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Prueba Toyota Verso 2015 167.1
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Toyota Verso 115D a prueba: el coche para todos

Salvo alguna contada excepción, los monovolúmenes compactos son productos que llevan tiempo en el mercado y las marcas han optado por rediseños que alarguen su vida en el mercado, más allá de lanzar productos de nuevo desarrollo. El motivo es que las familias de cuatro miembros, las más habituales, están optando cada vez más por los SUV compactos, más atractivos estéticamente… pero que cuentan con otras limitaciones.

El Toyota Verso es un ejemplo perfecto de la situación que describimos. Lanzado originalmente en 2009, el heredero del Toyota Corolla Verso tuvo un profundo rediseño en 2013… año en que la marca nipona replanteó su oferta a las familias haciendo crecer al RAV-4, ya que constataban que sus clientes de compactos (Auris, principalmente), apenas se planteaban el Verso… y todavía menos el Avensis. ¿EL motivo? Hacían «verse mayores» a los compradores, que buscaban rejuvenecer (al menos en apariencia, claro, los coches todavía no tienen esa funcionalidad).

Sin embargo, el Toyota Verso y el resto de productos de su tipo son más que interesantes como transporte familiar. Quisimos demostrarlo con un viaje largo de Madrid a Cádiz, (más de 1.500 km), con cuatro ocupantes y el maletero cargado, que completamos con los típicos recorridos urbanos habituales (llevar a los niños a sus clases, compras, alguna pequeña escapada…).

La clave del Toyota Verso me la dio Mario, mi hijo pequeño que aún no ha cumplido tres años, al poco de comenzar esta prueba. Cuando le enseñé el «coche nuevo» que tendríamos con nosotros una semana, me miró y me dijo: «Sí, papá, pero es para todos». Esa es la filosofía de un monovolumen así. Un coche para todos. Esa es la filosofía de este Toyota Verso, como verás a continuación.

Exterior

¿En qué son imbatibles los monovolúmenes? En espacio interior. Eso acaba por penalizar su estética, reducida a un segundo plano. Oiga, que no decimos que el Toyota Verso sea feo, ni mucho menos… pero es innegable que otro tipo de carrocería entra mucho mejor por los ojos.

El Toyota Verso data 2013, si bien en 2014 tuvo una ligerísima actualización que no fue más allá de cambiar llantas y colores exteriores, acorde con la nueva política de la marca de contar con un modelo renovado cada año, algo muy poco habitual en este segmento. Los retoques, sin variar la forma original, han ido dándole un toque de agresividad.

Detalles como la parrilla, cuyo diseño la marca quiso acercar al del Toyota Auris, con ópticas con luces LED o las nuevas estampaciones de las puertas, ayudan a dar esa sensación de mayor dinamismo. Las llantas de cinco radios dobles acaban de dar el toque justo de deportividad a un producto que, como el resto de su competencia, no lo es en absoluto.

Una apreciación personal. A pesar de que los pilotos traseros son de nuevo cuño, me da la sensación que el restyling del modelo se olvidó bastante de la zaga. El pequeño spoiler en la parte superior del portón es el único toque de gracia en una trasera bastante anodina… que no resiste comparación con la parte delantera del coche.

La versión de siete plazas, como esta que estamos probando hoy, no se diferencia en absoluto de la de cinco. Ambos miden 4.460 mm de largo, por 1.791 de ancho y una altura de 1.620 mm Para percatarse de ello es necesario pasar al habitáculo. Pasemos a ver qué ofrece.

Interior

Cuando abrimos la puerta nos topamos con unos buenos acabados y remates. La sensación de espacio y de desahogo es espléndida y cuentas con espacio más que suficiente en todas las cotas. El habitáculo es amplio, sobre todo si tenemos en cuenta sus dimensiones exteriores y se han aprovechado al máximo los 2.780 mm de distancia entre ejes.

El puesto de mando llama la atención por varios aspectos, algunos positivos y otros, no tanto. Con la posición de conducción bastante erguida propia de los monovolúmenes, pero con una banqueta que permite bajar bastante el asiento, me gustó mucho la posición elevada de la palanca de cambios. Siempre queda a mano.

