Toyota Hilux GR Sport 2.8D 204 CV, a prueba: ¿algo más que esa estética imponente?

Puede que no os acordéis de la mayor aspiración de Marty McFly, y puede que ni siquiera os suene ver a David Hasselhoff intentando domar su camioneta amarilla. Aquí en España a la Toyota Hilux no la conocemos como la 4×4 con la que los adolescentes iban al instituto, sino por el distintivo de ser uno de los coches más duros del mundo. Aunque para hablar de fiabilidad no hace falta viajar al futuro. De hecho, en Top Gear intentaron eliminarla de la faz de la tierra y no lo consiguieron.

Pero no es nuestra intención tampoco. Estamos poniendo a prueba la versión GR Sport para ver si, al margen de su imagen de tipo duro, también tenemos un vehículo para recoger a los niños o movernos por la ciudad. ¿El precio? Una tarifa importante para un coche de este segmento: 59.349 euros.

Después de vender más de 18 millones de unidades en más de medio siglo que lleva a la venta, no hay duda de que la Toyota Hilux es una referencia en el segmento pick-up. Ya vamos por la octava generación, que es la primera que se atreve a sacar los pies del tiesto con una edición de corte deportivo. Las siglas GR Sport llegan para completar su equipamiento en la versión de doble cabina y establecer un nuevo tope de gama. 

Y una anécdota antes de entrar en faena: su popularidad también ha hecho que la encontremos en las situaciones más inverosímiles. Se convirtió en el modelo preferido por algunos grupos terroristas en África y Oriente Medio debido a su enorme resistencia en condiciones extremas. Se ha visto que incluso se buscaban las mañas para instalar ametralladoras o lanzamisiles en su superficie de carga…

Exterior

Hay que dejar claro que estamos ante la Toyota Hilux GR Sport y que es un nivel de equipamiento con acento deportivo que no afecta a su rendimiento. No es un GR Hilux que tenga más potencia que el resto, lo suyo es destacar en el apartado estético básicamente. Este modelo ya presenta una robustez al alcance de pocos de serie, pero ahora se le puede distinguir por detalles como la parrilla frontal en negro y con un entramado específico. No pasa desapercibida la barra de protección horizontal con la firma de la marca, como también estaba presente en la cuarta generación.

La parrilla ocupa un alto porcentaje de ese frontal tan alto e imponente, aunque también hay que mencionar unos nuevos faros que pueden tener tecnología LED y unas antiniebla de mayor tamaño integradas en el paragolpes. Sorprende que la parte baja vaya en el color de la carrocería cuando en este tipo de vehículos suele haber plásticos reforzando los bajos. Sí que aparecen en los generosos pasos de rueda, que albergan unas llantas de 17 pulgadas calzadas por neumáticos todoterreno, como no podía ser de otra manera en una pick-up.

Los contrastes están muy presentes en la Hilux GR Sport, pues tiene en negro algunos elementos como los retrovisores, los estribos laterales, los pasos de rueda e incluso el tirador del portón trasero. Por eso hay pocos colores que le sienten tan bien como el Rojo Vulcano que lleva nuestra unidad de pruebas. Esa combinación es la misma que vemos en el logotipo de GR Sport y viene complementada por unos amortiguadores que van en rojo. La zaga es la parte más convencional del modelo, debido a las limitaciones en diseño que tiene por sus formas. Ahí vemos unos nuevos pilotos traseros bastante verticales y que recuerdan a los del Land Cruiser.

La Toyota Hilux es una pick-up de dimensiones imponentes. Son 5.325 mm de longitud, que sumados a una anchura de 1.855 mm y a una altura de 1.815 mm; hace que no sea apta para cualquier tipo de plaza de parking. En este modelo también destaca su distancia entre ejes de 3.085 metros para tener esa caja de carga. Llama la atención que no sea la más grande del segmento, pues está la Jeep Gladiator con sus 5,59 metros. Estaría ligeramente por debajo de la media al ser algo más corto que el Ford Ranger.

Interior

Ya ha pasado tiempo desde que las pick-up pasaron de ser vehículos básicos a nivel tecnológico y pobres en acabados para ponerse a la altura del resto de turismos. En el caso de la Hilux vemos que estaría bastante actualizado gracias a que cuenta con el sistema multimedia Toyota Touch 2. Se controla desde una pantalla central de 8 pulgadas en los modelos superiores de gama, como es el caso de este GR Sport y viene con todo tipo de funcionalidades. El tacto es correcto, sin ser de las pantallas más precisas del mercado. Tampoco es la más grande, pues la recién estrenada Ford Ranger tiene una de 12 pulgadas en posición vertical.

