Mazda, Subaru y Toyota se han comprometido a desarrollar nuevos motores de combustión específicos par avanzar en la electrificación. La idea es que los tres fabricantes nipones optimicen la integración entre motores, baterías y otras propulsiones eléctricas.
«Serán motores más compactos, que transformarán la estructura interna de los vehículos. Y, en el caso de los motores de combustión interna, serán compatibles con distintos combustibles neutros en carbono», asegura el comunicado. Esto último será posible gracias a que los e-fuels, elaborados a partir de hidrógeno y dióxido de carbono, y los biocombustibles obtenidos de biomasa.
Cada marca trabaja en un motor «especialmente emblemático»:
- Mazda: Motor rotativo. Promete ser compacto, ligero y potente. Actualmente se utiliza como generador en el Mazda MX-30 para extender la autonomía de una batería eléctrica generando electricidad.
- Subaru: Motor bóxer de cilindros horizontales opuestos. El movimiento de los pistones se produce en el plano horizontal, lo que da como resultado un motor de perfil bajo con menos vibraciones y con el centro de gravedad más bajo.
- Toyota: Motor de cuatro cilindros en línea. Ofrece un alto desarrollo de potencia y una elevada eficiencia térmica. Es del que más información existe, con dos propulsores de cuatro cilindros, de 1.5 y 2.0 litros de cilindrada. El primero se ha pensado para venderse atmosférico o bien turboalimentado. El segundo, solamente con turbo. Son tres variantes de dos motores sobre el que pivotará toda la oferta futura de la gama y han sido pensados para cobijarse bajo el capó de híbridos e híbridos enchufables. No hay más datos técnicos, pero se piensa que podrían aparecer en el mercado en 2026.
Hay varios puntos clave. Para empezar, no se trata solamente de mejorar la eficiencia de los motores, sino de que la integración con las tecnologías eléctricas, sea mejor. Otro punto interesante es que se apuesta por bloques más pequeños, lo que sin duda permitirá más licencias en el apartado estético, como rebajar la altura del capó, mejorar la aerodinámica… y por ende los consumos.
Nos cuentan también que «en paralelo, los nuevos motores abandonarán los combustibles fósiles y adoptarán otras alternativas, como los combustibles sintéticos, los biocombustibles y el hidrógeno líquido». El objetivo es ampliar las opciones de descarbonización y (esto es importante) «garantizar un futuro a las cadenas de suministro y los puestos de trabajo que hay detrás de la fabricación de motores».
Las tres empresas comparten el objetivo de una sociedad neutra en carbono y buscan explorar distintas vías. esperamos estar aquí para explicarte más a fondo qué nos traen bajo el brazo.
Fuente: Mazda, Subaru, Toyota