La primera vez que oímos hablar de Toyota C-HR fue en el año 2016 y lo miramos con escepticismo. Pero resultó que este Coupé High-Rider, que es lo que significa su nombre, estaba llamado a hacer algo grande.
Recuerdo ir a la primera presentación de este modelo en Madrid y sorprenderme cuando la gente de Toyota hablaba de unos objetivos de ventas de 9.000 unidades en el primer año, un tanto optimistas. Lo superaron con creces, así que no voy a ser yo quien cuestione nada de lo diga el fabricante japonés, que nos ha traído a Hamburgo para conocer la segunda generación de este modelo.
Tras más de 1,6 millones de unidades vendidas en casi siete años, en los que también hubo una actualización ligera, al C-HR le toca enfrentarse a un cambio generacional más profundo. En el nuevo se mantiene la filosofía del primero, es un SUV con dos sabores híbridos hecho por y para Europa. Todo su desarrollo ha sido realizado en nuestro continente y se va a fabricar exclusivamente en Europa, incluido el montaje de las baterías de alto voltaje:
Exterior
El Toyota C-HR también fue el modelo que definió el lenguaje de diseño de todos los modelos de la firma en su momento. Fue el primero en introducir esas líneas tan atrevidas que provenían del C-HR Concept de 2014. Ahora su segunda generación también quiere ser un precursor y marcar la hoja de ruta de cara a futuro.
En este caso, se inspira en el prototipo C-HR Prologue y bebe de las líneas vistas en otros modelos como el bZ4X o el Pruis. Lo definen como un “supercoupé” y nos queda claro que es otro de los que se sube al carro de los SUV con aires de coupé por las formas de su carrocería.
Ya desde el frontal se ve que es un cambio generacional completo debido a la nueva firma lumínica a través de unos faros rasgados. También llama la atención ver cómo han resuelto el frontal al tener una integración perfecta de elementos como las cámaras, el radar y los lavafaros frontales. Ha cambiado la carrocería bitono, pues ahora lleva el negro en el techo y también en el paragolpes trasero y hacia la sección de tres cuartos posterior del vehículo. Antes de eso vamos a hacer un inciso en las llantas de 20 pulgadas o en los tiradores de las puertas que van enrasados en la carrocería, conexión puerta trasera con los pilotos.
Todo ha sido desarrollado con la puesta vista en el rendimiento aerodinámico, de ahí la fluidez de sus líneas. En la zaga lo que más destaca es el prominente alerón de techo, algo que ya era seña de identidad del anterior C-HR. En la parte trasera también sobresale una luneta inclinada en cuyos laterales quedan integrados los pilotos traseros LED, siempre con esa ornamentación Liquid Black, que es como han bautizado al acabado en color negro de esta zona. El paragolpes es realmente deportivo y queda terminado por una especie de difusor trasero que parece más de un gasolina de alto rendimiento que de un modelo puramente híbrido.
Las dimensiones del nuevo Toyota C-HR son parecidas a las del anterior. De hecho, es ligeramente más corto, más ancho y más alto. Se queda en una longitud de 4.360 mm, con una anchura de 1.830 mm y una altura de 1.564 mm. La distancia entre ejes se mantiene en los mismos 2.640 mm, así que no podemos esperar grandes cambios en el espacio que encontremos en el interior.
Interior
Cuando subimos al habitáculo del nuevo Toyota C-HR también se hace patente la evolución. Vemos que ahora todo gira alrededor del conductor, que tiene a su disposición una tecnología realmente completa. Es nueva la instrumentacióndigital de 12,3 pulgadas que veo tras el volante y que presenta unos gráficos mucho más avanzados que los vistos en su antecesor. Como siempre, es completamente personalizable y podemos elegir tres configuraciones predeterminadas a través del volante multifunción.
Si seguimos avanzando horizontalmente por su salpicadero vemos que se beneficia del sistema Toyota Smart Connect y que puede llevar una pantalla táctil de hasta 12,3 pulgadas. Es la que monta esta unidad, aunque hay que aclarar que de serie tiene otra de 8 pulgadas. En todo caso, vemos bondades como un asistente virtual y conexión inalámbrica mediante Apple CarPlay o Android Auto.
