Poco después del anuncio del Astra GSe, llega el Opel Grandland GSe un SUV híbrido enchufable de tintes deportivos, que combina el bloque de gasolina turboalimentado 1.6 de cuatro cilindros con dos motores eléctricos (uno por eje, de 110 y 113 CV). Ya está disponible por un precio de 57.600 euros, una cifra muy alta. Las entregas tendrán lugar a principios de 2023.
El Opel Grandland GSe tiene una potencia total combinada de 300 CV (221 kW) y 520 Nm, con la que es capaz de completar el sprint de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. En modo puramente eléctrico, no supera los 135 km/h de velocidad máxima, mientras que en el modo híbrido puede continuar hasta los 235 km/h. En este momento, tal vez te estés preguntando si realmente hay cambio alguno con el Grandland GS Line y Ultimate de tracción total, ya que el GSe ofrece unas cifras idénticas al contar con el mismo tren motriz.
Bien, lo que cambia en el Opel Grandland GSe son algunos elementos en la puesta a punto del chasis, para hacerlo más dinámico, y en el apartado estético, para hacerlo más llamativo. En el primer caso, la firma del rayo ha montado muelles más firmes y unos amortiguadores Koni FSD (Frequency Selective Damping o Amortiguadores de Frecuencia Selectiva). El kit de suspensión permite disfrutar de distintos grados de dureza sin usar componente electrónico alguno. En lo que respecta a la dirección, cuenta con una calibración específica.
El Grandland GSe busca comunicar su naturaleza atlética con llantas de 19 pulgadas inspiradas en el Manta GSe ElektroMOD, un nuevo difusor y el emblema “GSe” en el portón trasero. Teñir el capó de negro es opcional, pero combina con los detalles en negro brillante del emblema, las tomas de aire del parachoques, las carcasas de los retrovisores, el techo, el alerón, el faldón trasero y las propias llantas. Al igual que el resto de la gama, el Grandland GSe pinta todas sus piezas de plástico negro originarias en el mismo tono de la carrocería.
Pasando al interior encontramos un par de asientos deportivos con certificación AGR tapizados en Alcántara, que agregan más soporte con cabezales más pesados sin sacrificar la comodidad ni un plus de apoyo en el soporte lateral. El resto del habitáculo se muestra sin cambio alguno, más allá de unos logotipos específicos “GSe” que aparecen al abrir y encender el coche, tanto en el cuadro de instrumentos digital de 12 pulgadas como el sistema de infoentretenimiento de 10 pulgadas, orientado ligeramente hacia el conductor.
No sabemos por qué Opel no ha empleado el sistema de propulsión híbrido enchufable (PHEV) más potente del DS 7 E-Tense de 360 CV con el que está relacionado mecánicamente, pero tal vez Stellantis quiera aumentar la diferenciación entre los modelos hermanos presentes en las marcas premium y las generalistas bajo su paraguas.
Fuente: Opel
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