Puede que el mercado haya virado en los últimos años hacia los SUV pero hay berlinas que siguen definiendo mejor que ellos lo que es una marca. Un claro ejemplo es el Skoda Octavia: practicidad, elegancia y sencillez.
Más completo (y así lo demuestran sus cifras de ventas) es el Skoda Octavia Combi. Un coche familiar compacto (más por la plataforma que usa que por dimensiones exteriores) con un interior más práctico y un maletero sobresaliente, que puede contar con muchos elementos que hacen la vida más sencilla:
Se trata de un coche cómodo y que con el motor diésel gasta bien poco (como te indicábamos en la prueba, es necesario recorrer bastantes km para amortizar la diferencia de precio respecto del gasolina).
Lo mejor de la generación 2020 respecto de anteriores es que sube varios peldaños en calidad de interiores y tecnología. Por eso, y por mecánicas, es un producto más redondo que el Kia Ceed Tourer o el Peugeot 308 SW, por citar dos rivales enfocados como él a la comodidad y practicidad. Eso sí, justo en esos apartados es calcado a dos «primos». En unas semanas te traereos la prueba del Seat León Sportstourer, para ver en qué se diferencian. Y esperamos también subirnos al Volkswagen Golf Variant pronto.
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