Otro punto en el que ha tratado de sorprender Toyota es en el bienestar del usuario. Tiene varios perfiles de conductor, que además podrá acceder a través de la llave digital con el uso del teléfono móvil. También destaca la iluminación ambiental con hasta 64 colores, que se puede adaptar a la hora del día utilizando un programa de 24 colores cambiantes, sincronizados con el paso de las horas. Incluso refuerza la seguridad y se iluminará en rojo cuando queramos salir del vehículo y se aproxime un coche por detrás.
Como la sostenibilidad está en boca de todos, en el Toyota C-HR se ha optado por duplicar la cantidad de materiales hechos con plásticos reciclados, utilizados en más de 100 componentes. Por ejemplo, la tapicería de tela de los asientos están hechos de botellas de PET recicladas y el volante tiene una alternativa al cuero de origen vegetal. Por cierto, si os preguntáis por qué no hay parasol en el techo panorámico, es porque tiene un revestimiento especial que conserva el calor en invierno y evita sobrecalentamientos en verano.
El espacio interior del Toyota C-HR es bastante bueno. Aunque sea más pequeño que su antecesor, lo cierto es que se percibe un mejor aprovechamiento del espacio y eso se nota tanto delante como detrás. En las plazas traseras hay un buen espacio para las piernas y uno correcto para la cabeza. Es cierto que se mantiene cierta sensación de claustrofobia debido a la poca superficie acristalada que viene de la forma de las ventanillas.
Maletero
El maletero también se mantiene prácticamente inalterado en la nueva generación del Toyota C-HR. Crece ligeramente hasta los 388 litros (11 más que el anterior) en su versión híbrida convencional, quedando algo por debajo de la media del segmento. También hay que añadir que en el caso de optar por la versión con tracción total AWD-i esa cifra se reduce hasta los 364 litros. En la variante híbrida enchufable el maletero es de 310 litros. Por suerte, las formas nos parecieron bastante aprovechables y hay un hueco bajo el piso.
Motor
El Toyota C-HR nació como híbrido y eso era algo intocable. En el momento de su lanzamiento le criticamos que solamente estuviera disponible con una versión. Nos hicieron caso y sacaron una segunda más capaz, pero es que ahora con la segunda generación se amplía aún más la gama mecánica. Como en el anterior, hay un híbrido que utiliza el motor de 1.8 litros, aunque ahora es más capaz al entregar 140 CV y por eso se denomina 140H.
También se mantiene otro más potente con el bloque de 2.0 litros con 196 CV que es el 200H y que estará disponible con la tracción total inteligente (AWD-i) gracias a un segundo motor eléctrico trasero en el acabado GR Sport. Llevan el sistema híbrido de quinta generación y prometen ser más eficientes y capaces gracias al nuevo transeje, la unidad de control de la energía (PCU) mejorada y a la batería de alto voltaje más potente.
Aunque la principal novedad en la nueva generación es la versión híbrida enchufable conocida como 220PH. Si los híbridos convencionales eran un reflejo de los que monta el Corolla que ya estuvimos probando, el híbrido enchufable es igual que el que monta el Prius. Eso se traduce en un motor de combustión de 2.0 litros ligado a otro eléctrico para llegar a los 223 CV. La batería de iones de litio tendría 13,8 kWh, por lo que la autonomía podría rondar los 66 kilómetros, aunque como hemos dicho, eso todavía faltan las homologaciones oficiales. Promete una función de regeneración muy destacada y una eficiencia sin precedentes.
Opinión coches.com
La palabra éxito ha acompañado al Toyota C-HR desde su lanzamiento. Es un auténtico superventas que ayudó a la marca japonesa a captar muchos clientes nuevos. Me atrevería a decir que con este ejemplar fue con el que se quitaron esa losa que los definía como un fabricante para un cliente más mayor o aburrido.
Y a golpe de diseño, la segunda generación se abre paso con una personalidad aún más marcada. No sólo eso, también se beneficia de una tecnología mucho más completa y promete un comportamiento dinámico mejorado gracias a la gama mecánica que se completa con la versión híbrida enchufable.
En su lanzamiento, el Toyota C-HR llegará en dos ediciones especiales. La primera será el GR Sport Premiere Edition para acentuar su deportividad con llantas de 20 pulgadas específicas y una combinación de colores de la división deportiva, además de elementos opcionales como el Head-up Display de más de 10 pulgadas, el techo solar panorámico o el sistema de sonido premium JBL. Por otro lado, el acabado superior será más elegante y sofisticado, destacando por detalles como los asientos de cuero perforado con costuras contrastadas en Sulphur (color azufre) y un equipamiento similar.
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