Otro cantar es la ubicación de la instrumentación. Está en una ubicación centrada y, a pesar de que está orientada al conductor (el copilot@ no puede ver a qué velocidad vas, por ejemplo), obliga a desviar un poco la vista para consultarla. Se trata de una solución que las marcas que la empleaban han ido deshechando.

La consola central también tiene algunos aspectos mejorables. Nos gustó mucho la ubicación y orden de todos los elementos. Bajo el aireador central (acompañado por las luces de emergencia, en posición muy accesible), se ubica la pantalla táctil del Toyota Touch… para la que los ingenieros nipones no han olvidado un par de ruletas para facilitar su manejo mientras se conduce, así como botones de acceso rápido a las funciones principales. Incluye la cámara trasera y controla el navegador y el sistema de infoentretenimiento. Justo a contiuación, los mandos del climatizador bizona, a los que es sencillo acostumbrarse, sin demasiadas complicaciones.

¿Dónde está el problema? En que apenas hay espacio para dejar objetos cotidianos de manera accesible… más allá de que emplees los reposabebidas como lugar de reposo del móvil. Tampoco es acertado haber colocado la toma USB en la parte baja de la consola central (al lado del acompañante). Hay un pequeño bolsillo donde dejar el reproductor o smartphone… pero es complicado acceder a él conduciendo, imposible verlo.


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En el apartado práctico, destaca la doble guantera, el primero de los huecos para guardar objetos. Hay también dos enormes bolsas en las puertas delanteras y el hueco bajo el reposabrazos central. Está bien… pero hay otros rivales que lo superan en este aspecto.

Pero, como bien decía mi hijo Mario, el Toyota Verso es un coche para todos. Ahí radica su virtud. Esta unidad que pudimos probar cuenta además con siete plazas, repartidas en tres filas de asientos en disposición 2+3+2. Las plazas de la segunda fila de asientos me han parecido muy buenas.

Son tres butacas individuales, prácticamente idénticas (el central ligeramente más estrecho) y todos pueden deslizarse longitudinalmente (para ganar espacio en el maletero o ganar el espacio a los hombros para quien ocupe la plaza del medio), abatirse e incluso reclinarse, de forma muy sencilla.

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A sus pies cuentan con dos trampillas que esconden pequeños huecos, perfectas para guardar juguetes para los niños (si bien el acceso no es muy sencillo, pues hay que retirar previamente la alfombrilla).También disponen de mesitas en los respaldos de los asientos delanteros.

El espacio para las piernas es muy bueno y, a pesar de tratarse de un monovolumen de tamaño compacto, la cota de anchura es correcta para que viajen tres adultos o incluso colocar tres sillas infantiles.

Las plazas de esta fila de asientos tienen la banqueta algo más elevada, de modo que los pasajeros pueden ver por encima de los hombros de los ocupantes de los asientos delanteros, algo que reduce el mareo y da una sensación de mayor amplitud. En nuestra unidad, que contaba con techo solar, la mejora aún más al inundar el habitáculo de luz (sin restar demasiada altura).

La tercera fila de asientos del Toyota Verso es lo habitual que puedes encontrar en un monovolumen compacto. Prácticamente testimonial, de esas que solamente puedes usar de emergencia, en un trayecto corto (y si los que viajan inmediatamente a continuación desplazan sus asientos hacia delante) o con niños que puedan subirse solos a un elevador, en un viaje corto, ya que como es obvio, penaliza demasiado al maletero. El acceso a las mismas es complicado y, tal y como ocurre con las piernas, el espacio para la cabez es también muy limitado.

Maletero

El Toyota Verso de siete plazas tiene un maletero correcto… pero lejos de los principales referentes del segmento. Cuando se utilizan cinco plazas, la configuración habitual, son 440 litros de capacidad, cuando otros rivales ofrecen más de 500. Le penaliza demasiado la tercera fila de asientos, que eleva el piso de carga y resta 44 litros al cofre.

Si uno opta por utilizar las siete plazas, el hueco se reduce hasta los 155 litros, una cifra escasa a todas luces para llevar la impedimenta de una familia numerosa. Si ese es el objetivo, hay que optar por un monovolumen grande. Eso sí, con siete el Toyota Verso conserva un hueco bajo el piso bastante aprovechable, donde se puede guardar la bandeja enrollable y se accede al kit repara pinchazos de serie.

