Si para hacer una definición de SUV decimos que es una mezcla de todoterreno y turismo un crossover vendría a ser la mezcla de un SUV y un turismo. Un claro ejemplo, el Mazda CX-30, con un diseño que apasiona a muchos desde su lanzamiento en 2020… hasta el punto que la marca apenas lo cambió de cara a su puesta al día en 2024.
Pudimos ver en nuestra prueba a fondo que la marca apenas realizó unos pocos cambios en interior y equipamiento para continuar con su buen nivel de ventas… que sin embargo sigue por detrás en número de matriculaciones que un CX-5, un coche más antiguo… ¿Por qué? Pues, como analizamos en este vídeo, por su mayor amplitud y maletero, es una alternativa más familiar que este CX-30 que, en mi opinión va mejor dinámicamente y gasta mucho menos, gracias en parte al motor e-SkyActiv X:
Le penalizan esas plazas traseras y maletero lejos de un SUV compacto al uso y echamos de menos que un coche con un diseño tan pasional tenga tan pocas posibilidades de personalización. En lo dinámico, su sistema M Hybrid puede resultar algo escaso y, si tuviese una batería algo más grande podría aprovechar después más energía recuperada.
Eso sí, sale muy bien parado cuando lo comparamos con rivales directos… que luego duplican y triplican sus ventas caso del Kia Xceed y el Cupra Formentor. Quizá porque las gamas mecánicas sean más amplias, con versiones enchufables y diésel en ambos. Porque cuando analizas sus precios, el Mazda CX-30 es de los más económicos. Sólo el Xceed es algo más barato, comparando niveles de equipamiento similares.
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