No es algo que te pille por sorpresa. Si te gusta el mundo del motor y no has vivido debajo de una piedra durante las últimas cinco décadas, es posible que ya hayas visto numerosos vídeos de viejos Citroën sobre tres ruedas. Los modelos equipados con la suspensión hidroneumática de la compañía francesa, como el DS “Tiburón”, tenían un as bajo la manga que les permitía levantar el coche en el aire para cambiar una rueda sin necesidad de usar un gato.
Haciendo una búsqueda rápida en YouTube, podemos encontrar cientos de clips de Citroën en los que sus dueños los mueven muy lentamente sobre solo tres ruedas, con el tambor de freno o el disco en la pata de suspensión y la rueda faltante levantada fuera de la carretera. El truco incluso apareció en un episodio de la serie de televisión en los años 70. Estas demostraciones, generalmente, se llevan a cabo a velocidades bastante bajas porque, si bien los coches pueden ir sobre tres ruedas, no pueden ser tan estables como lo serían sobre cuatro.
Pero, ¿desde cuándo el sentido común ha impedido que los entusiastas de los automóviles en Oriente Medio hagan lo que quieren? En el vídeo que tenemos bajo estas líneas, extraído de la famosa plataforma audiovisual de Google, vemos una pareja de Citroën Xantia de la década de los 90 siendo conducidos por una carretera, afortunadamente, bastante vacía, puesto que no circulan a una velocidad precisamente modesta (no parece que encontrarse con un radar o un agente de la benemérita suponga un impedimento para hacer el experimento).
El Citroën Xantia (1993-2001) estaba equipado con una versión controlada por ordenador de la suspensión hidroneumática de la firma francesa, llamada “Hydractive”. Esta se vio por primera vez en el XM en 1989. Inicialmente, es difícil medir qué tan rápido van estos “pilotos” desde las imágenes tan inestables tomadas desde el coche cámara en una carretera ancha, pero cuando el objetivo se desplaza hacia el cuadro de instrumentos por primera vez, muestra 180 km/h de velocidad de crucero, marca que se podía alcanzar con un motor de más de 110 CV.
Sin embargo, la pareja sigue acelerando a partir de ahí. En apenas un momento, ambos Xantia están navegando a más de 200 km/h, y uno de los coches tiene que desviarse hacia la derecha para virar alrededor de un camión que se hace con el carril central (de nuevo, una definición de irresponsabilidad). Incluso puedes llegar a verlo montado temporalmente sobre dos ruedas cuando llega a un bache. Pero bueno, como decíamos, no es algo que haya que probar en la vía pública, aunque se tengas las luces de emergencia parpadeando todo el tiempo.
El truco termina sin incidentes cuando los dos coches se detienen a un lado de la carretera, y queremos pensar que es para volver a colocar esas ruedas restantes antes de que la inteligente tecnología Hydractive sucumba a algunos de los gremlins que hicieron que los problemas de la suspensión trasera fueran la principal causa de quejas de los propietarios del Xantia en su día.