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Como es habitual, es posible abatir los asientos de la segunda fila (operación que puede hacerse desde el maletero o desde el interior muy fácilmente gracias al sistema Easy Flat 7), para ganar un amplio espacio de carga de 1.696 litros. De este modo y adelantando al máximo el asiento del copiloto, es posible cargar objetos de hasta 2,01 metros de longitud.

Equipamiento y precio

Cuando llegó al mercado el restyling, la marca simplificó la gama con dos niveles de acabado (Comfort y Advance). Ambas versiones llevan de serie, además de todo lo habitual, siete airbags, cámara trasera, faros antiniebla, ayuda al arranque en pendiente, llantas de 16 pulgadas y una pantalla táctil Toyota Touch de 6,1 pulgadas que controla el equipo de sonido y el sistema manos libres Bluetooth.

Con la actualización de gama en 2015 se mejoró incluso el equipamiento. Nuestra unidad cuenta con el acabado más alto en España, el Advance, que incluye sensores de luz y lluvia, climatizador bizona, las mesillas para los pasajeros traseros, llantas de aleación de 17 pulgadas, retrovisores plegables eléctricamente, más lugares para dejar objetos como un cajón bajo el asiento del acompañante o la trampilla de los asientos traseros, segunda toma de 12 voltios en las plazas traseras… También añade diversos cromados estéticos exteriores y en el interior, además de una tapicería exclusiva de esta versión.

Nuestra unidad contaba con algo de equipamiento opcional que mejora bastante al modelo. Entre ellos, el Pack Skyview, que incluye el techo panorámico (que fascina a los niños, sobre todo de noche) y los cristales traseros y laterales traseros oscurecidos. También el Toyota Touch&Go, que convierte a la pantalla en un excelente e intuitivo navegador, mejora la conectividad Bluetooth y cuenta con acceso a apps. Por último, el color rojo que ves es una pintura metalizada, también con sobreprecio.

Podrías pensar que un coche de siete plazas, con el acabado más alto y completado con varios extras saldrá caro. Pues no, el precio de esta unidad, con promociones vigentes es de 22.565 euros… que puede ser aún menos cuando buscas ofertas del Toyota Verso. La relación precio-equipamiento es de las mejores del segmento, sin duda. Y no es un coche costoso de asegurar, como puedes comprobar en nuestro comparador de seguros. ¿Será lo que esconde bajo el capó su punto débil? Veamos.

Motor

El protagonista de la prueba de esta semana es el propulsor diésel de origen BMW. El Toyota Verso 115D es una mecánica de origen BMW de cuatro cilindros y 1.6 litros de cubicaje que empleaban, por ejemplo, los MINI de la anterior generación (la actual ya monta de tres cilindros). Rinde 112 CV de potencia y un par de 270 Nm, que le dan unas prestaciones bastante aceptables, pues acelera de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h.

Actualmente es el único motor de gasóleo de la gama (hasta abril de 2015) contaba con dos versiones más potentes, el 150D AutoDrive de 150 CV y el 180D con 177 CV de potencia, que puedes encontrar aún si buscas Toyota Verso de segunda mano, así como el 120D al que sustituyó… al que vence claramente en consumo.

Este Toyota Verso anuncia consumos de apenas 4,5 l/100 km, una cifra muy buena si tenemos en cuenta su tamaño y peso. Eso deja en posición muy complicada a las versiones de gasolina, los  Verso 130 de 132 CV y 140 MultiDrive de 147 CV. ¿No hay híbrido? No hay, ni se le espera. Ese hueco lo ocupa el Toyota Prius +, también con siete plazas pero de precio más elevado (ver prueba). ¿Pero será suficiente este frugal motor diésel para mover al coche? Comprobémoslo.

Comportamiento

Soy propietario (feliz) de un monovolumen compacto, por lo que sé de buena tinta que quien compra uno de estos coches no espera un comportamiento dinámico excepcional. Eso no significa que uno no quiera que el coche tenga buena estabilidad en curva. Solamente que en un vehículo que compras pensando en que te facilite la vida con niños pequeños no puede ser un fiera en carreteras secundarias. Exactamente lo mismo por lo que un SUV no será nunca tan bueno en carretera como una berlina… No se puede ser bueno en todo al mismo tiempo.