En este modelo no falta la navegación integrada ni tampoco una conectividad completa gracias a Android Auto y Apple CarPlay, aunque tenga que ser con cable. La instrumentación es mixta, pues tiene dos grandes esferas para la velocidad y las revoluciones, con una pantalla LCD de 4,2 pulgadas en el centro para hacer las veces de ordenador de a bordo. El climatizador bizona se controla a través de unos botones analógicos, lo mismo que algunas funciones de la conducción como los modos de la tracción total, el control de descenso en pendientes o el ESC. 

Sin embargo, lo que hace especial a este ejemplar son todos los detalles específicos que tiene por montar el acabado GR Sport. Se beneficia de unos asientos deportivos que son calefactables y van vestidos por una tapicería mixta de cuero y ante sintético. A juego con el exterior, van en color negro y tienen costuras y perforaciones en rojo haciendo contraste. Lo mismo ocurre con el volante, que tiene el emblema de la versión. De hecho, las credenciales GR Sport están presentes en asientos, volante, alfombrillas, botón de arranque, consola central o gráficos de las pantallas. 

Eso hace posible que la calidad de esta Hilux esté muy por encima de lo esperado. La mayoría de sus superficies son plásticos, pero están muy bien resueltos y tanto el tacto como la apariencia son notables. Mencionar algunos detalles como las molduras que imitan a la fibra de carbono, la línea roja que surca el salpicadero o los pedales de aluminio. En definitiva, unos acabados robustos que parece que van a durar con el paso del tiempo y con ese toque racing que a muchos les encandilará.  

El espacio disponible en una pick-up viene condicionado por el tipo de carrocería que se elija. En la Hilux se puede escoger entre cabina sencilla (biplaza), una cabina extra con una segunda fila muy reducida y la cabina doble que es la que tenemos y cuenta con unos asientos traseros de tamaño completo. Aquí vemos un espacio muy bueno para las cabezas por su altura y uno que no está mal para las piernas, siempre que no se sobrepase el 1,80 m. La plaza central será más incómoda por su carencia de forma y también por el túnel de transmisión.

Maletero

En una pick-up no podemos hablar de maletero ni de litros, nos referimos a una superficie de carga que va al descubierto y que será clave para todos los que la utilicen para el trabajo. Tiene unas dimensiones de 1.525 mm de largo, por 1.540 mm de ancho y 1.170 mm de altura; por lo que queda ligeramente por detrás del Ford Ranger, pero todavía siendo mejor que el Jeep Gladiator. Esa superficie está totalmente protegida y cuenta con bondades como los ganchos. De serie está al aire libre, pero opcionalmente puede quedar cerrada.

Se ofrecen varios accesorios para cerrar la superficie de carga. Hay una cubierta rígida, otra que es enrollable y un hard top que además de cerrarlo le hace ganar capacidad. Mencionar que el portón cae a plomo cuando lo abrimos, algo que hay que tener en cuenta, pues en otros rivales tiene un tope hidráulico para que no de tanto golpe.

La versatilidad del Toyota Hilux llega hasta tal punto que en Japón hicieron una oficina de correos en una unidad de sexta generación. Bautizada como “Post Car”, recibía una cubierta de madera en la parte trasera decorada como las oficinas de correos y tenía capacidad para portar las cartas y postales. Ha sido expuesta en varios puntos y cuenta con su propio servicio de papelería

Motor

Con la última actualización se ampliaba la gama mecánica del Toyota Hilux. Al motor diésel de 2.4 litros y 150 CV que ya probamos hace tiempo, se sumaba otra mecánica turbodiésel más capaz que es precisamente la que se encuentra en los GR Sport. Hablamos de un motor de cuatro cilindros y 2.8 litros que llega hasta los 204 CV y 500 Nm de par, una cifra muy destacada. Solamente puede ir ligada a una transmisión automática de seis velocidades y al sistema de tracción total ya habitual en este acabado GR Sport. En los de acceso hay un cambio manual con las mismas relaciones.

Si lo comparamos con sus principales rivales, vemos un motor capaz y aprovechable. Está lejos del V6 de 3.0 litros del Gladiator y sus 264 CV, pero queda casi empatado con el 2.0 EcoBlue del Ford Ranger. No es que aporte mucho en este tipo de vehículo, pero hay que mencionar que tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,7 segundos y que su velocidad máxima es de 175 km/h. Sería más interesante decir que, con la última actualización, ganó en capacidad de carga para llegar a la tonelada y también es capaz de remolcar hasta 3,5 toneladas.  

Actualmente, Toyota está trabajando en una Hilux movida por hidrógeno. Han desarrollado un prototipo de pila de combustible que podría ser el sustituto del diésel en el futuro. Mantiene la tracción total y sus capacidades fuera del asfalto, mientras que tendría una autonomía de 600 km gracias a sus tres depósitos situados bajo los asientos y la caja de carga.

