabados8
Maletero7
Equipamiento7.5
Motor8.5
Comportamiento8
Calidad Precio8

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