El Porsche 918 Spyder es un superdeportivo de 887 CV que, gracias al sistema de propulsión híbrido, se convierte en un coche extremadamente rápido y potente. Como recordarás, ostenta el récord de velocidad en el trazado de Nurburgring.
La fibra de carbono, el aluminio y el magnesio se entrelazan en un conjunto mecánico de tres motores: un V8 de 4.6 litros y 608 caballos y dos propulsores eléctricos eléctricos en los ejes delantero y trasero, que confieren a este Porsche 918 Spyder la capacidad de acelerar de 0-100 km/h en tan sólo 2,6 segundos. Sin embargo, el 918 Spyder no es solamente coche muy rápido. Además, tiene unas cifras realmente bajas en cuanto a consumo y emisiones. El modelo ha sido certificado como clase A+ desde el punto de vista de la eficiencia.
En esta ocasión te queremos enseñar como es la fabricación de esta auténtica joya del automovilismo. Si esperabas ver un proceso automatizado y lleno de robots no es el caso. A pesar de que el 918 Spyder es uno de los coches tecnológicamente más vanguardistas del momento, casi todo el proceso de montaje se realiza a mano. Desde el interior de cuero, al propulsor, chasis, suspensiones o incluso los frenos que son ensamblados uno a uno por un trabajador.
En los casi 4.000 metros cuadrados que Porsche tiene en su fábrica de Stuttgart, podemos ver como la fabricación del Spyder 918 emplea a 100 personas. Esta fábrica consta de 18 estaciones que componen cuatro etapas de producción. Por su parte, el espacio que se usa para ensamblar las distintas piezas tiene forma de L y, en contra de lo que se puede pensar de la típica línea de montaje, se trata de un espacio muy abierto y que está muy bien iluminado.
La producción de cada vehículo lleva alrededor de 100 horas, e incluye pruebas continuas durante su montaje. Utilizando la regla de «un técnico, un motor», se tarda aproximadamente 40 horas para hacer cada motor. En este punto destaca la moderna plataforma de elevación en forma de tijera que permite sostener los coches durante su montaje, comenzando desde el interior para continuar hacia el exterior. Estas plataformas funcionan con unas baterías que se mueven de estación en estación, permitiendo a los trabajadores meterse en una especie cabina monocasco y levantarse, inclinarse o girarse cogiendo siempre el mejor ángulo y sin forzar la espalda.
Otra innovación importante son los atornilladores controlados por sistema Bluetooth conectados a una base de datos que registra todas las operaciones que se hacen.
La explicación de Porsche a este ritmo «pausado» es la búsqueda continua de la alta precisión y la mano de obra de calidad. Si quieres ver el laborioso proceso de fabricación de los Porsche 918 Spyder no dejes de echarle un vistazo al siguiente vídeo.
Fuente: Porsche
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