Comportamiento

El motor de 2.8 litros más potente es el único que puede ir con el acabado GR Sport. Desde el principio nos queda claro que es un diésel a la antigua usanza. Podríamos decir que tiene un comportamiento que nos recuerda a un tractor por su sonido y por la forma de entregar la potencia. Los 500 Nm de par están disponibles entre las 1.600 y la 2.800 rpm, así que tendremos que sacar partido a sus bajos. Se nota poderoso en las salidas desde parado y en los primeros metros, pisando con fuerza para asegurarnos que puede sortear cualquier obstáculo o que no tendrá problema para adelantar.

En otras versiones hay disponible un cambio manual, pero en la que tiene un corte más deportivo solamente aparece la transmisión automática de seis velocidades. Es una caja de convertidor de par que no es la más rápida ni la más precisa del mercado. De hecho, nos da sensación de cierto resbalamiento que puede recordar al CVT de los híbridos. Por suerte, la suavidad con la que realiza los cambios es notable y también tenemos unas levas tras el volante para hacer un uso manual del cambio.

Esta pick-up lo cierto es que no desentona en ningún ámbito. Sorprende ver cómo han mejorado el confort en marcha estos modelos en los últimos años. En vías rápidas ofrece un aplomo envidiable y permite mantener cruceros buenos con total comodidad. En carreteras de curvas lógicamente va a estar limitado por su peso y dimensiones, pero el chasis de largueros y travesaños también lo aguanta sin mucho problema. Incluso nos hemos aventurado a pisar la ciudad y tampoco se ha hecho complicada la circulación, siempre teniendo un poco de cuidado extra en calles estrechas. 

Una de las características específicas de la Hilux GR Sport era su suspensión mejorada con amortiguadores monotubo y nuevos resortes delanteros. Es la primera vez que la montan en la gama y su uso se traduce en una respuesta más rápida y una mejor disipación térmica, además de aumentar la rigidez. Sin embargo, podría ser incluso demasiado. En la práctica nos ha resultado demasiado dura y rebotona, sobre todo en el eje trasero. Pasar badenes puede llegar a ser un auténtico sufrimiento. Aunque está claro que no ha sido hecha para ese cometido.

La Hilux es una auténtica bestia fuera del asfalto. Se sentirá cómoda incluso en los terrenos más exigentes gracias a su trabajada tracción total, con eje delantero conectable y reductora. Tiene el típico mando selector en la consola central para pasar del H2 en el que es un tracción trasera puro al H4 para conseguir tracción en las cuatro ruedas y también con ese L4 que es la reductora y que solamente funciona a velocidades bajas.

Algo muy destacado de este vehículo son los ángulos todoterreno, con uno ataque de 29º, uno de salida de 27º y uno ventral de 23º. También tiene capacidad para afrontar pendientes de hasta 42,1º e inclinaciones de hasta 45º. 

También habría que sumar la capacidad de vadeo de 700 mm gracias a una destacada altura libre al suelo de 31 cm. En definitiva, el Toyota Hilux te permite pasar por sitios que parecería imposible, aunque todos esos datos también penalizan en otro aspecto. Lógicamente, no es el modelo más eficiente del mercado y los consumos son elevados. Con esas dimensiones, un peso de 2.205 kg, la tracción total y la transmisión automática hemos estado rondando los 9,5 litros durante la semana de pruebas. Aunque seguramente eso tampoco importe a su potencial comprador.

Opinión coches.com

Si en algún momento de tu vida te has planteado tener una pick-up, seguro que la Toyota Hilux ha pasado por tu cabeza. Es el modelo más popular del segmento y eso solamente se puede conseguir con muchas décadas de buen hacer y unas cualidades que han ido “in crescendo”. Ahora se suma una nueva virtud, la deportividad que aporta el acabado GR Sport. Este modelo es para aquellos inconformistas que también busquen una imagen más dinámica que rezume personalidad y haga girar cabezas a su paso. 

Porque partir de 59.349 euros no es moco de pavo, ni siquiera aunque sea la versión tope de gama y esté cargada de equipamiento. No se pueden tener en cuenta los más de 70.000 euros del Gladiator, que es el más caro del segmento, porque juega en otra liga por mecánica y enfoque. Si lo comparamos con el Ford Ranger a igualdad mecánica y de equipamiento, vemos que la Hilux le saca más de 10.000 euros. Parece que es el precio de la exclusividad de las siglas GR Sport, solamente será decisión del usuario si le merece la pena o no. En todo caso, se puede encontrar con descuentos en Coches.com, junto a las mejores condiciones de financiación o renting.

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