Ha habido muchísimo debate alrededor de la normativa Euro 7 en los últimos tiempos. Esta estricta ley que afecta a nivel europeo ponía contra las cuerdas a la mayoría de fabricantes de coches, que no dudaron en posicionarse en contra. Lo mismo pasaba con algunos países de la Unión Europea, que veían que la norma podía afectarles negativamente. En España, por ejemplo, el efecto sería más severo por cómo afecta a los vehículos de menor precio y la posibilidad de que se desviasen las inversiones. El caso es que se ha acordado que se suavice la normativa.
Lo que acordaron los ministros de los diferentes países de la Unión Europea fue mantener las condiciones de la Euro 6 por más tiempo debido a que los objetivos actuales eran «demasiado ambiciosos e incluso irreales». Se habla de pasar la aplicación de la Euro 7 de 2025 a 2027 para los turismos y vehículosligeros, mientras que pasaría de 2027 a 2029 para camiones y transporte pesado. Por otro lado, también se aceptaron nuevos límites de emisiones de partículas para frenos y neumáticos.
España, que ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea, ha tenido mucho que ver en la decisión de suavizar la Euro 7 y tuvo que presentar el borrador con las condiciones. Ahora, el Consejo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea tienen que negociar para llegar a una acuerdo final sobre la normativa. Héctor Gómez Hernández, ministro en funciones de Industria, Comercio y Turismo de España; comentó que creen que con esta propuesta «conseguiremos un amplio apoyo, un equilibrio en los costes de inversión de las marcas y mejoramos los beneficios medioambientales».
Otros países que han apoyado esta decisión han sido Italia, Francia o República Checa; que también temen que esos límites en las emisiones puedan desviar la inversión de los vehículos eléctricos. En Italia tienen un temor doble debido a los fabricantes de pequeño volumen especializados en deportivos como Ferrari, Lamborghini o Maserati. Por otro lado, Luca de Meo, director general de Renault cree que la Euro 7 «distraerá a la industria de volverse totalmente eléctrica y obligará a los fabricantes a invertir en motores de combustión que no tienen futuro».
Fuente: Automotive News