En mi primeros kilómetros con el coche en ciudad pude constatar lo que preveía: la pobre respuesta del motor a bajas revoluciones. Hay que llevar el coche entre 1.800 y 3.500 rpm para que responda con soltura. ¿Llevarlo más allá? No tiene sentido.

Me gustó mucho su bajo nivel de sonoridad. No mejora a un gasolina, por supuesto, pero en Toyota han cambiado los soportes del motor BMW al chasis, la unidad de control y, sobre todo, el diseño del volante de inercia para reducir vibraciones y en eso adelanta por la izquierda a la anterior mecánica. Mejoraría en este sentido un Start&Stop más avanzado. Funciona de manera correcta, pero se ha visto superado por el de otros fabricantes, pues este no para el motor hasta que el coche se detiene por completo.

¿Pero son suficientes 112 CV? En un principio pensaba que no, pero después de conducir el coche en diferentes situaciones, he de responder aformativamente a la pregunta. Obviamente, no es un tiro a la hora de incorporarse a una autovía y pensarás dos veces adelantar en una carretera secundaria con poco espacio, pero para conductores tranquilos es más que suficiente, pues da la sensación de que tiene más potencia de la que anuncia.

Viajando por autovía a velocidades algo superiores a la permitida, el coche se muestra perfecto, y en ocasiones piensas que conduces un compacto en lugar de un monovolumen. Resulta cómodo en líneas generales y salvo grandes imperfecciones y baches en el asfalto, la suspensión filtra bien. En el eje trasero cuenta con un tarado algo más duro (habitual en estos vehículos, para responder a su capacidad de carga), lo que puede producir algún rebote.

En carreteras secundarias es donde uno echa de menos que el motor estirase un poco más y una dirección asistida un poco más directa… pero reiteramos: no es un producto con un enfoque extremo, ni mucho menos (nada en la marca, salvo el GT86, responde a esta premisa).

La clave de un monovolumen compacto es ofrecer más espacio por poco dinero… y tener un bajo coste de utilización, que criar a un hijo (o más) no es barato. En este sentido, los consumos obtenidos en la prueba (con la mayor parte de los 1.800 km recorridos en autovía) fueron de 5,9 l/100 km. Viajando ligero y sin apenas km en carreteras secundaria: autovía y ciudad. Se pueden lograr consumos más bajos sin problema.

Veredicto coches.com

El Toyota Verso destaca por ser un coche familiar versátil, con un habitáculo muy bien aprovechado y un maletero que, sin ser de los más amplios del segemento, cumple en un viaje largo. Sus medidas contenidas logran que moverse en ciudad con él no sea un problema y el plus de las siete plazas será bienvenido por muchos. Su equipamiento raya a un excelente nivel.

El motor del Toyota Verso 115D es perfecto para que el precio del coche no se dispare. Responde aceptablemente a lo que se le pide y, gracias a los desarrollos largos, consume realmente poco. Si lo comparamos con sus rivales, está claro que no es el coche más dinámico del segmento (le ganan el Seat Altea, sin posibilidad de 7 plazas, y el Ford Grand C-Max), pero su comportamiento está más cercano al de un compacto convencional que otros modelos de siete plazas como el Renault Grand Scénic o el Citroën C4 Gran Picasso (ver prueba). Prioriza el confort, desde luego, pero se comporta de manera impecable.

Y en lo más importante en este segmento, el precio, también destaca. Hoy por hoy, solamente puede hacerle algo de sombra el Kia Carens (ver prueba) cuando uno analiza la relación precio-equipamiento.

Toyota Verso 115D
7.1Nota
Lo mejor
  • Motor solvente, bien insonorizado y de consumos ajustados
  • Interior amplio, con buenos ajustes y muy modular
  • Buena relación calidad-precio
Lo peor
  • Tercera fila de asientos testimonial y maletero por debajo de la media
  • Dirección lenta y poco ágil
  • Algunos detalles de diseño del interior (como la ubicación de la toma USB)
Diseño6.5
Habitabilidad7.5
Acabados7
Maletero7.5
Equipamiento7
Motor7.5
Comportamiento6.5
Calidad Precio7.5

Galería de fotos:

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