Todo el mundo habla de coches eléctricos o, al menos, de híbridos enchufables como la solución para bajar las emisiones contaminantes. Pero ojo que, según datos de Mazda, las emisiones reales de un coche eléctrico, alcanzan unos 128 g/km de media. Y es que aún hay muchas fuentes de electricidad contaminantes.
A ello hay que añadir los problemas de autonomía de los eléctricos, su precio, la falta de infraestructura de recarga… ¿Solución? Innovar en motores de combustión. Y Mazda, la marca que fue contraconrriente en la época del downsizing (y acertó), asegura haber encontrado una solución: el motor SkyActiv-X.
La idea es combinar combina las ventajas de la combustión mediante bujía del motor de gasolina, con la combustión por compresión habitual del motor diésel. De este modo consiguen optimizar la fase de combustión, en la que se generan pérdidas por bombeo, pérdidas de calor, gases no combustionados y otras situaciones que incrementan el consumo… y las emisiones.
¿Resultado? Pues te lo contamos en detalle en este vídeo que lo probamos en un CX-30: un motor con sus peculiariedades, pero muy agradable de conducir. Apenas gastó un 6,2 l/100 km. Puede parecer mucho, pero si tienes en cuenta que tiene 180 CV y es un SUV de gasolina sin hibridación… pues es muy meritorio:
Desde luego, está siendo todo un éxito comercial. Como te contamos, el motor Skyactiv-X de Mazda, es el que eligen el 60% de los compradores del Mazda 3 y en el 45% de los clientes del Mazda CX-30.
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